➥ Relatos para no olvidarnos de nuestros chicos y no quedarse con las ganas
Para poder entender esto es necesario leer mi libro "Entre golpes y besos"
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➺ Zodiaco BL/OMEGAVERSE
➺ "Secuela" de "Entre golpes y besos"
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Y pues sí, los Miyamoto, tanto Tauro como Capricornio, les sube la temperatura del cuerpo bastante rápido.
Ejem...narremos...por cierto, no me hago responsable por traumas, si usted no quiere leer se le será avisado con anticipación cuando eso suceda con tres puntitos.
Ahora comencemos.
Cáncer caminaba...a penas con toda la ropa que Tauro había decidido comprar.
—Entremos a ese—dijo y Cáncer lo seguía.
—Oh mira esos zapatos—entraban a otra. Y así las bolsas en los brazos de Cáncer se iban llenando hasta que llegaban hasta sus hombros de bolsas mientras que también sostenía cajas de zapatos.
—Me voy a morir—dijo Cáncer en un susurro.
—No seas exagerado—dijo Tauro restándole importancia. Y Cáncer lloriqueó en silencio.
Caminaron bastante, hasta que Tauro se detuvo en una tienda de trajes de baño.
—Oh...mira esos trajes de baño—dijo Tauro mirando la vitrina de una tienda. Cáncer intentó mirar pero era algo complicado.
—¿No es muy femenino?—se cuestionó. Tauro lo miró ofendido.
—Pero me gustan mas que los de hombres—bufó.
—Bueno, si te gustan no hay problema—dijo al ver el aura intimidante de su pareja.
—¡Entremos!—dijo tirando a Cáncer a la tienda. Cáncer estaba cansado y le duelen las patitas.
Entraron y Tauro tomó uno que le gustó y entró de inmediato al probador. Cáncer aprovechó de sentarse en unos pisos que habían ahí.
—Estoy muerto—dijo en un suspiro, estiró sus piernas y sus brazos como un gato. Movió sus extremidades—Me suenan todos los huesos—dijo suspirando.
—Cans, puedes entrar un segundito—si supiera que ese iba a ser su perdición.
Tauro sonrió para sus adentros, sinceramente hacerlo en un probador sonaba bastante tentador. Cáncer confundido entró y fue aprisionado de inmediato al Tauro cerrar la puerta. Si porque eran de esos probadores de tiendas, que son largos y son cubículos relativamente grandes.
Yo no sé qué tienen estos de hacerlos en este tipo de lugares pero en fin.
—Cans—lo llamo de forma juguetona y Cáncer lo miró—¿Y bien? ¿Cómo me queda?—dijo sonriéndole. Cáncer se sonrojó y apartó la mirada.
