primera parte

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el húmedo ambiente del lugar me ponía los pelos de punta, podía ver a los demonios  esparcidos por todos lados borrachos, demonios cambia forma.
Nunca voy a entender porque un ser que puede tomar el aspecto que quiera era tan inquietante. Los demonios cambia forma son demonios asexuales que pueden tomar la forma de una mujer o un hombre, lo que hacía  difícil saber a simple vista si están emulado a uno o al otro.

Evito mirar a mi alrededor pero las paredes oscuras y la escasa luz en el techo hace que las velas de las mesas le den un aspecto aun más terrorífico a los extraños rostros. Estos demonios no suelen mezclarse con el mundo humano a menos que tengan que llevar algún recado, claro recaderos desagradables mal vestidos y con un aspecto horrible, piel con verrugas o granos, con la nariz demasiado grande o demasiado pequeña. Y a veces muy, pero muy flacos o muy gordos.
Mientras observaba a los demonios me daban ganas de traerme un par de revistas con modelos para que cambiaran su aspecto a algo más... deseable. Me encogí de hombros mentalmente porque después de todo, no eran de mi incumbencia y a estos demonios no les agradaban los humanos.

Yo en cambio, una  humana o por lo menos así empecé siendo hace ya mucho tiempo, carne humana en mi huesos y siempre he estado orgullosa de ello. Aunque por dentro, el poder que fluctúa haciendo los ojos color caramelo brillar de una forma muy poco humana suele mantener a los demonios o otras especies alejados de mi. Me miran con rencor, incluso me muestran sus colmillos  gruñendo  pero desde lejos.
Cuerpo en apariencia humano excepto por mis ojos.  Un cuerpo lleno de poder vibrante y ágil,  Rápido y fuerte, inmortal.

Estaba sentada a la mesa, una vieja mesa de madera sucia, porque estos demonios además de ser feos como la mierda  no tienen ningún respeto por la  limpieza, es como si no conocieran la palabra limpio, no existe en su idioma así que aquí estoy  esperando a mi contacto. Mi contacto un oráculo de 400 años de edad, bastante joven para nuestros estándares de edad pero poderoso, como ningún otro oráculo haya nacido antes y según ella ninguno que nacerá después tampoco, por lo que tenia a las brujas y hechiceras  cuidándola, lo cual es bastante difícil porque este oráculo suele ir donde quiera y cuando quiera como citarse conmigo en un bar de mala muerte lleno de demonios cambiantes, justo en la entrada del infierno. 

una mesera me trae una copa de sidra que estaba esperando, bebía mi bebida poco a poco el sabor dulce de la fruta me daban un poco de nauseas junto con el sabor del fermentado, no era un licor  de muy buena calidad, suspire con frustración y no debí haber esperado nada mejor en un lugar como este, una sensación de pánico me invadió haciendo que el aire que entraba a mis pulmones no pareciera suficiente, mire hacia la entrada del recinto disimuladamente pero no había nadie solo el guardia  con aspecto de anciano demacrado. volví a mirar a mi alrededor y por lo que parecía no solo yo lo había sentido por que todo el mundo estaba mirando hacia la entrada a pesar que nada estaba allí, o por lo menos nada hace 3 segundos por que ahora si que había alguien o algo mejor dicho. un hombre rubio y guapo grande y poderoso ojos celeste claro y brillantes con el poder bajo el. de pie en la entrada mirando con desagrado a los comensales del lugar, bueno eso lo podía entender los demonios de aquí no eran los mas guapos, pensé distraída mientras me daba cuanta que cada mirada  estaba en el demonio en la entrada del  bar,  un dominio mayor.  me puse a repasar mentalmente las clases de demonología que eran obligatorias en el aquelarre, revisando punto por punto la  apariencia del demonio, los demonios mayores no pueden cambiar de forma, tal vez un glamur pero mi poder me permite ver a través de cualquier glamur. la voz de Eliana resonaba en mi cabeza -"los demonios mayores no pueden cambiar de forma ya que la cantidad de poder que poseen no puede ser contenido fácilmente y fueron creados con un cuerpo capaz de no desvanecerse  o quemarse por el poder contenido" - me encontraba mirando sus brazos, brazos fuertes dentro de una camisa negra y un anillo en su dedo del medio y justo en ese momento lo reconocí, las piezas encajando, un demonio mayor pero no cualquier demonio, sino que el demonio de la ira  Aamon. 

un  golpe en mi mesa me sobresalto. mire hacia  enfrente y ahí estaba sentada, sonriente, medio loca y hermosa. con el pelo rojo como el fuego y ojos verdes como los bosques, verde oscuro. - ¿ llegaste con él? -  le pregunte al oráculo apuntando con desdén al demonio, ella solo sonrió mas grande y miro a todos lados de forma desorientada - ¿ con quien? - susurro, con una expresión que decía claramente que no hablaría sobre eso. bien, lo dejaría, de todas formas los demonios no son mi problema - ¿para que me querías ver en este... este encantador lugar? - pregunte fingiendo simpatía ella rio bajo.  - te he visto últimamente - susurro media ida - aburrida, sola y mas aburrida incluso tus propias emociones, no son mas que una sombra de lo que solían ser - me miro a los ojos de pronto muy enfocada - la  guerrera, la espía, la asesina pasando el día en el sofá de su casa. - la mire sin expresión -  ¿Qué mas haría? -  pregunte encogiéndome de hombros - la guerra termino hace años  Taffy  y gracias a ti - le respondí con agradecimiento pues la guerra, eso es lo peor que le puede pasar a alguna facción y las brujas casi habían desaparecido en la ultima guerra hace 300 años atrás, por lo que los aquelarres eran formados por unas pocas ancianas sobrevivientes y un montón de iniciadas, adolescentes pero por lo menos teníamos mas adeptas cada año . - bueno - comenzó nuevamente - he visto algo nuevo - dijo el oráculo y todos mis múlcalos se tensaron - ¿será malo? - le pregunte - ella no respondió y continuo - las barreras bajaran y las facciones sobrevivirán o se extinguirán, el mundo esta en peligro y no es solo  nuestro mundo, incluso el mundo humano se vera afectado esta vez ¿sabes lo que es una línea ley?  - pregunto de repente - si - susurre conmocionada por la predicción - bien - sonrió - conoces su extensión en este y otros mundos - me miro con alegría - sabes que si - respondí ya que en la anterior guerra mi tarea era viajar entre mundos espiando y asesinando hasta que el aquelarre me envío al frente de la batalla -     ella sonrió. - ¿sabes que hay mundos aun cerrados para nosotros? - me pregunto - todos saben eso, esos mundos están prohibidos por los dioses - respondí un poco asustada y nerviosa - además no se puede llegar a ellos están en sistemas cerrados sin portales abiertos - añadí - pero no siempre ha sido así - ella susurro como contándome un secreto - hubo un tiempo en el que las puertas estaban abiertas  y muchos de esos otros mundos viajaron a este, plantando la semilla de la vida aquí y nos llenaron de diversidad y nosotros nos separamos en facciones, pero si hubo un tiempo en el que estaban abiertas solamente que a alguien se le ocurrió cerrarlas. - termino de contarme - y tu ¿sabes porque?- le pregunte, ella suspiro con frustración - no, no lo se, no puedo verlo. cuando lo intento es solamente oscuridad - me miro y volvió a sonreír - necesito que lo averigües y se me ocurrió una idea -   dijo feliz de la vida. ella se levanto de la mesa y recito un hechizo en silencio que incluso con mis 2mil años de edad nunca había escuchado, un portal se abrió y no sabia a donde conduciría así que me aleje poco a poco del portal  mire a mi alrededor y todos los demonios corrían fuera del restaurant menos Aamon que miraba divertido la situación al otro lado de la barra del bar  - ¿Qué haces? - le grite nerviosa - un experimento - me respondió mientras reía - ahora sabremos por que se cerraron, sabremos si podemos confiar en que nos ayudaran, y Sabre,  podre ver la profecía completa para saber si es la extinción de nuestra especia - ¿Qué especie? - pregunté asustada -  la de los inmortales -  me susurro en el oído, se había movido tan rápido que no la había visto, tan ágil  y silenciosa  ella sonrió con deleite y locura y con una patada me envío hacia el portal. 

cai y cai cada vez mas profundo a donde  sea que me haya enviado - Taffy! Taffy ! - grite cuando mi trasero golpeo el pasto, pasto verde oscuro como el color de los ojos de la loca del oráculo, no hubo respuesta excepto por unas antorchas que podía vislumbrar  a lo lejos.  -  te cortare los brazos puta loca - susurre con rabia. de pronto un pinchando me sobre sato mire mi brazo y tenia un dardo, con una cola dorada y puesto en una flecha, mis ojos empezaron a pesar, mi visión se volvió borrosa y caí. 

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