Bella Malfoy

5.- Le he lanzado un cubo a la cabeza a tu hermano.

¿Cómo iba a saber ella que lanzarle una bludger a alguien era motivo de un castigo?

— Esto es absurdo.

— Lo que es absurdo esque justamente te pusieran el mismo castigo que a mí.— ¡Sorpresa! James Sirius Potter había sido asignado para exactamente quitarle el polvo a los cuadros del mismo pasillo que ella.

Bella suspiro, irritada, y siguió sacándole el polvo al marcó de un cuadro. Podía oír las quejas del de gafas.

— ¿Puedes callarte? Tu voz es increíblemente irritante. Tu no me quieres aquí, yo no te quiero aquí. ¡Lo entendemos!

— ¿¡Por qué te haría caso?! No me importa si te parezco irritante, tú lo eres aún más. Y que sepas, que ese corte de pelo no te favorece nada.

La castaña soltó un quejido a la vez que se golpeaba la cabeza suavemente contra la pared.

— Mi sobrino si que es un pelín irritante.— El fantasma de Fred Weasley apareció al lado de Bella, pero su mirada estaba en el chico, que sorprendentemente se había quedado callado.

— Callate...

Su murmuro fue inaudible para el castaño, pero el fantasma soltó una carcajada.

— ¿Por qué crees que ese cuadro no tiene polvo?

— ¿Qué?— Bella se acercó al chico y miró el cuadro que estaba señalando. — Pues no tengo ni idea, pero es un cuadro menos que tenemos que limpiar. Da gracias a lo que sea que lo mantenga limpio.

— No seas tan aburrida. Puede que haya un gran misterio como los que habían en los años de mi padre.

— Esos "misterios" implicaban monstruos y seres malignos. Así que no, ese puede, ya lo vas quitando Potter. ¡Y ponte a limpiar!

— Dime, Malfoy. ¿Por qué eres tan aburrida?

Bella suspiro.

— Nose. Potter, cuéntame. ¿Por qué eres tan insolente?

La cara de James se volvió confusa.

— ¿Qué significa eso?

Otro suspiro salió de los labios de la castaña. Se dio por vencida, ese chico era demasiado idiota para ella.

— Dímelo, ¿que significa? Dímelo, va, dímelo, porfa. Malfoy, dilo, dilo, dilo, dilo.

— ¡Callate! Por Merlín, cierra la boca.- Su paciencia no era mucha, y el castaño la había acabado. -Solo... callate y limpia.

— Pff, es divertido hacerte rabiar. Mi hermano tarda más.— De quedó callado unos segundos. — Oye, ¿por qué eres amiga de mi hermano? ¿Intentas llenarle la cabeza de pequeñas serpientes para que te obedezca? Posiblemente quieras eso, al fin...¡Ah!

Bella le había lanzado el cubo de agua.

— ¿¡Por qué has hecho eso?!

— ¡Por qué no te callas!

— Que agresiva. Debería de haberlo preguntado a mi hermano porque es tu amigo. Madre mía... ¡Me está sangrando la cabeza!