Act Three: Tesoro

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Me desperté unas horas después, por que Acke me sacudió.

— ¿Que sucede, Acke? — dije frotándome los ojos.

— El Conde quiere quedarse con lo que conseguisteis en Inglaterra. — rápidamente fui con mi familia hasta donde el Conde estaba.

Llegue y vi como Ragnar hablaba con el Conde, lo odiaba por su culpa mi madre fue asesinada. Jamás lo perdonaría.

— Todo esto es mío. — dijo el Conde y no pude quedarme callada.

— ¿Que? Acaso fuiste tú quien fue a por ello, ni te moviste. — dije enfadada, me estaba encarando con el Conde y Ragnar se puso delante de mi.

— Relájate. — Ragnar susurro.

Hablaron y hablaron y el Conde dios a Ragnar la opción de elegir algo.

— Elijo al rehén. — dijo Ragnar sorprendiendo a todos.

— ¿Seguro? — pregunte hacia Ragnar y el asintió con una sonrisa.

Los demás no obtuvimos nada. Mientras salíamos del lugar mi familia fue a casa y yo seguí a Ragnar quien estaba con Rollo, y el cristiano con una cuerda en el cuello, como que fuera un perro.

— ¿Porque elegiste al rehén? — pregunto Rollo, parecía enfadado.

— No lo sé.

— Bueno yo también me llevé mi parte. — Rollo dijo y enseñó lo que llevaba en su especie de bolso, una cruz grande de plata y joyas.

Ragnar le agarro del cuello poniéndolo contra la pared, Ragnar se enfadó.

— El Conde se dará cuenta y te matará. — dijo Ragnar sin dejar de agarrar el cuello de Rollo.

— Ragnar suéltalo. — dije agarrando el brazo de Ragnar, quien me miro y soltó a su hermano.

Ragnar se fue a su casa con el rehén, y yo fui hablar con Floki en el mismo lugar donde estaba el barco que hizo para nosotros, Rollo me siguió.

— ¿Rollo necesitas algo? — este no respondió solo me seguía mis pasos.

Llegamos junto a Floki, quien estaba tocando los árboles. Estaría montando otro barco, con la mejor madera de Kattegat.

— Buenas Floki.

— Señorita Hjorth. — dijo riendo y haciendo una reverencia. — Y Rollo.

— ¿Que tal vas, con tu nuevo proyecto? — pregunte.

— No está acabado. Puedes traer la madera de la campaña. — pregunto el y yo asentí. — Rollo ayúdala — ahora susurro. — Aun que no lo necesita.

Rollo agarro mi cintura bruscamente y me puso contra el árbol más cercano, besando mi cuello. El me conocía.

— Rollo basta. — dije entre dientes intentando quietarme lo de encima. — ¡Rollo!

El seguía besando mi cuello, agarre el cuchillo de su cinturón, y lo puse en su garganta.

— Te dije. ¡Basta! — entre dientes, pensaban en matarlo.

— Venga, sabes que tú querías más. — dije sonriendo, clave un poco más en su cuello el cuchillo.

— ¡Eyra! — grito alguien detrás de mi. Era Floki. — ¿Porque tardas! Ou.

— Lo siento, Floki. — dije y el se dio la vuelta para seguir a lo suyo. Guarde el cuchillo nuevamente en el cinturón de Rollo, y el se fue.

Agarre la madera y se la lleve a Floki, quien estaba detallando muy seguro de si, de lo que estaba haciendo era el mejor crea barcos de toda la historia, jamás conocí persona mejor que Floki, en crear barcos.

— ¿Que hacías con Rollo? — pregunto el, sin mirarme.

— Nada, déjalo. — dije sin dar importante pero el se dio la vuelta.

— ¿Que paso?

— Me beso y siguió su más, cuando le dije que parara. — dije dejando la madera a un lado.

— Espero que Ragnar no se enteré. — susurro Floki.

— ¿Que?

— Nada... Ya acabamos vuelve a tu casa, nos vemos. — dijo Floki.

— Nos vemos.

Andaba por Kattegat y vi a Ragnar agarrando en cuello aun más fuerte que la última vez hacia Rollo.

— ¡Te matare! — grito Ragnar. Fui corriendo y los separé. Rollo estaba recuperando la respiración.

— Ey! ¿Que te pasa, Ragnar? — Ragnar no me miraba, miraba a su hermano con odio.

— Intento matar a Floki, por algo que el sabía. — dijo Ragnar, el beso sin mi consentimiento.

Me acerqué a Rollo, el estaba serio. No me miraba, parecía que no podía hacerlo.

— ¿Porque intentaste matarlo? — dije sería, sabía la respuesta sólo quería escucharla salir de él.

— Por nada. — respondió y se fue.

Me fui a mi casa, estaba enfadada y Acke se estaba peleando con Egil. Los separé pero ellos seguían insultándose.

— Te matare como lo hacen a los cerdos. — dijo Acke.

— Oye ya basta, sois hermanos deberías ser los dos juntos contra el mundo. No mataron entre vosotros. — escuche un grito dentro de casa y era de Kol.

Entre rápido y Kol se había cortado la palma de la mano, por que Egil y Acke no lo vigilaron mientras mi padre iba a comparar para comer.

— Kol, respira ondo. Esto va a doler. — tire alcohol hacia su herida para que no se infectara y el mordió una trozo de ropa y lloró fuertemente.

— Tranquilo, respira. — vende su herida y el se durmió después.

— Lo tenían que cuidar. — dije y Acke y Egil, estaban decepcionados de ellos.

— Lo sentimos — hablo Acke.

— Marcharos a la habitación. — dije y me senté en el salón, mientras pasaba mis manos por la cara, estaba frustrada.

— Estoy en casa. ¿Que le sucedió a Kol? — dijo mi padre e dejando bolsas a un lado y sentándose a mi lado.

— Se corto con el hacha mientras Egil y Acke, se peleaban. Ahora están durmiendo. — dije mirando hacia el suelo.

— Tuviste algo del tesoro. — dijo mi padre y yo negué. — No pasa nada. Iré a descansar deberías hacer lo mismo.

Mi padre durmió. El sol se estaba escondiendo, salí fuera y mire al cielo, mi madre estará feliz en el Valhalla, bebiendo y riendo, mientras nos cuida desde hay arriba mirándonos con la sonrisa hermosa que ella siempre tenía.

— Te extraño...

SKJALDMÖ - Ragnar Lothbrok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora