Día 2

4 0 0
                                    

Juro que quería convencerme a mí misma de que todo iba bien, de que debía superarlo- o superarle- y dejar de malgastar putas lágrimas. Hasta juré que soplaría esa última vela rosa. Había soplado todas y cada una de las 419 velas que él me regaló por nuestro aniversario, la suma total de todos nuestros días juntos. Excepto la última. “Pide un deseo por cada día que pasamos juntos”- esa puta frase me persigue.

Soplé todas esas jodidas luces rosas que terminaron apagándose igual que nuestro amor, todos esos deseos que nunca llegaran a cumplirse. Todos los deseos de él.

Le quería, joder, le quería y me dolía.

AbstractoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora