Historia de una cazadora. [Fanfic teen wolf (derek hale)]

Luz, tinieblas y oscuridad. (parte 7)

Han pasado algunas semanas desde el cumpleaños de mi hermana, papa ya le levantó el castigo aunque no le hace mucha gracia que vea a Scott, aunque ella sigue quedando con el igual, sé que entra por la ventana, en más de una ocasión e distraído a mis padres para cubrir la ausencia de mi hermanita o la presencia de Scott en su habitación, soy su gran compinche, por otro lado he seguido quedando con Derek, a veces viene a mi casa, aunque no me gusta eso, lo veo demasiado peligroso, generalmente lo veo cuando voy al bosque a correr, o voy a su casa o el viene al instituto, nadie sabe lo nuestro, ni Scott ni mi hermana, a mi hermana no se lo cuento porque tendría que explicarle porque escondo a Derek y desvelarle los oscuros secretos familiares y a Scott no le decimos nada porque Derek dice simplemente que no es de su incumbencia. Derek me contó sobre la “visita” de mí tía Kate a su casa y su intento de matarle y la advertencia de que no se acercará nunca jamás a mí, eso me mosqueo mucho pero el me pidió que lo dejara estar o ella sabría que nos veíamos. Derek y yo estamos empezando una “relación” por decirlo de alguna manera, no le hemos dado nombre ni nada a lo nuestro, solo sé que cuando estamos juntos estamos a gusto, aún no nos hemos acostado debido a que nunca es el momento ni el sitio idóneo, tenemos demasiada tensión por el tema alpha y el tema de mi familia y de que mi tía ande por aquí, ha habido ocasiones en que casi pero el cómo le hace gracia que sea virgen quiere que sea “especial” no un polvo rápido y con la angustia de que mi familia nos pille, el alpha venga o vete a saber tu que, hasta que no se solucione la cosa nada, nunca pensé que pudiera tener esa faceta tan romántica, no le pega nada y es a veces un tanto fastidiosa, tengo 22 años y soy virgen por Dios, este chico es más raro...

Una tarde justo cuando iba a salir a correr y a entrenar un rato, Allison me para en el pasillo.

-Eli, tengo que hacer un trabajo para clase sobre la historia de nuestra familia, ¿tu podrías ayudarme?

Me quedé helada, no sabía que decirle, joder, ¿qué le digo yo ahora? No podía contarle nada sobre a lo que nos dedicamos ni nada así y la verdad es que lo que conozco sobre nuestra familia está entorno a lo sobrenatural...

-Yo ahora no puedo peque, voy a salir a correr y entrenar un poco para no perder la forma, ya sabes, pregúntale a papa, seguro que el sabe mucho sobre la historia de nuestra familia.

-Pero papa está trabajando ahora mismo y aparte en un rato vendrá Scott...

-¡Hay pillina! Estas coladita por el morenito ¿no?

Ella se ruborizo y asintió levemente.

-Bueno, ve al despacho de papa y toma apuntes ahí, si está muy ocupado y no puede atenderte cuando yo vuelva lo haré ¿de acuerdo?

-Vale, gracias Eli.

-De nada peque, ahora nos vemos.

Y con eso me fui a correr al bosque, fui en el coche donde llevaba conmigo mi arco, mis cuchillos y la Magnus que me regaló papa, a el le encantan las pistolas, a Allison el arco, yo soy más de dagas y cuchillos aunque el arco se me da muy bien, papa me enseñó a manejar muy bien todas las armas necesarias, nunca me gustaron mucho las pistolas pero las se usar bien, tanto las pequeñas como las más grandes, mi puntería es bastante buena, también me desenvuelvo muy bien en las peleas cuerpo a cuerpo, soy rápida y bastante fuerte para ser una mujer tan delgada, aunque he de decir que soy muy atlética, cuido muy bien mi forma.

Una vez en el bosque empiezo a correr, hago unos 5 Km hasta que vuelvo al coche, luego empiezo con las prácticas de tiro, tanto con cuchillos, como con el arco y la pistola. A las 2 horas del comienzo de mi entrenamiento llega Derek, le había pedido que viniera como casi todos los días para ayudarme a entrenar la luchas cuerpo a cuerpo y la defensa personal, el intentaba comedir su fuerza lobuna para no hacerme daño, pero a veces le pateaba el culo con tantas ganas y fuerzas que sin el quererlo acababa sacando sus zarpas, sus dientes y cambiando el color de sus ojos, cuando se ponía así era mejor relajarse o acabaría estampada en un árbol y el luego empezaría a quejarse y maldecirse por hacerme caso y entrenar conmigo, se preocupaba demasiado.