Mingyu veía con atención el reloj, faltaban cinco minutos para que terminen oficialmente las clases y Wonwoo se estaba demorando. Apoyaba su codo en la mesa recargando su cabeza en su mano viendo con atención el reloj, el encargado de la biblioteca estaba ausente.
Después de finalizar clases el día anterior, Mingyu regresó a casa con mucha felicidad, pues pasaría tiempo con Wonwoo, y tendría una plática sobre lo sucedido años atrás, mientras que Wonwoo fue acompañado por Jihoon a comprar ropa, todo el día de hoy Wonwoo lo había terminado ignorando, ahora lo estaba esperando con ansias.
La puerta se abrió escuchando un par de voces, viendo como Wonwoo entraba con Jihoon platicando de algo.
—¿Estás seguro que no quieres que te espere? –preguntó Jihoon quedándose en la puerta.– Se vuelve muy oscuro una hora después de clases.
—Intentaré irme rápido. –dijo Wonwoo.– Además, mi mamá piensa que estaré contigo después de clases, me harás un gran favor si llama de repente a tu casa.
—Está bien, tengo que irme. –Jihoon dio la vuelta topándose con el director, dejándolo pasar. Wonwoo se acercó a Mingyu esperando las indicaciones del director.
—Lee. –le dijo a Jihoon, y este simplemente dio una reverencia. Después se acercó a ambos alumnos.– Muy bien, tienen suerte que no los juntara con los demás alumnos que están en detención, aquí Mingyu prestará atención.
—Me ofende, director Choi. –achicó los ojos al escuchar las palabras del director.
—Las reglas son estas, me entregarán sus celulares, no puede ingresar nadie mas aparte de ustedes dos durante esta hora, pueden tomar cualquier cosa que ocupen siempre y cuando la devuelvan a su lugar, hay baños aquí así que la puerta estará cerrada, no quiero gritos, discusiones, peleas o los mandaré a detención junto con un citatorio a ambos, ¿entendieron?
—Si, director Choi. –Mingyu contestó con un tono de burla, Wonwoo simplemente asintió.
—Los celulares. –extendió las manos. Ambos apagaron su celular y se lo entregaron al director.– Los sacaré en una hora, así que pórtense bien. –y salió de ahí. Mingyu le saco la lengua una vez se fue de ahí.
Wonwoo se sentó enfrente de donde Mingyu estaba sentado para recargar su cabeza en la mesa boca abajo, Mingyu se sentó en su lugar observando al chico.
—Esto es una pesadilla. –murmuró Wonwoo. Levantó la vista a Mingyu.– Una hora, contigo, encerrado. ¿Qué tan mal puedes estar para que me obliguen a hacer esto?
—Mi psiquiatra dijo que tenía dependencia a llamar la atención con diferentes motivos. –habló con sinceridad.– Desde la secundaria comencé a bajar mis calificaciones por depresión, Seungcheol, el hijo del director me ayudó a elevarlas el primer año, pero después de eso comencé a ser llamado a la oficina del director por problemas escolares. –Wonwoo se quedó callado ante aquello, viendo como Mingyu jugaba con sus manos.– Me dijeron que este comportamiento se debe a la pérdida de algo, que está tratando de buscar su reemplazo.
—¿Qué fue lo que perdiste? –Wonwoo mantenía la voz baja, como si de un secreto se tratase.
—A mi mejor amigo. –declaró.– Mamá me llevó a diferentes psicólogos con diferentes tratamientos pero me he negado, hasta que no lo vuelva ver no pienso obedecerla.
—Lo siento... yo no sabía. –Mingyu sonrió por lo tierno que comenzaba actuar Wonwoo.– ¿Quieres empezar esto?
—Tengo una pregunta. –Wonwoo lo observó confundido.– ¿Me odias? –Wonwoo soltó un suspiro, no lo odiaba pero si estaba molesto con él, por su culpa había gastado el dinero que tenía ahorrado, y no tenía nada, había deseado comprar esa guitarra como regalo de cumpleaños, ahora estaría sin regalo.
