Extra 2

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"Día cero"

La luz entró por su ventana, dándole directamente en los ojos, por lo que, dada la incomodidad, frunció el ceño. Se removió un su cama, buscando el cuerpo con el que había dormido la noche pasada, pero no lo encontró. Abrió los ojos con pesadez, soltó una queja al revisar su habitación y darse cuenta de que su novio no estaba ahí. Se levantó de la cama aún un poco adormilado, y bajó las escaleras lentamente, dirigiéndose hacia la cocina, en donde encontró a Bang Christopher preparando el desayuno mientras cantaba alegremente una canción. Minho restregó sus ojitos, y sonriendo se acercó a abrazarlo por la espalda.

-Buenos días, bebé.-dijo Christopher sonriendo, mientras aún terminaba de servir los panqueques que había hecho para su novio.

-Buenos días.-la voz del chico sonó un poco ahogada por la posición en la que estaban, por lo que decidió romper el abrazo.

-¿Qué tal dormiste?-

-Muy bien.-Minho veía con una sonrisa de oreja a oreja como su novio iba de aquí para allá, arreglando los últimos detalles de la mesa.

-Me alegra. Ahora, a comer.-

(...)

Minho formó un puchero cuando escuchó la noticia que su novio le dio, este soltó una risa y le dio un corto beso.

-¿En serio te tienes que ir ya? ¿Entonces no podrás acompañarme a la casa de Jisung?-estaba un poco triste, pero los mimos que Christopher le daba, realmente compensaban todo.

-No lo creo, bebé.-dijo, acariciando suavemente los cabellos castaños.-Antes de que despertaras, mamá me envió un mensaje diciendo que iremos a Australia por unos días a visitar a mis abuelos, nos vamos en un par de horas.-Minho asintió con una mueca triste, aferrándose un poco más a su novio.-Lo siento...-

Lo que dijo era cierto, pero había una razón más, bastante aceptable, para no acompañar a Minho, y esta era que, a Christopher realmente no le agradaban los amigos de su novio. No sabía por qué, no podría describirlo con exactitud, pero ninguno de los tres chicos le inspiraban suficiente confianza. Y definitivamente el que más alertaba absolutamente todos sus sentidos era Han Jisung. Y no era por una cuestión de celos, porque sí, Christopher estaba al tanto del enamoramiento que Jisung tenía por Minho, era obvio para muchos. La razón de su antipatía iba por otro camino.

Incluso así, Christopher dejó que su novio fuera a aquella reunión en la casa de Han completamente solo.

Ese podría considerarse el peor error de su vida, un error que jamás podría perdonarse a sí mismo.

(...)

Eran aproximadamente las diez de la noche, cundo los tres amigos llegaron a la casa de Jisung.

Ni las bebidas, ni los bocadillos, ni la música se hicieron esperar. Los jóvenes aprovechando al máximo que el señor Han no estaba en casa y que no volvería en días, incluso semanas.

Un par de horas después Ryujin se había sentado en el suelo junto a Changbin, mientras que Minho estaba en el sofá con el dueño de la casa recostado sobre sus piernas. Absolutamente todos los presentes tenían al menos una botella de cerveza en la mano, cabe destacar que habían varias de ellas en el suelo también, pero su contenido ya había sido bebido.

Minho miró la hora en su teléfono, era pasada la media noche, así que cerró los ojos por unos segundos, con la intención de volverlos a abrir un par de minutos después, pero sin querer, el alcohol hizo efecto y cayó dormido.

Se despertó sobresaltado por unos gritos, miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba solo, en la habitación de Jisung. No tenía idea de cómo había terminado ahí, puesto que recuerda perfectamente haber estado en la sala. Miró el reloj en la mesita de centro de su amigo, este daba las tres de la mañana exactas.

la muerte de lee minho [lee minho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora