Primer amor

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- ¡¡Deja de seguirme!! - grito el alfa.

El niño de 5 años abrazo más su peluche de conejito, pegándolo a su pecho ocasionado por el ''miedo'', el adolescente estaba cansado de que el peliverde lo persiga siempre, el mocoso de su hermano había conocido a ese pequeño omega en un parque y desde en ese entonces lo traía a menudo a su hogar donde los menores lo fastidiaban.

- ¿Cuándo vendrá Todoroki-kun? - pregunto Izuku.

- Él está en su colegio, recuerda que estudia turno tarde. - comenta cansado de las preguntas del menor. - el estará aquí en unos minutos.

Observa como el menor asiente con una sonrisa, da media vuelta para encaminarse a su cuarto con la intención de perder a esa pequeña presencia, entra a su habitación mientras pensaba cuan mala suerte tenia, sus demás hermanos estudiaban la primaria de igual manera que Shoto, estudiaban turno tarde, no había con quien más dejar al pecoso pues su padre hacia viajes de negocios y su madre había sido internada al hospital no hace mucho.

Cerro la puerta de su habitación e ínterin suspiraba, al dar media vuelta se lanza a su cama tratando de descansar, su cara toco las frías sábanas blancas, los músculos del alfa comenzaron a relajarse, pero una mirada recia sobre su ser lo descuadra totalmente.

Levanta su rostro encontrándose al menor cerca de él, Toya se quedó mirando los brillantes ojos esmeraldas por un rato, estaba sorprendido por cuan sigiloso podría llegar ser ese niño, no se dio que había entrado pues hasta supo esconder bien sus feromonas, se separa rápidamente al tener tan cerca al mocoso.

- ¿Me tienes miedo? - pregunto el pecoso con una sonrisa mientras acomodaba a su peluche.

El pelinegro frunció el ceño, el niño usaba un tono muy diferente, parecía una persona completamente diferente, esto logro poner algo nervioso al adolescente quien trago su saliva con pesadez.

- No te tengo miedo. - responde desafiante. - Oye mocoso, ¿Puedes salir de mi cuarto?

- Me llamo Izuku. - lo corrige. - y no quiero esperar solo.

Al mayor se le pasa por la cabeza la maravillosa idea de crear una conversación con el menor, le dio curiosidad la forma tan segura y madura de hablar, estaba seguro que era el tipo de niño que podrías entablar conversación con tranquilidad. Pero quería saber cuán lejos llegaba.

En poco tiempo entablaron una conversación donde el peliverde mantenía la calma y no se exaltaba como cualquier otro niño, Touya claramente estaba sorprendido por la forma de hablar del pecoso, parecía un mini adulto en el cuerpo de un mocoso, además de las miradas indiferentes que le tiraba. Y no se podía olvidar de las palabras cariñosas que le tiraba, cosa que no le agradaba al mayor.

Eres muy lindo

¿Cuántos años tienes?

¿Tú me amas?

Era lo que usualmente preguntaba, como le decía que se llevaban por once años y no podían estar juntos, constantemente el pelinegro rechazaba de maneras crueles al menor con el fin que lo dejara en paz. Pero nunca paso, al contrario, se trataba de pegar aún más.

Se alarmo cuando llego su hermano el bicolor para llevarse a Izuku quien cambio de forma brusca su personalidad, actuaba como un niño común y corriente, Midoriya sabía con quién sacar ese lado que desconocían de él, incluso su propia madre desconocía ese lado.

Al paso de los años el omega no fue mejorando, en las sombras sentía su mirada, cuando el pelinegro fue creciendo fue dejándolo de lado y lo trataba mal e indiferente, ahora como adulto pudo sobrellevar mejor la situación. Sin embargo, Izuku ya era un adolescente de 15 donde lo normal era que empezaran sus celos y sus feromonas estuvieran a flote.

Pareja Masoquista {+18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora