¡La Akake Week 2022 ya está aquí!
¡Con una recopilación de 7 días de solo Kenma Kozume y Keiji Akaashi!
Espero gusten de esta mamada que me fume durante un mes y algo, porque, mis amigos/lectores de confianza son testigos de lo mucho que morí con...
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"Can't promise than things won't be broken"
—Odio todo—Se quejó Kenma con los ojos húmedos, entrando de improvista al cuarto de Akaashi.
El azabache vio el estado del otro, soltó el libro que tenía entre manos y se sentó en su cama invitando a que Kozume tomara lugar junto a él.
Ni pasado dos segundos Kenma se había tirado sobre su amigo, abrazándolo y ocultando su cara en el abdomen contrario.
—¿Puedo saber que pasó?—Con suavidad preguntó Akaashi junto a una sonrisita mientras acariciaba la cabeza del otro.
—¡Osamu Miya pasó! ¡¿Qué más si no?!—Respondió con eco ya que no se separo ni un poco del cuerpo de Keiji para dar su respuesta, y por el contrario lo apretó con más fuerza.
—Ah... Osamu...—Suspiró con un dejé de "Aquí vamos otra vez" Akaashi.
Osamu Miya era un chico cualquiera de la universidad de ambos muchachos.
Bueno, si es que se le puede decir chico cualquiera al que tienen un hermano famoso, es bien parecido, gracioso, el mejor de su promoción, adelantando ramos, buen cocinero, siendo jefe y fundador de una cadena de comida que no hace más que crecer y tener renombre, junto a un historial de como en su época de preparatoria fue una superestrella deportiva y por si fuera poco, tenía una actitud misteriosa y coqueta que llamaba el interés de todo aquel que entrara en contacto con él.
Simplemente era "El hombre".
Pero a Keiji le gustaba especialmente por su ingenio en respuestas cuando se le discutía, los buenos argumentos con los que defendía cada postura de su vida, la organización de su tiempo y que no parecía morir en el intento, la delicadeza con la que podía llegar a mover sus manos mientras hacía gestos simples, la sonrisa ladina tentadora que usaba cuando necesitaba convencer a alguien y los discursos que soltaba, con una fluidez y seguridad que hacía a todos concordar con él.
Kenma por otro lado amaba como es que parecía tener interés en lo que hacía el chico porque realmente se entendían y no por fingir solo porque sí, como parecía poder captar cuando las respuestas de él eran una broma, sarcasmo o serias, sin importar que tan igual suene su voz en todas esas, el como hacía preguntas no tan molestas sobre los temas de los que Kozume hablaba, denotando como le ponía atención, los pequeños detalles que mostraba hacía su persona, como poder comprender cuando quería estar solo y mantenía su distancia sin molestarse en lo más mínimo, invitarlo siempre a cualquier evento que hubiera por mucho que supiera que se negaría, esto en palabras de Osamu, porque no quiere que justo en la ocasión en que el rubio sintiera interés no lo invitasen.
Y así había una larga lista de razones por las cuales otras personas tenían esta fijación con el hermano menor de los gemelos.