Historias de romance, acción, drama y hasta de comedía tienen algo en común...
el sexo.
aquí veras historias que aunque no esté presente en todo momento, todo gira alrededor del sexo.
una fusión de historias reales y las fantasías más eróticas.
Dón...
⚠️[Atención... El contenido escrito aquí puede ser inapropiado para cierto tipos de personas cómo incesto, violacion y violencia]⚠️
Parte uno: perdiendo la virginidad.
Yo solo tenía 7 cuando paso, íbamos en auto y de repente dije la palabra, sexo. Que manera más estúpida de morir ¿No? Vas conduciendo feliz, tu hija dice sexo y te asustas tanto que chocas y mueres. Bueno total así perdí a mi madre, siempre me preguntó si fue culpa mía, no sabía que era esa palabra, pero la escuchaba mucho últimamente en casa. En el accidente solo nos salvamos yo, mi papá y de milagro la bebé, al momento del accidente mi mamá estaba embarazada y al llegar muerta al hospital, lo único que pudieron hacer y sacar a la bebé. Mi padre, como todo padre se volvió sobreprotector. Tanto que casi no tenía amigos, solo me dejaba jugar con nadie exepto que con mi hermana y mis primas. Cuando llegue a la adolescencia, el tuvo el miedo de que mis deseos crezcan, trato de inscribirme en un colegio solo de mujeres pero al ver que era muy costoso me mandó a uno mixto. Pero desde el primer día me dijo "Tu sabes bien que tienes prohibido tener novio, amigos puedes pero mejor sino, no dejes que ninguna putita de aquí (si uso esa palabra para referirse a niñas de 12) te vuelva igual a ella". Me hice un grupo de amigas muy buenas, pero en todo el año, no hable con ningún chico, al año siguiente empecé a hablar con algunos y al siguiente ya tenía amigos, lo que no le gustó a mi padre, me empezó a dejar y recorrer de la escuela a horario, lo cual me llegó a molestar. A los 15, ya obviamente tenía deseos, y era la única que no había perdido la virginidad de mi grupo de amigas. Martina la perdió con un chico mayor que nosotras, al igual que Sofía, que lo hizo con un chico aún más grande que era policía. Rosa, aunque nunca nos contó sabíamos que lo hacía con el profesor suplente de biología, y algún que otro profesor. Maira lo hizo con un chico en una fiesta, unos días después nos enteramos que eran primos. Y hasta Patito (le decíamos así por patito feo) lo había hecho con su novio. Yo era la única virgen y no me quería quedar así. Ninguna de mis amigas me menospreciaban por ser virgen ni nada, pero yo igual deseaba perderla. Ninguno de mis compañeros quería acercarse a mi por culpa de mi padre y si había un profesor que me traía ganas pero no quería hacerlo con alguien tan grande. Se me ocurrió escaparme de la escuela y tal vez así encontraría a alguien con quién hacerlo. Antes de que empiecen de las clases nos fugamos. Obviamente habíamos llevado ropa para cambiarnos. Sofia me prestó ropa "sexy", osea sexy para nuestra edad, ya saben una remera corta, de esas que dejan todo el abdomen para afuera. Una falda y esas medias red, con unos guantes iguales que no sabía que existían hasta ese día.
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Bajo la falda solo llevaría una tanga. Luego Martina me maquillo un poco, un poco de labial, delineador, uñas. Las demás iban igual, excepto patito, que seguía vistiendose muy tapada. –¿Cómo mierda fuiste la primera de nosotras en tener novio y follar si te viste como monja?–preguntó Rosa. –Uno, no fue follar, hicimos en amor, segundo... –Ambos se visten igual–interrumpió Martina. –Si, y fue un gran paso para nosotros hacerlo–dijo patito–deberías, esperar Agos, algún día encontrarás a alguien quien te amara y te entregarás a el... –Eso suena lindo... Pero quiero cojer no casarme, empezamos a caminar por las plazas y parques, recibimos muchas miradas, pero la mayoría eran de hombres mayores con esposa y hasta hijos. A mis amigas le podría gustar que los hombres casado las miren y ellas también coquetearles pero a mí no... Y a patito pero bueno, dudaba que la miren a ella. Después de caminar y no encontrar a alguien para hacerlo, nos sentamos, las chicas me insistían que intente con algunos de los hombres que vimos. –Andale Agos, que mejor que hacerlo con alguien que ya tiene experiencia–me decían. –Experiencia e hijos–respondí yo–yo quiero a alguien más cerca de mi edad... En eso vemos que un chico, de talvez unos 16, se acercaba a nosotras, específicamente veía en dónde estábamos sentadas yo y patito, todas se ilusionaron creyendo que venía hacia mi... Pero no... Se acercó, ha hablarle a Patito, pero ella lo rechazó porque tenía novio. Ya no sabíamos que hacer, ya se nos iba a acabar el tiempo. Pero a Rosa se le ocurrió ir al centro de la ciudad. –El centro, es peligroso, más para niñas como nosotras–dijo preocupada Patito. –¡No somos niñas Patito!–dijo Rosa–Si puede ser peligroso, pero es el único lugar donde hay chicos de nuestra edad a esta hora. Fuimos, casi ya sin tiempo, pasamos por varios lugares, hasta que por cerca de una edificio abandonado, me tiraron un piropo, eran tres chicos de entre 16 y 18 años (la edad ideal). Rosa me ayudó a coquetearles y le explicó la situación. Nos metieron adentró del edificio a mi y a Rosa, yo entre en una de las habitaciones, con uno y Rosa a otra con los otros dos. En la habitación no había nada más que un colchón y un foco parpadeante. Yo ya me estaba arrepintiendo, di un paso hacia atrás pero el me empujó hacia colchón. Caí el me puso en cuatro, escuché como se bajaba los pantalones. Levantó mi falda, mientras pasaba una mano por mis nalgas, se empezó a escuchar gemir a Rosa. –Como lo goza tu amiga–dijo el mientras me corría la tanga–ahora vas tú. En ese momento me metió el pene, se sentía doloroso, horrible, solo pensaba "¿Como le puede gustar a esto a todas? Es muy dolorosa" pero a medida que su pene se deslizaba dentro de mi vagina, se iba sintiendo más rico, hasta el punto que el dolor se convirtió en un fantástico placer, más cuando llegó el hermoso orgasmo... Grite demasiado que me dolió la garganta. Al terminar, el se levantó y se fue, me dejó tirada ahí el colchón, con mi vagina chorreando, de la nada empecé a tocar mi vagina, hasta que vino Rosa me levanto y me dijo. –Bienvenida al club.
