Las olas chocaban incesantemente contra la tierra de la colina. La niebla barcaba todo a su paso, cubriendo levemente a Enji Todoroki, que de su cabello rojo desbordaba algunas canas, y miraba a la lejanía en silencio y una mirada seria que se denotaba en incertidumbre como lo fue en aquel entonces para los médicos el tratar su enorme cicatriz en el ojo, ahora nada comparado con la cantidad que poseía.
El ruido de pasos quebrando hojas y ramas llamó su atención auditiva, pero lo ignoró al saber de quién se trataba. La persona se sentó a su lado, mirando la lejanía con él.
"Estamos listos para esto..." Comenzó el recién llegado. "¿Tú, Todoroki-san?"
El mencionado chasqueó la lengua y miró al hombre con algo de obviedad. Mascara que siempre tuvo puesta... hasta el final.
"Siempre lo estoy..." Expresó, notando que se sentía incómodo con sus propias palabras. Cansado, ante todo. "Es lo unico que sé hacer."
"Sé que hemos hablado y eso... Yo no sé la historia, ni siquiera Shoto quiere contarme, pero..."
"¡Y no te incumbe!" Respondió a la defensiva él mientras se levantaba y alejaba. Era tan fuerte... Las palabras en ese chico que ahora había crecido lo suficiente bajo el horrible mundo en donde creció; sin dejar de ser la buena persona que siempre reflejó.
"¡Shoto está pensando en detener a Dabi a toda costa! ¡Y este piensa en morir si hasta con ello mata a Shoto o a tí! ¡O a ambos!"
Endeavor se detiene. Sabe perfectamente eso porque Touya se lo dejó totalmente en claro con sus actos y palabras hace años, cuando destruyó la sociedad y el caos empezó, y eso solo incrementa su preocupación e imposibilidad para responder a algo apropiado.
"Ya sé eso..." Deja en claro con algo de molestia. "Sé perfectamente eso... Deku, pese a que eres un gran amigo para Shoto, que eres un niño de quizas muy buen corazón para pensar en poder ayudarme, lo único que puedo decirte es que no voy a permitir que le pase algo. Shoto no morirá allí..."
"¿Porque tú lo harás?" Deduce el chico ahora identificado mientras se levanta y denota su aspecto tenebroso en su atuendo lleno de barro sangre seca. Su aspecto sucio, tambien cansado, pero ya más maduro y hasta menos brilloso y esperanzador que antaño... "Shoto no querría ese plan..."
"¡Pues es el único que tengo! ¡Quiero detener a Touya y traerlo a casa por las buenas, pero no estoy seguro en absoluto de poder lograrlo! ¡No quiero que mis hijos mueran así! ¡No quiero nada de esto! ¡Pasé toda mi vida persiguiendo a All Might y arrastré a mucha gente a la perdición por ello! ¡Si esto significaba, si yo hubiera sabido lo que pasaría, jamás lo habría querido! Pero ahora lo tengo... Y no lo quiero..."
El hombre desvía la mirada para intentar contener las lágrimas, sabiendo perfectamente qué tan culpable es de que sus hijos sean lo que eran y lo irresponsable que fue en su pasado de no haberlo evitado. Lo más aterrador para él es suponer que su digno castigo es el perder más de lo que ya perdió.
"Le prometí a Rei que lo traería conmigo... Se lo prometí..." Sollozó este mientras luchaba desesperadamente para contener las lágrimas que caían de sus ojos y su antebrazo no podía retener. Un hombre derrotado y que apenas podía seguir adelante...
Deku sonrió amablemente por alguna razón y se colocó su capucha para comenzar a caminar hacia el bosque, alejándose en la espesura. Endeavor lo miró extrañado mientras lograba detener su tristeza.
"Tus hijos..." Repite este con entendimiento de lo que sea que había presenciado en las palabras del heroe. "No te preocupes, Todoroki-san. No estás solo para poder cumplir esa promesa..."
"¿A qué te refieres con eso, Deku? ¡Hey! ¡¿Qué significa eso?!" Intentó alcanzarlo mientras estiraba el brazo, pero entonces...
Enji Todoroki abrió los ojos repentinamente mientras su brazo se estiraba de entre las sábanas por el espacio vacío de la cama donde debería estar Rei.
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Llamas de Fénix.
Random[ AU Regresión en el tiempo y espacio. ] [ OC! Endeavor en el proceso del antes del Canon. ] [ Más acotaciones a medida que la historia avance. Comentar en caso de disgustos a futuro. ] Enji Todoroki jamás se creyó merecedor de lo que tenía ahora mi...