Capítulo 2: Seo Changbin

572 87 39
                                    

Jeongin inició con sus planes al día siguiente de haber escuchado aquella conversación.

Decidió comenzar con el primer amigo que tuvo Minho en la escuela, o como él le decía: El sospechoso uno.

Más conocido como Seo Changbin.

Esa mañana Yang llegó un poco más temprano de lo usual. Se encontraba apoyado en una de las paredes cerca de la entrada de la escuela, que asimismo también estaba cerca de los casilleros. En sus manos tenía el periódico del día y fingía que lo leía cuando Seo Changbin llegó. Jeongin dobló un poco de la parte superior del papel, dejando libre sus ojos y observando atentamente cada acción del azabache.

Analizó sus movimientos corporales, y se extrañó un poco. Changbin llegó con la cabeza baja y los puños apretados, se detuvo cuando llegó al casillero de Minho, pero no se giró a ver la foto de su altar. Sus hombros estaban tensos, pero solo atinó a soltar lentamente el aire de sus pulmones y seguir su camino hacia su propio casillero con los ojos apretados, entonces ocurrió algo incluso más raro.

Una de sus colegas lo detuvo.

La maestra había entrado a trabajar ese año, Jeongin no había hablado mucho con ella, solo sabía que se llamaba Sunmi, pero le sorprendió mucho la mueca de desagrado que Changbin le dedicó. No sabía que Sunmi podía ser tan mala como para que el menor ni se molestara en ocultar su odio.

-Necesito hablar contigo.-dijo ella, sorprendiendo a Jeongin por la confianza que parecía tener sobre Seo, pero más le sorprendió la respuesta de este.

-No quiero, lárgate de mi camino.-Changbin intentó zafarse de su agarre, pero la mujer no lo dejó.

-Más te vale que lo hagas, o sino ya sabes las consecuencias.-el chico se tensó.

-No sabes cuánto te detesto.-murmuró.-Ven a casa a las siete.-la mujer sonrió satisfecha y dejó que Changbin se zafara de su agarre.

Jeongin casi se atraganta con su propia saliva. Bueno, no quería sacar conclusiones adelantadas, pero esa interacción entre ellos realmente no se veía normal. Yang estaba dispuesto a seguir a Seo hacia el aula en donde, curiosamente, también le tocaba impartir clases en un par de minutos más, todo con tal de tener algún tipo de explicación por parte del menor. Pero entonces vio a Lee Felix entrar y dirigirse a su casillero. El rostro del pecoso gritaba desde lejos que había estado llorando toda la noche, se encontraba cabizbajo y jalando levemente los mechones de su rubio cabello mientras buscaba un libro.

Eso también le preocupó en demasía, pero cuando intentó acercársele para hablar con él, el timbre resonó por todo el lugar, indicando el comienzo de las clases. Felix sacó rápidamente su libro de ciencias, cerró su casillero y corrió hacia el laboratorio.

Con un suspiro, Jeongin guardó el periódico en su maletín, diciéndose a sí mismo que hablaría con el menor a la hora de almuerzo, y caminó hacia el aula en donde vería también a sospechosa dos y sospechoso tres.

Antes de ingresar, se encontró a los tres chicos mencionados anteriormente, formando un círculo en donde cuchicheaban algo que no pudo escuchar porque se dieron cuenta de su presencia y entraron rápidamente al aula, pero sí pudo ver que Jisung tenía un leve tic en el ojo y Ryujin movía sus dedos sobre su regazo.

Ambos significaban señal de nerviosismo.

Negó con la cabeza y entró sin mirar cuando los alumnos se levantaron en señal de respeto, tan solo fue directamente hacia su escritorio, dejó sus cosas y ordenó que abrieran su libro en la lectura de la página trescientos diez.

Las dos horas que duraba su curso habían pasado más rápido de lo normal, y no habló con Seo en ningún momento, aunque de todas formas no dejó de observarlo todo lo que pudo.

la muerte de lee minho [lee minho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora