diez

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Desperté, me puse el uniforme, los zapatos y bajé a tomar desayuno. Mi papá era el único en la mesa, estaba tomando café y leyendo el diario (que vintage) mientras la nana le servía huevos revueltos. De revista el señor.

Me senté al lado.

— Buenos días— balbuceé.

— Hola hijo— dijo mi papá sin mirarme.

— Hola Jungkookie, ¿quiere cereal?

— Uuuh, había pensado en unos waffles con Nutella. ¿Queda?

— Claro que si pues. ¿Le echó unas frutillas cortadas?

Cómo negarme.

— Ya que ricoo, gracias Lucía.

— De nada mi niño.

Y se puso un silencio todo incómodo. Miré a mi papá de reojo, se veía estupendo. El tipo de persona que no tiene ni un sólo problema. Impecable, camisa blanca, corbata, reloj caro, joven y casado. Era quién yo quería ser, aunque con las notas que tenía no sabía si podría.

— Oye Jungkook— me habló y me asusté caleta.

— Dime.

— ¿Qué querías estudiar tú?

— Comercial o quizás no se, arquitectura. ¿Por?

— ¿Y no te tinca publicidad?

— Ehh, si demás. ¿Por qué papá?

— Estaba leyendo, la historia del publicista de loreal. Quizás podrías hacer algo así, algo para lo que no se necesite tanta cabeza.

Pa que voy a mentir. Me ofendí.

— Ah, si.

Me movió el pelo en un gesto que él pensaba que era tierno, pero que a mi siempre me había molestado caleta.

— Ese es mi campeón.

Se levantó de la mesa y pucha, se me quitó hasta el hambre. Así que dejé los waffles ahí no más y subí a lavarme los dientes.

Taehyung

Puta la wea.

— ¡DEJEN DE USAR AGUA!— grité con todas mis fuerzas con el shampoo a medio enjuagar y el jabón en las manos.

Obviamente nadie me hizo caso así que me terminé de lavar con agua helada. Estaba más fría que la del titanic lo juro.

Fui a mi pieza y me puse la mitad del uniforme del liceo. La otra mitad estaba en la secadora. Na, mentira, la otra mitad estaba colgada abajo en la ventana y ojalá esté seca porque si no no se que va a ser de mi.

Me peiné un poco con la mano y mi pelo como que no andaba muy colaborador así que quedó tal cual. Medio enchochado.

Bajé y lo primero que me recibió fue el llanto de una guagua toda gritona.

— Oye podí callar esa guagua, que chata.

— Chuta que andamos simpáticos, parece que el cuiquito del otro día no te está inflando mucho.

— ¿Y que sabi vo?, hocicona. Yo estoy pololeando con Jimin que no se te olvide esa wea.— mi hermana (mamá de la guagua más encima) siempre intentaba pasarse de lista, pero yo era diez veces más vio.

— si claroo y ¿ese pelo lais blanquito que andaba acá el otro día?, ¿era un espejismo acaso?

— ¿Qué espejismo ni que ocho cuartos?, ese tal cuiquito del que hablai sapa, es primo del jin y yo no tengo absolutamente nada que ver con él.

Verdad o reto [taekook!chilensis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora