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a la mañana siguiente Seo tomaba camino hacia la salida de su casa donde un auto importado le estaba esperando fuera proveniente del palacio, pensó que debía ir caminando, pero la idea de ir en aquel auto no le molestaba en absoluto.

"te voy a extrañar mucho" murmuró el pecoso Félix a un lado de la puerta jugando con sus manos algo nervioso, alzando luego su vista al ver que el mayor no respondía, Changbin siempre había sido bastante serio con él y no sabia el por qué, pero su abuela curaba esos malos pensamientos con que él era así y ya, nada podía cambiarlo. 

"no es como si me fuera al otro lado del mundo, Félix" su voz ronca hizo erizar la piel del pequeño rubio, el pelinegro carraspeó y dejó un beso en su frente. "si es que tengo tiempo vendré, de todas formas el dinero les va a llegar, cuida a la abuela por mi, si?"  esta vez le habló de manera dulce y comprensiva, vamos, tampoco era un ogro. 

una vez finalizada la despedida de ambos y de su abuela, emprendió viaje hacia el auto, donde dentro ya le estaba esperando un Chris sonriente, saludándole con un apretón en su hombro y una leve sonrisa al igual que al chofer el cual no le devolvió el saludo, le pareció normal. tomaron viaje hacia el palacio sin decir ni una palabra, era bastante temprano y el silencio no era para nada incomodo, sino tranquilo. 

"debías verle la cara parecía un cachorro mojado y mi abuela un ogro al enterarse que me iba" rió por eso ultimo comentándole a su amigo una vez habían llegado a sus habitaciones, acomodando todas sus pertenencias y colocándose el uniforme de trabajo que consistía en una camiseta blanca y pantalones cargos colores negros al igual que sus botas, aunque Seo tenia sus guantes de jardinería a un lado.

"nunca supe porque no le has dado una oportunidad al pecoso, es un niño lindo y además trabajador" habló en queja Chris saliendo de las habitaciones que estaban a lo ultimo del castillo, ahora dirigiéndose ambos al comedor el cual fueron llamados por el Rey el cual ya estaba desayunando con su esposa e hijo. 

"seria como estar con un primo o hermano, es más mi abuela lo quiere más que a mi, le llegaba a tocar y me cortaba los dedos, además no estoy interesado en nadie, deja de joder" rechistó molesto por la insistencia de su amigo por conseguir pareja.

"venga que la edad no llega sola y colocamos necesidades.... ya sabes" alzó sus cejas pervertidamente recibiendo un golpe por parte del pelinegro, donde una vez llegado al gran comedor no hablaron más del tema dirigiéndose hacia el Rey dando una reverencia y unos simples "buenos días" 

El hombre les dio la bienvenida al igual que la Reina y Jisung, el cual ya desde temprano andaba nervioso por verle, compartiendo miradas con Seo y alguna que otra sonrisa pero algo discreto, estaban frente al Rey. Faltaron unas cuantas indicaciones y emprendieron hacia su trabajo, saliendo del palacio donde uno se dirigía al hermoso rosedal que portaba el palacio y el otro al corral algo alejado de este. 

El pequeño príncipe terminó su desayuno y pudo irse de aquella mesa que ya le estaba agotando la aburrida charla de sus padres tan temprano, agradecía que les invitara a ello, puesto en unos años él debería tomar mando a todo pero no era el momento, claro que no. Antes de cruzar la puerta fue llamado por su padre, donde volviendo se colocó a su lado sin rechistar.

"en la tarde vendrá el Rey Dak-ho Lee, con su hijo Lee Minho, espero estés listo para la hora del té dando una buena impresión, si logramos unirte a Lee Minho nuestro palacio estará en buenas manos." Habló fuerte y seguro con una leve sonrisa dirigida hacia su esposa, clavando sus ojos ahora en su hijo el cual con una mueca asintió, diablos debía hablar con Jeongin lo antes posible.

(...) 

salió del palacio hacia el rosedal, era el único lugar en el cual se sentía tranquilo y podría pensar con claridad sin que nadie le moleste. ¿Meterme ya con un príncipe? Por favor si aquel Rey estaba más sano que cualquiera, no era como si ya se estaría por morir y su estúpido hijo necesitaba entrelazarse con un príncipe, ¡Donde yo debía ser ese príncipe!. No le parecía en absoluto, ni siquiera le conocía, debía enamorarse de aquel chico quiera o no, su padre se lo había anticipado, pero no creía que fuera tan rápido, apenas había cumplido los 18 años.

The prince-❀binsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora