➥ Relatos para no olvidarnos de nuestros chicos y no quedarse con las ganas
Para poder entender esto es necesario leer mi libro "Entre golpes y besos"
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➺ Zodiaco BL/OMEGAVERSE
➺ "Secuela" de "Entre golpes y besos"
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Escorpio es muy pero muy pero muy cariñoso con su hija.
—¡Ciaraaaa!—se le lanzó a su hija abrazándola y levantándola del suelo dándola vueltas. Ciara suspiró dejándose llevar por la efusividad de su padre—¡Te extrañe!
—Papa literalmente fui a casa del tío Lib a dejar unas cosas y volví. Demore al rededor de 15 minutos—dijo confundida.
—Aún así te extrañe—dijo besando cariñosamente la frente de su hija pero aún no soltándola.
—Capri pa, me lo puedes quitar de encima—dijo Ciara intentando salir del abrazo de oso de Escorpio.
—Enseguida cariño—dijo Capri levantándose del sofá y yendo hasta donde se encontraban ellos y toma a Escorpio de la cintura he intenta apartarlo de su hija—Suéltala Escor...—dijo haciendo fuerza pero el otro no tenia intenciones de soltarla.
—¡No quiero! Esta chiquita—dijo abrazando más a su hija.
—Papá, no respiro—dijo Ciara.
—Suéltala Escor, la estás ahogando—dijo de forma seria y Escor bufó dejándose alejar por Capri.
—Son malos, unos insensibles—dijo serio y se fue indignado.
—¿Enserio se enojó?—pregunto Ciara.
—¿Ya ves? Al parecer sí—ambos suspiraron.
Hicieron sus cosas pero Escorpio no apareció en todo en ese tiempo.
—Se enojo feo al parecer—dijo Ciara luego de un rato.
—Al parecer—dijo Capricornio.
—¿Lo vamos a ver?—le preguntó Ciara con una sonrisa de lado.
—Si vamos—dijo levantándose y los dos subieron hasta la habitación matrimonial. Ciara abrió y encontraron a Escorpio dormido.
—Al menos no está llorando—dijo Ciara y ambos suspiraron aliviados.
Entraron y Ciara se acosto en la cama cerca de Escorpio y apoyó su cabeza en el pecho de su padre. Capricornio fue hacia el otro lado y abrazo a Escorpio por la espalda. Los dos en un rato se quedaron dormidos.
Escorpio sintió que era abrazado y el aroma de palomitas y a capuchino.
—Así que ahora me abrazan—susurro sonriendo. Abrazó a su hija quien se acomodo aún dormida.
Sentía la respiración suave de Capricornio y rió suavemente.
—No me quejo—dijo cerrando sus ojos —Acepto sus extrañas disculpas—dijo y volvió a quedarse dormidos.
Así durmieron hasta la hora de la cena.
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