Only One || Bajifuyu

1.5 : Pasado De Kazutora

Kazutora apenas un niño de unos once años, se encontraba escondido en su habitación. Rogando porque su padrastro no viniera por el, y lo sacara a golpes de ahí. Escuchaba el desgarrador llanto de su madre, que suplicaba a su esposo, no hacerle daño al pequeño.

Pero para su mala suerte, su padrastro no hizo caso a las súplicas de esta. Abrió en un movimiento brusco la puerta de ese armario viejo. El pequeño Kazutora se encontraba abrazando sus piernas, buscando protección alguna en estas, para la paliza que su padrastro le daría.

Su madre hacia lo posible por evitar que se acercara a él. Pero lo único que consiguió fue que ese hombre la sacara volando hacia el otro lado de la habitación. La sacó fuera de la habitación, y cerró la puerta con seguro.

Kazutora supo que su infierno estaba por venir.

Su padrastro siempre había sido un abusivo, tenía problemas con el alcohol y las drogas. Se creía superior por ser un Alpha. Lo había criado para ser uno de ellos, pero cuando él segundo sexo del pequeño fue descubierto, lo único que ganó fue la paliza que su padrastro le proporcionaba en este momento.

Después de unas dos horas se abrió la puerta. De esa salió muy enojado, ese Alpha, que procedió a irse de la casa, no sin antes proporcionar un azoton de puerta. Rápidamente la madre de Kazutora entró a la habitación.

Pudo ver a su hijo tirado en el suelo, lleno de moretones y golpes por todos lados. Se acercó lentamente a él, y como ya era rutina fue por el botiquín de primeros auxilios para curar a su hijo. Siempre se lamentaba de la forma en que vivían, teniendo que aguantar a un abusador, pero no tenían de otra. Era eso o vivir en la calle.

El padre biológico de Kazutora, los abandono apenas el pequeño nació. Desde ese momento su madre, tuvo que buscar opciones para que su hijo tuviera una cama y un techo.

Intentó miles de veces conseguir un trabajo, pero se lo negaban por el simple hecho de ser una Omega. Después de algunas semanas de estar buscando trabajo, lo conoció a él. No le hacía caso, pero él se mostró como todo un caballero, y asi ella cayó ante sus encantos. Pero era un error del que muy pronto se arrepentiria. No conocía esa parte de él, hasta que un día empezaron los abusos contra ella y su pequeño.

Quería irse, incluso una vez lo intentaron, pero todo era inútil. De alguna o otra manera el los traía de vuelta. O ellos regresaban, con tal de no morir de hipotermia en la calle.

Terminó de curar a su pequeño que solo la veía con él ceño fruncido.

Mamá ya no quiero esto.- Acomodo algunos de sus mechónes de cabello, que impedían verla.- Por favor, largemonos de aquí.

Mi cielo, sabes que no podemos.- Acomodo con sus manos los cabellos del menor.-El nos encontraría.

Pues cambiemonos de país, fingamos ser franceses.-

Quieres irte a Francia, y ni decir hola en inglés sabes.- Repartió algunas caricias por su rostro. Era muy parecido, al rostro de la persona de la que alguna vez estuvo enamorada.

Mi niño.- Solto de repente, era hora de que tuviera una pequeña charla con el.

Si, mamá?.-

Alla afuera hay mucha gente mala, por eso te pido que te cuides mucho. Muchos se querrán aprovechar de que eres un Omega, por eso siempre ve, donde vaya mucha gente, así estarás más seguro, nunca vayas por lugares poco transitados.- Ojalá alguien le hubiera dicho eso, a ella antes.

Kazutora no hizo más que asentir, con la cabeza.

Por semanas cumplió la petición de su madre. Pero un día en particular, se le hizo tarde. Así que decidió tomar un atajo, Mala idea.