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Era una mañana común, se removía en su cama con los ojos pesados, la luz del Sol comenzaba a molestar en su rostro, lo que lo obligó a despertarse por completo, su vista fue borrosa gracias a los intensos rayos del Sol lo que lo obligó a cubrirse con su mano.

Se levantó tomando los lentes que tenía en la mesa de noche y se los puso. Dejó escapar un bostezo para salir de su cama, mirando la hora en su celular, eran las ocho de la mañana.

—Mierda, las clases empiezan en una hora. –tomó la ropa que estaba encima del ropero lista para usarse ese día, y rápidamente tomó una ducha.

Una vez listo bajó a la cocina de su casa siendo recibido por un aroma agradable. Vio a la mujer de pie con una sonrisa y la abrazó.

—Te has levantado tarde, tu padre se fue pensando que irías después. –habló la mujer tomando un plato y sirviendo su comida.

—No escuche la alarma del celular, ¿podrías darme dinero? Te lo pagaré la próxima semana. –hizo un puchero. La mujer soltó un suspiro.

—Toma. –le entregó dinero que tenía guardado en su monedero.– Date prisa y empieza a comer, es tu primer día de clases en una escuela nueva.

—¿Por qué sugeriste que aceptara la beca? –preguntó con molestia, odiaba cambiarse de escuela cada que tenía oportunidad.– Estaba bien en la anterior.

—El amigo de tu padre te regaló la beca, además, adoras demasiado a Jihoon, de seguro te ponen en su aula. –Se sentó a comer los panqueques que había preparado, vertiendo mermelada en ello.– Wonwoo, ¿hasta cuando te destiñeras ese pelo? –preguntó poniendo las manos en su cintura.

—Me diste permiso cuando cumplí diecisiete, este semestre cumplo los dieciocho, legalmente seré mayor. –dijo con la boca llena de panqueque.

—Ya entendí, fue mi culpa, apresúrate y vete a clases.

—Gracias por correrme. –se levantó de la mesa viendo que era tarde.

Tomó su mochila con las cosas adentro, sacando su celular para abrir la aplicación de transporte, pidiendo un taxi particular que llegaría en minutos. Salió de su casa para esperar afuera el auto que pasaría por él.

Mingyu era empujado por sus dos amigos y compañeros de clases hacia su aula, ese día sentía un dolor de estómago que terminó con un vómito mañanero, pero su madre lo había obligado a ir a clases. Se negaba a entrar a clases, pero sus amigos fueron más fuertes que él y lo dejaron sentado en la banca.

—Quiero irme a casa. –murmuró con pesadez, su cara estaba pálida.

—Deberías ir a la enfermería si te sientes mal. –Un compañero pasó a su lado para sentarse atrás. Mingyu solo lo miró entrecerrando los ojos.

—Jihoon es tan molesto a veces. –declaró uno de sus amigos.– A veces pienso que se cree demasiado por sacar buenas calificaciones.

—Cállate Myeongho, ¿no ves que su padre es parte del consejo familiar? –Mingyu los veía discutir, y dejó caer su cabeza contra el pupitre.– Se murió.

—Se jodió.

—Mingyu, anímate, hoy será un día fantástico. –Seokmin, su otro amigo, se sentó enfrente de él tratando de darle apoyo.

—Para la próxima ya entendió que no debe saltarse clases porque los días que se enferme no podrá faltar. –se burló Myeongho, y Seokmin se rió con su comentario. Mingyu levantó la mirada.

—Los odio tanto.

—Lo sabemos, Mingyu, lo sabemos.

Las clases dieron inicio gracias al sonido del timbre, Myeongho y Seokmin dieron pequeñas palmadas en la espalda de Mingyu para darle ánimo, para después ir a su lugar. Mingyu cerró los ojos por el intenso dolor y náuseas que sentía.

El tutor de clase entró a primera hora del lunes, como siempre, atrás de él venía un chico nuevo con el cabello grisáceo se posicionó a lado del profesor quien simplemente dejó la lista a un lado y recibió la hoja de ingreso del nuevo.

—Jóvenes, les vengo a presentar a su nuevo compañero de clases. –Mingyu levantó la cabeza al profesor, viendo al chico que lo acompañaba.– Jeon Wonwoo. –lo presentó. Mingyu se quedó con la boca abierta al ver a Wonwoo de pie, su mejor amigo de la infancia.– Preséntate.

—Soy Jeon Wonwoo, tengo diecisiete años, espero llevarme bien con ustedes. –hizo una pequeña reverencia de saludo. Las chicas alrededor de Mingyu comenzaron a murmurar lo guapo que era, mientras que Mingyu seguía sin salir de su transe. La mirada de Wonwoo se posó en él, mirando con asombro y después hizo una sonrisa.

—Al lado de Kim hay un lugar vacío, puedes ocupar ese.

Wonwoo caminó hacia la dirección de Mingyu, quien no dejaba de verlo, cada uno de sus movimientos hasta que se sentó a lado. Mingyu se quedó desconcertado, habían pasado años desde que dejó de tener comunicación con él después de que sus padres lo adoptaran, y además, cierto incidente había ocurrido en ese entonces.

Mingyu no dejó de sentirse nervioso en clase, y más cuando el dolor de estómago y las náuseas estaban presentes, quería ir a devolver el estómago pero no quería salir de clases hasta hablar con Wonwoo. La clase había finalizado, y Mingyu pudo respirar tranquilo en ese momento, era ahora o nunca. Quería hablar con él, pero Wonwoo se levantó de su lugar yendo un lugar más atrás y se sentó en el pupitre de alguien, de Lee Jihoon.

—¿Qué quieres, Jeon? –habló con malhumor.

—Invítame a comer, Hoonie. –dijo con una sonrisa.– Sé que tienes dinero guardado.

—¿Qué pasó con el tuyo? Creí que tu padre te da a diario. –dijo Jihoon viendo la sonrisa de complicidad de Wonwoo.

—Veras... Hay una guitarra de edición limitada que se venderá el día de mi cumpleaños, y bueno, la preventa sale la próxima semana, así que quiero comprarla. –Jihoon se recargó en su asiento cruzándose de brazos.– Mi papá no sabe que la compraré y que estoy ahorrando todo el dinero que me den. Por favor~

—Está bien, ahora quítate de mi lugar o te pegaré.

—Gracias Hoonie. –le hizo un pequeño guiño con el ojo, y volvió a su lugar.

Mingyu vio la escena como un tercero, notando como Wonwoo lo ignoraba por completo, ni siquiera lo había visto o lo notó, creyó que sí cuando su mirada se posó en la de él, pero se equivocó, todo este tiempo había mirado a Jihoon. Se sintió tonto.

—Ugh. –soltó un quejido al sentir que su estómago comenzaba a devolver lo poco que quedaba en ello, poniéndose más pálido. Se levantó de su lugar saliendo del aula y salió directo al baño, mientras sus amigos lo siguieron.

Remember Me - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora