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Cubriste los ojos del tipo y empezaste a desabrocha algunos botones de su camisa Tus manos para su sorpresa lo alejaron, haciendo que caiga sobre la cama Finalmente escapaste de sus brazos
<Hagamos esto rápido> Sacaste sigilosamente el arma que tenías escondida
—Escúchame idiota, vas a decirme cuál es la contraseña de tu maldito maletín—dijiste poniendo el arma sobre su frente—AHORA
—¿!Heh!? !¿me estás apuntando?!
—Te cuento un pequeño secreto...realmente eres bastante bueno manipulando —revolviste el cabello del pelinegro—tal vez pudiste haber tenido un buen futuro, pero confiaste en gente equivocada. Así que, si no respondes, no dudaré en apretar el gatillo, 1
—Que tenemos aquí—pusiste un dedo sobre su mentón—eres un chico bastante curioso, pero la que hace las preguntas aquí soy yo—mírate tu reloj de tu muñeca—al parecer tu tiempo a culminado—quitaste el seguro del arma—¿cuáles son tus últimas pala-
—¡Lo dire!, pero primero baja el arma—te interrumpió
—Ya era hora—dijiste bajando la pistola
—La contraseña es X752UZD06UJ
—No creas que te voy a creer así de fácil—escribiste la supuesta contraseña que te había dictado el pelinegro—que lindo, parece que tú si atesoras tu vida—dijiste al ver cómo el maletín se abrió
—¿Vas a soltarme?—te mostró sus manos atada— yo ya cumplí mi parte
—Creí haberte dicho cual había sido tu error desde el principio, pero igual, confiaste el alguien que conociste ayer y no solo eso, quisiste llevarlo al siguiente nivel—soltaste una risita—nunca confíes en nadie, ni menos en una estupida promesa. Adiós Rápidamente levantaste el arma y volviste a apuntarlo
—¿Heh?—titubeo confundió ante tu repentina despedida
Apretaste el gatillo con una gran sonrisa
—Adoro este sonido, es como una hermosa melodía—viste como el tipo se retorcía de dolor—uno menos
Las sábanas blancas se comenzaban a machar con la sangre del tipo
