-Llegas tarde- Pronuncia mi padre al terminar de darle un trago a su vaso de jugo de naranja, -Ya no hay comida-.
O comes basura o nada, básicamente me dijo eso.
-Tiene razón padre, me retiro- Porque de igual manera si llegaba tarde al colegio se lo iban a reportar y eso equivaldría a castigo, evitemos eso.
-Espera voy contigo- Pronunció mi hermano menor, Jooheon, mi querida dulce abejita de miel, todavía con el bocado en la boca.
-Con calma, te espero en el auto, no quiero que te ahogues-.
-Minhyuk- Dijo mi padre todavía con mirada fija y penetrante hacía mí.
-Si, padre- De manera cortes respondí.
-No quiero problemas-.
-Así será padre, con su permiso- Jooheon miraba atentamente pero hacía caso omiso, era lo mejor, me adelante y salí lo antes posible de ese sofocante comedor.
En la entrada el auto con el chófer y el nuevo guardaespaldas de copiloto esperaban. Que estresante, un ciclo que nunca acaba o que al menos yo no veo fin.
Todos los guardaespaldas que vinieron hasta ahora siempre cayeron por mi cuerpo, intentaron defenderme o llevarme con ellos pero al final todos acabaron muertos.
Pero a estás alturas ya tampoco puedo hacer nada al respecto.
Avance lentamente al auto y cuando estuve a punto de abrir la puerta mi hermano gritó despavorido mi nombre.
-¿Qué sucede hermano?- Dejé la puerta del auto abierta y me acerqué a él pero paso de largo a lado mío y subió al auto.
-Ve en otro auto, olvidé que le había prometido a Changkyun que lo recogería y llegaríamos juntos a la escuela- Y enseguida la puerta del auto fue cerrada el chófer subió y sin más avanzó Jooheon nunca titubeó en siquiera voltear a mirarme.
Sigue enojado conmigo o simplemente ya me odia por completo, pero reitero que todavía sigo en la puerta principal del Castillo y al lado mío Hoseok permanecía en silencio.
No cuestionaba nada, de alguna manera eso me pareció agradable, alguien que no preguntará cosas que no sabría responder.
-Vamos Hoseok-.
-Si-.
Ir caminando suena absurdo ya que el colegio queda a diez kilómetros pero no es la primera vez que me voy caminando, puesto que ningún sirviente se tomaría la molestia de abrir el estacionamiento y darme acceso a las llaves de algún auto para mí, en realidad no lo permitirían, sólo tengo derecho a tomar el primer auto de la mañana y eso sólo si Jooheon no lo toma primero, lo difícil es que Changkyun sólo vive a dos calles de la escuela no veo la necesidad de que Jooheon lo llevé en carro pero no puedo argumentar ante eso, porque el está enojado conmigo.
-¿No prefieres que cargué tu mochila?-.
-No, así está bien-.
No pesa de todos modos, no traigo muchos útiles escolares, más que un lapicero y un cuaderno, mis compañeros ocasionalmente se han encargado de desaparecer mis libros y cuadernos y tampoco es como si los requiriera del todo, ya que los profesores me evalúan de distinta forma al resto.
Caminar entre el frío asfalto de la carretera y el bosque hizo un poco amena la mañana mientras amanecía, otra vez llegaría tarde y me castigarían o mis compañeros me esperaban con algunos de sus juegos, pero la compañía de Hoseok hacían que todas esas teorías fluyeran lejos de mi pensamiento, de vez en cuando me distraía viendo de reojo su perfil, alto, calmado con un aura inevitablemente dominante pero eso no me intimida de ninguna manera, todo lo contrario me hace sentir comodidad, como un sentimiento nostálgico y familiar.
-Hoseok-.
-¿Si?-.
-¿De casualidad nos vimos antes?-.
-¿Porque lo mencionas?-.
-Te siento tan familiar, pero no recuerdo de dónde o cuando-.
-Talvez, nos conocimos hace mucho tiempo, talvez no falté mucho para que lo recuerdes-.Abrí los ojos y tragué saliva, no sé, sus palabras causaron una fuerte impresión en mi, incluso mi corazón latió más fuerte, me sentí vivo y emocionado.
Cerré los ojos y suspiré, para calmar mi euforia, por primera vez después de mucho tiempo me sentí feliz, cómo cuando también lo conocí a él, hace siete años que no me sentía así de feliz, es una locura, empecé a correr, brincar y gritar, me estaba volviendo loco o ya lo estaba, no lo sé con certeza, pero si así se siente ser feliz no quiero que acabe está locura.
Pero otra vez algo reprimió mi corazón como si de cristal se tratara y se empezará a agrietar, porque lo recordé, porque la primera vez que fui feliz lo pagué muy caro.
Pero silenciosamente sonreí y avancé con Hoseok de mi lado al colegio.
Consciente de que otro feroz día empezaba el campo minado, donde hijos e hijas de reyes, políticos, burgueses y nobles, estaban interesados en tener mi cuerpo y si no los rechazaba de forma brusca ellos serian asesinados.
Nunca que e sabido que es lo que los atrae hacía mí e intentado desmejorar mi apariencia, vestirme por completo sin dejar a la vista ni un sólo rastro de piel o pelo, aún así al final del día siempre vendrían por mí, bueno al menos supe cómo alejarlos, pero incluso eso es increíblemente difícil.
Por mi hermano menor Jooheon, mi adoración el no es consciente del porque me defiendo. Siempre evitó rechazar a las personas delante de él, pero un día, cometí un error, una chica, hija de famoso mafioso ruso era muy persistente, aún así era una chica de un temperamento dulce no quería que fuera asesinada por no poder rechazarla así que estaba a nada de alzarle la mano para abofetearla pero mi hermano me detuvo.
-¿Que demonios haces Minhyuk?-
-Yo...-
-¿Ibas a abofetearla?-
-Yo...-
-Responde, maldita sea-
-Yo no...-
-Discúlpate con ella-
-Perdóname-
-No quiero volver a ver que le alzas la mano a alguien Minhyuk-
-Si hermano, perdóname-.
-Podrías haberla rechazado de forma mas sutil-.Poco después de su regaño en el salón de mi última clase fui drogado y forzado por la chica y otros dos compañeros, al otro día aparecieron muertos, y en las noticias sólo apuntaron a decir qué su muerte se debió a causa de una sobredosis, así como las demás veces, nadie dijo nada al respecto.
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۞𝕵𝖆𝖚𝖑𝖆 𝕯𝖔𝖗𝖆𝖉𝖆۞ 𝕏ʷᵒⁿʰʸᵘᵏ𝕏
Fantasia۞ Él caminaba por los pasillos del castillo como si en realidad nada importará. ۞