•un favor•

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•[Post game]•

-¿¡Pero cómo te puedes resfriar en pleno verano!?

Esa mañana, Hinata se había levantado con la sorpresa de que Komaeda se había puesto enfermo. Tenían que ir a trabajar pero el albino no estaba en condiciones de ir.

-¿Y ahora qué hacemos? Togami dijo que la misión de hoy era importante y que si no íbamos, nos la íbamos a cargar, ya que el resto de nuestros compañeros están ocupados con otras tareas. Miedo me da lo que tenga pensado ese hombre. - Dijo Hinata, mientras apoyaba su mano sobre su frente, intentando pensar en qué hacer.

-No te preocupes, Hajime, ve tú. Yo me quedo aquí. De todos modos, tú sí puedes ir a trabajar. El que está enfermo soy yo, jeje. - Respondió Komaeda, mientras sonreía.

-¿De verdad te crees que te voy a dejar solo? Solo tienes fiebre pero aún así parece que te va a dar algo. No me atrevo a dejarte aquí sin que nadie esté viéndote.

-Pero Hajime, tú... - Antes de poder terminar su frase, el castaño lo interrumpió.

-¡Ah, ya sé! Si no recuerdo mal, Mitarai libraba hoy. Tal vez podamos hablar con él e intercambiarnos los días libres.

-Hajime, eso es mucha molestia. No deberíamos hacer que el pobre Mitarai-kun trabaje hoy por culpa de alguien como yo...

-No digas eso. Sabes que él está siempre dispuesto a ayudarnos en todo lo que pueda. No creo que le importe.

-Pero...

No pudo terminar su frase, ya que Hinata cogió su teléfono y llamó a Mitarai. Después de un par de minutos, colgó con una sonrisa en su cara.

-Buenas noticias, Nagito - Dijo enfocando su mirada en el contrario. - A Mitarai no le importa en absoluto. Dice que se lo va a comunicar a Togami.

-Aún así, me da pena que tenga que ir a trabajar por mi culpa...

-No es tu culpa ponerte enfermo. Lo importante ahora es que te pongas bien pronto, ¿vale? - Le respondió mientras le cogía la mano.- Y ahora que está solucionado el tema, vete a dormir un rato más, que cuanto más descanses, más rápido vas a recuperarte. - Dijo esto mientras lo obligaba a tumbarse en la cama - Después hablamos, cariño. - Le dio un beso en la frente y salió de la habitación.

• • • •

Pasó una semana. Hinata estuvo cuidando todos los días a Komaeda: le hacía la comida y se la servía en la cama, le daba los  medicamentos que debía tomar el albino y, obviamente, le dio en todo momento compañía. Gracias al empeño del castaño, Komaeda se recuperó más pronto de lo que él pensaba.

Estaban a lunes y hoy debían volver al trabajo. Hinata estaba durmiendo tranquilamente en la cama. Estaba teniendo un buen sueño hasta que este se vio interrumpido por un olor extraño, lo que hizo que el castaño se levantase alterado. Vio que a su lado no estaba Komaeda y que había un olor muy fuerte a quemado. Rápidamente, salió de la habitación y bajó corriendo las escaleras.

-¡Nagito! ¿¡Estás bien!? - Gritó, esperando a que el peliblanco le respondiese.

-¡Oh, Hajime! ¿Ya te has despertado?

La voz de Komaeda provenía de la cocina. Hinata salió disparatado hacia allí. Lo que vio fue a su marido lleno de ceniza y con la cocina hecha un desastre.

-Eh...¿se puede saber qué has hecho? Lo que menos me podía esperar era verte así a las 5 de la mañana.

-B-Bueno...me había entrado hambre y decidí calentar la comida que sobró ayer en el microondas...

Comfort Zone •[Komahina]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora