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—¡Feliz Cumpleaños! –alzó la voz en el salón de clases, sosteniendo en sus manos un pequeño regalo envuelto con papel de color rojo y un moño azul. Wonwoo miró lo que Mingyu traía en manos.– No sabía que te gustaba, así que compré una caja de galletas para que puedas compartir con tus hermanos.

—¿Por qué desperdicias tu dinero en mi? –preguntó tomando la caja entre manos, Mingyu se sintió apenado por ello.– Gracias.

—Quiero darte muchos regalos. –comentó con felicidad en su rostro.– Eres mi mejor amigo.

—¿Yo? –Wonwoo levantó la mirada a Mingyu que solo sonreía asintiendo ligeramente la cabeza.– Eres raro, la gente cuando me ve simplemente me ignora.

—Eso es cruel, yo no lo haré, lo prometo. –levantó la mano en señal de promesa, manteniendo aún la sonrisa.

Wonwoo metió la caja de galletas en su mochila para que no estorbara durante clases. Comenzó a escuchar murmullos en el salón, levantando la vista, muchos de los niños lo miraban como si de un extraño se tratase, no era la primera vez que comenzaron a hacerlo, estaba harto de ser el centro de atención y de burlas dentro del salón.

—Wonwoo. –el mencionado levantó la cabeza notando que Mingyu estaba cerca de su rostro, muy cerca. Provocando un sonrojo y que se apartara de él rápidamente.– Saliendo de clases, quiero llevarte a una parte.

—N-no puedo. –se sintió nervioso en ese momento.– Me han dicho que regrese a casa directamente de la escuela.

—Solo será hoy, por favor. –Mingyu hizo un puchero, el mayor simplemente lo miraba con gracia por cómo se veía.

—Está bien... supongo que llegué tarde una vez no será mucho problema. –Mingyu estaba feliz con eso.

Wonwoo seguía a Mingyu a un lugar extraño para él, estaba a un metro de él viendo como caminaba alegremente mientras él sentía el peligro de que lo regañaran. Mingyu lo llevaba al parque más cercano de la escuela, donde visitaba los fines de semana con su padre, pasaron por la zona de juegos hasta llegar a un árbol lejos de la gente. Mingyu se sentó en el césped esperando que Wonwoo hiciera lo mismo, al poco tiempo lo hizo quedando bajo la sombra del árbol frondoso.

—¿Qué hacemos aquí? –preguntó confundido, abrazó sus piernas con un poco de temor.

—Quiero que este sea nuestro lugar, donde estemos los dos solo sin nuestros compañeros de clase. Tú y yo, solos. –Mingyu se giró a verlo, y Wonwoo imitó su acción.– Me gustas. –Sintió un enorme silencio donde simplemente se escuchaba su corazón latir, bajó la mirada evitando que note lo nervioso que comenzó a estar.– Quiero que seamos mejores amigos por siempre.

—Sí... –murmuró.– Mingyu, me haces feliz. –sonrió.– Quiero que estemos juntos, por siempre.

Aquellas palabras eran signo de una promesa que ambos hicieron, esa promesa que los marcaría para siempre en sus vidas.

Mingyu se recostó en el pasto, y Wonwoo hizo lo mismo, ambos estaban cercas uno del otro y a Wonwoo le gustaba aquello, admiraban el cielo azul que se reflejaba por ser un poco más del medio día.

—Wonwoo. –Mingyu lo miró, y este correspondió a su mirada con una sonrisa. Le tomó por sorpresa lo que Mingyu hizo. Posó sus labios sobre los del mayor sin intenciones de nada, un roce inocente por parte de él, Wonwoo miraba sorprendido aquello, viendo como Mingyu mantenía ojos cerrados, y luego se separó.– Con eso estará firmada nuestra promesa. –Se levantó del suelo extendiendo la mano a Wonwoo.– Vamos a casa.


En una semana, Mingyu se encontraba de pie bajo aquel árbol esperando a Wonwoo. Había pasado una semana de lo ocurrido, y el mayor de ambos le había citado con anterioridad mientras se encargaba de unas cosas en la escuela. Comenzaba a desesperarse pensando que se trataba de una broma, estaba dispuesto a irse cuando vio a Wonwoo correr hacia él y abrazarlo fuertemente provocando que casi cayeran al suelo.

Remember Me - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora