Hoy entre emocionada a tu arte,
Esperando un retrato blando y a color,
De esos que inspiras con tu mirada cuando me ves,
O de aquellos que interpreto cuando hacemos el amor.
Estabas enojada, triste y confundida,
Y volaban por los aires la pintura y los pinceles,
Entre la rabieta y la bulla escucho la palabra "amor" acompañado de un "des" que desmentía, desequilibraba y descalificaba lo que en un universo escribí para quedarnos a vivir tu y yo,
Infinitas y entrelazadas.
Que no he sido la mejor, yo lo se,
Me ves y aparento,
Me pierdo en mi misma y represento la la desatención por mis neuronas inquietas.
Pero si que te he amado...
Dándote no lo que he podido sino lo único que tengo,
A cambio de nada,
Me conformo, aunque con pataleadas, a escuchar tu respiración estabilizarse y tu corazón ponerse en armonía con tus pensamientos.
Sintiéndole en calma y regalándome ese poder de sostenerte.
Que adicta al dolor dices...
Y me avientas tus inciensos y tus paletas,
Sin saber donde me perdí en mi esfuerzo de venerarte cual magia única del universo,
Humilde y callada te veo, aunque con furia y dolor, crear más arte con lo que cae entre el piso y las paredes.
Nada de ti podría distanciarme de sentir amor por un ser que nunca destruye sino magnifica y potencializa lo imperfecto e imperceptible.
Mi inspiración de medio café y mi sonrisa favorita en el mundo, todo lo que me inspiras al verte es desgano.
Desgano pero no del que te rindes, sino que miles son los pensamientos que escribo el prosa mientras camino de tu mano enmarcándote en un escenario a colores o blanco y negro. Miles y cientos más, donde quisiera correr y escribir, correr y fantasear, o solo callar y procesar... pero ese "desgano" llega y afloja mi tensión a liberarme, a dejarme correr sin frenos y solo vivir y amarte, pero sobre todo aprendiéndote.
Desgano a luchar con sangre, desgano a dejar pasar el stress. Desgano a ofenderte y desgano a obsesionarme.
Desgano a las subidas y a las bajadas en pico.
Desgano a vivir una vida sin ti.
