(🔥⌚) 𝗣𝗨𝗥𝗣𝗢𝗦𝗘 | "Aprende a
ponerte en contacto con el
silencio dentro de ti y saber
que todo en esta vida tiene.
un propósito. No hay errores,
no hay coincidencias"...
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📍Nueva York 2018
River había cumplido un año la semana anterior y eso me golpeó como una ola de agua fría. El tiempo pasaba muy rápido, antes de poder notarlo llevaba un año viviendo en el Santuario de Nueva York criando a mi hijo junto al Hechicero Supremo.
Tantas cosas que antes podrían haberme parecido extrañas ahora formaban parte de mi diario vivir.
Aparto la cabeza cuando las manos de mi hijo se van directo hacia mis mejillas dando manotazos. Ese niño me iba a sacar los ojos un día de estos si me descuidaba. Mi hermana Monique estaba hoy de excursión escolar y en el camino no encontraba mejor distracción que escribirme mensajes de texto quejándose de todo, y yo tenía que responerle antes de que se pusiera peor.
Al parecer el drama de hoy era acerca de que Kaysa no quería a Loki como padrastro. La información me dejó sorprendida y con ganas de saber más, porque para empezar nunca imaginé que Amira tuviera tiempo para relaciones y menos con tal personaje. Pero no podía juzgar cuando yo estaba con un ex neurocirujano, y Zoanne con un ex asesino. Así que Amira tenía todo su derecho a estar con un ex invasor.
Dejo el teléfono de lado cuando la puerta de la habitación es abierta. Me doy la vuelta para ver a Stephen entrando con las manos metidas en los bolsillos.
—¿Hoy no usas el disfraz? —pregunto al verlo con una ropa tan corriente. Por lo general no se quitaba jamás su túnica de hechicero. —Eres como un niño apegado al disfraz de su superhéroe favorito. Claro que no te juzgo, te ves increíble, pero...
—¿Quién fue la que quería un disfraz de Capitán América para River? —interrumpió acercándose.
—A River le gusta el Capitán América. —dije haciendo un mohín con los labios.
—No, a ti te gusta el Capitán América. —corrige.
Stephen extendió las manos y River se inquietó para cambiar de lugar. Se fue gustoso con él sin mirarme una sola vez.
—Traidor. —murmuro con cara de enfado. Tuve que cruzarme de brazos cuando los dos se pusieron a sonreír como si yo no estuviera en la habitación. —¿Vas a salir?
