doce

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Honestamente me arrepentí de haber invitado a Taehyung a mi casa, pero más que nada por la vergüenza de que alguien de la mía lo viera. Por suerte mi papá estaba trabajando y mi mamá Justo había salido a un curso de telar o una wea así. La Lucia obvio que estaba, pero fácilmente podía distraerla o al menos eso esperaba.

Me cambié el uniforme pa verme más bonito. Me puse ese perfume que le gustaba a Taehyung y me lavé los dientes. Igual parte de mi estaba feliz de verlo.

Se demoró una eternidad en llegar. Tanto que pensé que ya no venía, así que me asusté cuando me llamó que estaba afuera. Le abrí el portón con un botón qué hay al lado de la puerta y lo esperé en la entrada hasta que llegó. Andaba con uniforme y no voy a mentir, se veía bastante bonito.

— Fiuft, fiuft— silbó mirando mi casa de pies a cabeza— medio castillo que te sacaste cuiquito.

Igual me dio vergüenza el comentario así que lo ignoré no más.

— Vamos arriba— hablé cambiando el tema y entrando antes de que se burlara de mi. Sorprendentemente me siguió en silencio. Subimos la escalera hasta mi pieza y una vez adentro cerré con seguro— esta es mi pieza

— Media cama— fue su respuesta y se sacó los zapatos para tirarse encima cual barsa— y blandita. Esta ideal para tirar todo el día y dormir después.

Me reí y me acerqué a la cama, tirándome al lado de él.

— ¿qué tal tu día?— le pregunté mientras le ponía la mano en la guata, acariciandolo y sintiéndome más pololo que nunca.

— Igual que siempre no más. Llegué atrasado y las clases como el pico.

Levanté las cejas ante la palabra ordinaria.

— No te asustí cuiquito, si me gusta el pico. Solo es una expresión.

Ni siquiera había pensado en eso. Me puse rojo obvio y mejor me di vuelta a mirar el techo para no estarlo viendo tan de cerca.

No me preguntó mi día de vuelta ni nada, de hecho aprovechó la posición para empezar a darme besos en el cuello mientras me metía las manos abajo de la polera haciendo que me derritiera.

— Taehyung...— le advertí con risas. Pero no me hizo caso, sino que me dio más besos hasta que llegó a mi oreja. Mordiéndome el lóbulo y haciéndome sentir un montón de cosas.

— Tan rico por la chucha— me dijo al oído con ese tonito que me ponía los pelos de punta— déjame hacerte el amor cuiquito, ¿ya? Deja que te haga mío otra vez.

¿El amor?, la verdad es que me dio risa. Aunque más de nervios que de otra cosa. Pero yo era tan débil en sus manos que nunca era capaz de cuestionar nada de lo que me decía. Así que antes de que respondiera algo ya lo tenía encima mío con su lengua en mi boca.

Y puta que me gustaba tenerlo así.

Le abrí las piernas sin que me lo pidiera y nos comimos desesperadamente por harto rato.

No pasó mucho para que estuvieramos los dos sin ropa. Pucha que se sentía surreal y cuando estábamos a punto de llegar a la mejor parte alguien tocó la puerta de mi pieza.

— ¡Guaguita mía llegué!, vine con tu tía y tu primo para que bajes.

— ¿guaguita?— me susurró Taehyung en la oreja.

— Y-Ya voy— atiné a decir más nervioso y avergonzado que la chucha.

— Ya mi lindo. No te demores. Te traje pie de limon de esa panadería que te encanta.

Sentí sus pasos irse y me volvió el alma al cuerpo al mismo tiempo que Taehyung.

— T-Taehyung.

— ay cuiquito me pone tanto todo lo tuyo. Tu olor, tu pieza, hasta tu mamá... bueno no en ese sentido, pero que te diga guagua, aish cuiquito, déjame hacerte mío de nuevo.

Y como negarme.

No pensé en mi mamá, no pensé en mi primo, ni en la tía, ni en mi nana, ni en el pololo de Taehyung.

Y una vez más me entregué po.

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2022 ⏰

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