El té de loto blanco es descrito como medicinal, usada para tratar casos de vómitos y tos. Pero también es una bebida para la sed, una refrescante infusión; ideal para las tardes veraniegas de Liyue.
Zhongli se encontraba bebiendo té de loto blanco junto Madame Ping en la terraza Yujing. El atardecer se alzaba en el horizonte y las brisas suaves generaban una bella imagen, digna de ser retratada por los mejores pintores de todo Teyvat. La belleza de los colorados cielos de la ciudad portuaria no tenían comparación. El puerto se encontraba ya iluminando por las artesanales linternas, a pesar de aún tener luz natural las luces de la ciudad ya se encontraban activas. La gente se movía por el mercado yendo y viniendo con variedad de expresiones: felices en su mayoría pero algunos se mostraban preocupados. No se comparaban con la paz que estaba experimentado.
Pero su paz no duraría mucho.
Un recaudador. Un recaudador Fatui. Parado firmemente se posicionó al frente del dúo y espero su turno de hablar.
Zhongli lo miró de arriba abajo, no esperaba una respuesta tan inmediata. De no muy buena gana se dirigió al recién llegado;
- Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle? -dijo lo más cordial que pudo. Ver a ese agente interrumpir su calmada tarde lo llenaban de rabia.
El recaudador vaciló antes de responder, parecía nervioso.
- Desde el Banco del Reino del Norte le notificamos de una citación inmediata en la primera hora del día de mañana. Su asistencia es de carácter fundamental y obligatorio. No queremos recurrir a otros métodos para garantizar su asistencia.
Si su intención era sonar intimidante, había fallado miserablemente. Era un chiste en estos momentos. Su voz nerviosa por poco se quiebra en medio de sus palabras. Tal vez la mirada de un dios molesto lo habían acobardado.
- ¿Qué otros métodos? -respondió inmediatamente Zhongli. Molestaría al contrario a voluntad.
- Em... eso es información confidencial -dijo el Fatui, estaba contento de su rápido pensar. Se habría librado, o eso creía.
- ¿Así? Entonces me veré en la obligación de ausentarme en esta... reunión -dijo sin rodeos el consultor.
El contrario pareció molesto, quiso vacilar pero solo tartamudeó. Lo habían tomado de sorpresa.
- No puede hacer eso, es una citación de carácter urgente debe de asitir si o si...
- Recuerdeme cuando fue de mi incumbencia todo este asunto -replicó molesto el Rey Geo, ante la mirada de desaprobación de Madame Ping-. Piérdete o tendré que usar otros métodos.
Sin palabras se había quedado el Fatui. Nuevamente un inentendible tartamudeo lo invadió. Parecía un novato. Realmente lamentable. Tras un rato, y varios intentos fallidos para gesticular sus oraciones, pareció rendirse. Se quedó en silencio y observó al dúo frente sí.
- Me das pena -se sinceró el castaño-; iré a la reunión solo por eso. Quién sabe que castigo le impondría a una unidad tan débil como tú. Agradece mi compasión.
El recaudador se quedó estático, algo dolido por sus palabras pero interiormente sabía que tenía razón. Había algo, algo que le impedía rechistar. Tal vez era esa aura amenazante que emanaba el pulcro consultor. Su fría mirada solo le generaban nervios. Y su lengua cual serpiente estaba lista para atacar.
Como respuesta solo asintió. Dejó un sobre con la citación por escrita y se marchó por donde vino, derrotado.
- Fuiste muy cruel -reprochó Madame Ping-. No entiendo cuál era la necesidad.
- Simplemente le pagué con la misma moneda, él interrumpió mi tranquila tarde, se lo merecía -dijo mientras bebía los últimos sorbos de su té.
- Espero que sepas lo que haces -dijo la envejecida mujer, aún tenía sus cuestionamientos con respecto a los actos del contrario. Solo rezaba a Celestia que sea lo que sea que persiguiera sea sensato.
-Soy mas que conciente de mis acciones de lo que aparento -afirmó seguro de sí. Volvió a tomar su taza y bebió de la infusión.
-Espero que así sea, aquí tienes tu pedido.
Acto seguido la mujer le entregó una bolsita de tonalidad rojiza, tan pequeña que cabía en una sola mano. De ella se desprendía un cordón dorado. Zhongli tomó de ella con delicadeza y la atesoró en el bolsillo de su largo saco.
- Gracias -agradecío al tiempo que se levantaba de su asiento y se preparaba para partir-. Fue un placer reunirme contigo, espero volver a reencontrarnos pronto.
Sin esperar respuesta el consultor dejó la terraza, dejando a una preocupada Madame Ping quien meneaba su cabeza en gesto de negación. Miró al limpio firmamento anaranjado y dijo:
- Que Celestia lo ampare...
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Debía de dirigirse a la posada ... , Xiao lo estaba esperando. El camino era relajante, disfrutar de las vistas y los paisajes no tenían precio. Las montañas que se elevaban por los cielos, los pintorescos surcos de agua y la frondosa vegetación formaban la escena.
Sería todo perfecto, a no ser de las personas que lo estaban siguiendo. No eran nada cautelosos comparada a la gran intuición del arconte. ¿Esos agentes se suponía que eran gente especializada? Que chiste.
Los ignoró y siguió su camino. El trayecto surgió sin complicaciones, los agentes no interrumpieron.
Al llegar, subió directamente a lo alto de la construcción. Saludó a la recepcionista y siguió hacia la planta superior. A diferencia de otras veces, había una mesa con un par de sillas esperándolo. Se sentó plácidamente en la silla con mejores vistas. Y en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba acompañado.
- Buenas tardes Xiao, es un placer verte.
El adepto se limitó a asentir en forma de saludo. Sabía a que venía el contrario y no quería que dé más vueltas. El problema se estaba descontrolando.
- ¿Has probado el té de loto blanco? -cuestionó el retirado arconte Geo, al tiempo que sacaba de su bolsillo una bolsita carmín. Era la bolsita que le había dado Madame Ping.
- ¿Esto es...? -Fue interrumpido antes de poder terminar de formular su pregunta.
- En efecto -dijo el castaño. Sabía que Xiao comprendería a la primera-. Ya sabes que hacer.
Xiao quiso replicar pero sabía que sería inútil, debía de aceptar aquella bolsita. Se limitó a asentir y fue en busca de la tetera. Las infusiones nunca fueron los suyo, mas allí se encontraba arrastrando una tetera para su dios. Después de todo su contrato no había terminado.
Zhongli sonrió, las cosas iban de maravilla.
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Buenas, buenas. Actualización nueva, opiniones?
Quiero avisar que no hay fecha para el siguiente capítulo y posiblemente me tarde mucho entre actualizaciones.
La ansias por esta novela me llevaron a traer este capítulo antes jeje. Aún no borraré lo de próximamente por las dudas.
Por cierto, emocionados por Sumeru?
Gracias por leer!
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Wildcard | Zhongli X Tartaglia/Childe
Fanfic- Morax -comenzó Signora antes de ser interrumpida. - Zhongli, Zhongli es mi nombre, dirígete a mi así, por favor -dijo el consultor con falsa amabilidad y notoria seriedad. - Correcto -continuó la dama, casi mordiéndose la lengua, era notorio su d...