Pasaron varios días después de aquel día de tanta fiesta, y tantas risas. Habíamos tenido varias misiones, y es que Tsunade, seguía en su afán de no tenerme parada para evitar mi contacto con Akatsuki, Llegaba tarde. Hablando de ellos, hoy había recibido el aviso de Itachi, el cual decía claramente, donde y a que hora debía de estar. Y los nervios, como la adolescente que era se agolpaban en mi estomago. Pero ahora tenia otras cosas que hacer, otras labores, y es que hoy había vuelto a mi vida de antes, a la vida que siempre había tenido antes de abandonar estos muros grises de la villa e irme con el más irresistible de los asesinos de rango S. Antes de salir de casa, e irme hacía aquel gran edificio. Me fije en que mi tripita, de nuevo había crecido. Y con ella, aquel hermoso bebé que crecía en mis entrañas.
Y allí estaba yo, enfrente del trabajo que siempre había tenido toda mi vida. Entre por la puerta del hospital deKonoha, nada más llegar me saludaron con cariño en recepción, y dándome abrazos a todos, y saludando a todos de nuevo. Me entregaron mi lista de pacientes que tenía hoy en mi consulta. Y allí me fui. Entre por la puerta de mi despacho, y el olor de la habitación me trajo millones de recuerdos.Mi pequeña salita, con su biombo que escondía una cama, con otra enfrente del escritorio donde había un aparato de ecografías, varios armarios llenos de material medico, dos sillas delante de mi mesa. Me puse la bata y cogí el fonendoscopio y me lo puse alrededor del cuello. y me senté en el escritorio, y cogí todos los papeles, comenzando a leer, las cosas de mis pacientes.
Entonces, tocaron la puerta blanca.
-Pasa- dije, y entonces por la puerta. Entro una mujer alta, de ojos marrones y pelo rubio, con cuatro coletas. Cargaba un gran abanico a la espalda. Sonreí nada más verla, pero su semblante era serio, y diría que realmente la pasaba algo preocupante.
-Hola, sakura.
-Buenos dias, Temari. ¿Cómo tú por aquí? ¿Tienes cita?- pregunte mirando mi lista de pacientes. Esperando que ella hablase.
-No, pasaba por aquí, y vine a saludar. - La mire fijamente
-Ya claro... Ahora, la verdad.
-Tengo un problema, no sé a quién recurrir...- Susurró y se sentó en la silla. La mire, y suspire, me acerque un poco a ella.
-¿Qué te pasa?-Pregunte, sonriendo como buena amiga. Pues desde aquella fiesta, todos nosotros habíamos montados algunos lazos que posiblemente, jamás olvidaríamos. Los compañeros que te veían hacer locuras sin juzgarte, eran compañeros para toda la vida
-Tengo un retraso, sakura, he acudido a ti... Por... tu embarazo, pensé que tú...
-Tranquilizate- la dije levantándome - Tumbate en la camilla y tranquilizate principalmente.- Se sentó en la camilla, y encendí el monitor de la ecografía. Notaba el miedo en su cara, y era lógico, pues yo misma me enfrente a eso, aunque en mi caso, era completamente sola con un aparato, que tras decirme la verdad, de lo único que me dieron ganas fue de destruirlo, tal y como hice. Aunque sinceramente... Mi embarazo, no era tan fácil como el suyo. De eso ya estaba segura.
-Sakura... Antes de nada, ¿Cómo es?
-¿Estar embarazada? Al principio asusta... Luego, Es lo más bonito que te pasa en la vida. Mira, toca- Cogí su mano, y la puse en mi vientre- ¿Lo notas?- Ella se quedo en silencio, y se incorporó. Se quedo mirándome , y entonces note como una pequeña patadita en el vientre, y ella sonrío.
-Debe ser precioso, cuando nace debe ser...Alucinante. Pero traen problemas, apenas tenemos la edad necesaria para tenerlos... y....posiblemente muramos antes de verlos casarse...-Temari, vivimos en un mundo de Shinobis, y nosotros somos de la generación, que posiblemente, muera antes, y lo sabes. Hay miles de guerras que se están formando cada día a nuestro alrededor, no es una locura, ni es desperdiciar la vida. Créeme. Además tiene muchas cosas positivas...
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Mi pasión Prohibida
FanficOs quiero contar mi historia, la historia un de amor prohibido... Me hizo elegir entre el amor, y la amistad. Una dura decisión que me ha marcado durante toda vida, una decisión de la cual no me arrepiento, a pesar del duró camino de desgracias, mue...