JANEDOEE

Parte 6

DANIELA VÁSQUEZ

Las noticias no tardaron en llegar, a pesar de que la policía investigaba con desdén desde hace 2 semanas la muerte de Nancy y ahora también se sumaba a la agenda Ernesto. De hecho, para que la investigación se agilice, el padre de Ernesto agotó las vías posibles de soborno en la policía y la prensa de un noticiero matinal. Así logró que el caso de su hijo tenga luz para poder presionar a los oficiales y ahonden aún más en la investigación.

Curiosamente, una de las reporteras que cubría el caso, era Elena Martínez, quien reconoció abiertamente que Ernesto y todas las víctimas encontradas eran excompañeros suyos de la primaria y que lamentaba profundamente sus pérdidas. No supo que había cometido un grave error. El noticiero matinal comenzó a especular sobre un supuesto patrón que se formaba en las escenas de los crímenes, debido a las iniciales pintadas en sangre. Inquietaban a la audiencia con la premisa de que podría tratarse de un nuevo caso de asesino serial en la capital.

En ese momento, Sol estaba mirando la fotografía de Daniela, su siguiente víctima. Después de oír la reveladora noticia, Sol estaba fuera de sí, pero decidió en ese momento, que Elena podía esperar.

Sol se alistó los siguientes dos días para dar con Daniela. Supo que Daniela trabajaba por turnos en un reconocido local de piercings y tatuajes, entonces pactó una cita.

Sol estaba cerca del local cuando por el vidrio de la entrada pudo reconocer a Daniela que lucía sudorosa mientras limpiaba una de sus agujas. En ese pequeño transcurso de pisar la entrada, empujar la puerta del local y ver la sonrisa nerviosa de Daniela que aparentaba amabilidad, Sol recordó el preciso momento en el que dos lapiceros traspasaron las palmas de sus manos, producto de la ira de Daniela, quien la acosaba para quitarle el poco dinero que llevaba a la escuela, pero aquel día Sol no tenía.

El tiempo dejó de detenerse para Sol cuando por fin pudo oír la pregunta que Daniela le iba haciendo ya tres veces.

Sol: ... ¿Cómo?

Daniela: Te decía que qué tatuaje tienes pensado... ¿todo bi...?

Sol aprovechó que Daniela yacía agachada buscando un catálogo para mostrárselo. La tomó por detrás del cuello con ambos antebrazos para que pueda ver sus muñecas.

Sol: Sí, unos pétalos que rodeen estas cicatrices, ¿se te hacen familiares?

Daniela comenzó a llorar porque Sol comenzó a apuntarle el ojo con una de las agujas que tomó rápidamente. La hizo caminar unos pasos adentro para que nadie viese desde afuera lo que ocurría, pues le atravesó la aguja por ambos ojos y, mientras Daniela yacía desesperada desangrándose le clavó por última vez la misma aguja, pero en la yugular. Sol manchó la pared de sangre al escribir la letra D y salió encapuchada caminando rápidamente de la escena del crimen porque aún tenía dos víctimas en lista de espera. Y si bien esta vez no había cámaras de seguridad, para su infortunio, Elena, la reportera, pudo observar por unos segundos a través de la ventana de su auto que alguien salía de esa dirección.