Day two

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"Condenado a observar como otros se enamoran"

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"Condenado a observar como otros se enamoran"

—Mátame—Fue el saludo que le dio Kenma a Keiji apenas se vieron.

Kozume se dejo caer en el asiento, dejando su bolso en el asiento de junto y puso su cabeza contra la mesa.

—Te iba a pedir lo mismo—Respondió Akaashi, estaba igual de muerto y cansado que el rubio.

—Odio todo—Se quejó aún con la mesa obstaculizando la salida de su voz.

—Yo odio a todos.

Kenma hizo un ruido de queja y miró al azabache desde abajo.

— ¿Ahora quiénes te tocaron?—Indagó con algo divertido Akaashi tomando la Coca-Cola que le habían servido hace un rato.

—Uno de mis kohais con un chico de Nohebi.

— ¿La preparatoria verde? ¿Ese equipo que antes de jugar le chupa las bolas al público?—Para estas alturas de la vida a Keiji ya poco le importaba las formalidades.

La vida pedía demasiado y él solo quería darse de baja.

—Ese mismo equipo de mierda—Tomo aire Kozume y al fin levantó su cara de la mesa, pero seguía echado contra el asiento. — ¿Recuerdas a nuestro libero?

—Pensaría en Yaku-san pero de él ya me has dicho que ha estado con otra persona, así que supondré que hablas del bajito de pelo negro.

—Ese mismo

— ¿Así que fraterniza con el enemigo?—Preguntó pilló Akaashi, como si él no hiciera lo mismo con Kenma en ese momento.

—Me preguntó si es que tengo cara de Celestina o que mierda—Preguntó al aire Kenma odiando a más no poder al Dios que le pusiera todas y cada una de las cosas que tenía en su vida.

—Si supieras cuantas veces me he hecho esa pregunta, Kozume...—Rendido, Akaashi termino su refresco y llamó al camarero para poder pedir otra cosa y algo más a Kenma.

— ¿Usted señor, qué va a querer?

—Un cuchillo para cortarme la yugular, aquí y ahora.

No hacía falta que esa respuesta dejó descolocado al chico de las ordenes.

—Tráigale un café cargado—Fue la traducción que hizo Akaashi.

El chico se fue, estando atento a tenerle un ojo encima a los dos adolescentes de preparatoria que estaban al fondo del lugar, sentado en los asientos rojos y acolchados, quería estar listo para que en caso de que alguno se hiciera algo y no se le notara la sangre por mezclarse con el color similar pudiera distinguirlo y aplicar primeros auxilios.

— ¿Y tú, Akaashi? ¿Qué cuentas en esta ocasión?

—Cuento cuánto tiempo le toma a mi equipo hartarme lo suficiente hasta que los mate uno por uno.

Maybe in Another Life time || Akaken week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora