historias con un poco de sexo

mi padrastro y yo

 
         <<Contenido sensible>>

  No sé cuándo fue.
  Nunca me lo dijeron.
  Talvez jamás tuve un padre, tal vez mi madre se acostó con cualquiera durante una fiesta y quedó embarazada, talvez mi padre la engaño o nos abandono.
  Solo se que después de mi 1er año mi mamá, se empezó a buscar una pareja.
  Era chapada a la antigua, creía que una mujer necesitaba un hombre si o si.
  Recién encontró uno cuando yo tenía 7, trabajaba en una agencia de seguros, era guapo, pero muy borrachín.
Mi mamá siempre quería que lo llame papá o papi.
  Para mí cumpleaños número 10 me regaló un teléfono y mi madre me dijo "dile gracias a tu papi" yo solo dije gracias, lo mismo paso al año siguiente y al siguiente y al siguiente.
  Así paso el tiempo y cumplí 12 años.
  Mi empezó a trabajar de enferma, casi nunca estaba en casa, así que yo casi siempre me la pasaba en casa de mi prima.
  Ella era algo, como decirlo si sonar ofensivo...
Bueno era algo puti, ya sabes, de esas que se acuestan con varias personas.
  Cuando llegue a la pubertad, me volví más guapa, y mi prima me convenció de seguir sus pasos.
  Yo acepte.
  Ella me dió una instrucciones.

№1: vestirme para provocar, debía vestirme tratando de ofrecer lo que tenía, yo le hice caso, en mi colegio no era obligatorio el uniforme así que eso era fácil, me ponía un minishort y mi prima me regaló remeras de los más "provocativas", provocativa para alguien de mi edad, osea remeritas cortas y apretadas.

№2:ser mas coqueta, fácil.

№3:empezar a maquillarme, costo pero bueno.

Solo faltaba el cuarto paso.
Todo lo anterior daba resultados, los chicos me miraban más, también algunas chicas... Otras sentían celos.
  El 4to paso era que me inviten a una fiesta y cojerme a alguien ahí.
Me invitaron a una fiesta, y no solo eso, el organizador me invitó en persona y me pidió que sea su pareja a lo cual acepte, quería que vaya mi mejor amiga pero se había enfermado y no fue.
Fui con el chico, su nombre era Hugo, era guapo, el más guapo de la clase, había rechazado a una chica mayor por mi, así que me sentía afortunada.
  La fiesta estaba buena, claro había alcohol, pero mi prima me hizo probar para que este acostumbrada para la fiesta, me enseñó otras varias cosas útiles para la fiesta.
  Y obviamente lo más importante, a cojer, me explico un poco como hacerlo y me mostró vídeos, lo cual me puso muy hot.
  Durante la fiesta Hugo y yo nos besamos y manoseamos toda la fiesta.
  Nos calentamos para el gran acto.
  Que llegó después del baile, cuando todos fueron al jardín a hacer bebidas exóticas.
  Me beso y me llevo al baño, donde me beso en cuello, durante mucho, demasiado tiempo, yo ya quería que me penetre, así que con mis manos intente desprender su pantalón, pero el me detuvo y me dijo que aún no.
Me saco la camisa, y me manoseo las tetas, también durante mucho, muchísimo, ya demasiado tiempo, ya me estaba calentando de más.
  Así que le pedí, suplique que ya me lo metiera, el dudo un poco pero me volteó y me puso contra el lavamanos y me bajo la pollera y la tanga.
  Me empezó a meter los dedos... Rico, pero ya quería ser penetrada.
  –¡HAZMELO YÁ!–le exigí.
  El suspiro, se bajó los pantalones y...
Y...
  Su pene, además de ser algo pequeño, no estaba erecto me sorprendió ver eso.
–¿Este es el chico más guapo de la clase? ¿El que durante toda la fiesta dijo que mi vagina iba quedar destrozada después de que me agarré?–pensé.
  El se empezó a masturbar tratando de que se pare, pero nada, sigo después de un buen rato se le paró, me la metió, si fue rico, mi calentura ya se había bajado, pero lo peor, fue que a los 10 segundos de haberme penetrado, se corrió.
¿Y mi placer? ¿Dónde estaba?
  Al terminar se subió los pantalones y se fue y yo quedé ahí.
Salí y el ya le había dicho a todos sus amigos que me había destrozado la vagina, no me molestó.
Pero me fui pensativa de la fiesta.
  –¿Y si soy yo? ¿No soy excitante?–le decía al día siguiente a mi mejor amiga, Andra.
  –¿De que hablas?–me preguntó muy confundida y hasta nerviosa.
  –¿Que tal que yo no lo calenté lo suficiente?
  –Eres una idiota, tu no tienes la culpa de que su máquina no funcione–me dijo con una risa pícara.
  Yo solo asentí.
  –Tu eres hermosa...–me dijo.
  –Gracias amiga–le conteste cabizbaja.
  –No, escúchame–dijo tomándome de los hombros haciendo que la mire directa al rostro–tu eres hermosa, muy hermosa, la chica más guapa que hay, la más caliente, sexy, hot y excitante, eres...
  Yo la miraba confundida mientras me decía eso, mi corazón latía fuertemente y de la nada ella me tomó por sorpresa y me besó.
  Me beso apasionadamente, su lengua acariciaba mi garganta, la iba a parar pero no, no pude, era demasiado rico, y yo también quería.
  Le seguí el beso, nuestras lenguas se rozaban, haciendo que mi vagina cosquillee, y mis pezones se endureciendo, estaba caliente, más caliente que cuando ví los vídeos con mi prima, más caliente de lo que me puse con Hugo.
  Nuestro beso era largo, no sabía que estaba haciendo.
¿De verdad estaba por hacerlo con una chica? ¿De verdad lo voy a hacer con mi amiga?
  Solo me deje llevar fuimos a su habitación sin dejarnos de besar, solo nos separamos para quitarnos las camisas, y nos seguimos besando un rato largo con nuestras tetas al aire.
Las de ellas no eran muy grande pero tocarlas se sentía muy bien, y chupárselas igual.
Se la empecé a chupar, con solo ver su cara de placer, yo también sentía placer.
  Ella me quito el pantalón, empezó a chupar mi vagina.
  Dios que sentimiento más hermoso, cerraba los ojos y me sentía en el paraíso.
  Ella se quitó el pantalón me tiró sobre mi y me siguió besando, está vez más fuerte.
  –¿Sabes que sigue ahora?–me pregunto separando su boca de la mía.
  Agitada y excitada, le moví la cabeza diciendole que no.
  –Tranquila–dijo acariciando mi rostro–yo te guío.
  Se se levantó, abrió mis piernas, luego las de ellas y unió su vagina con la mía y...
  Fue el placer, cuando empezó a mover su vagina unida a la mía, fue, no sé ni cómo describirlo.
Me deje llevar y empecé a moverme también, nuestros gritos, nos excitaban mas.
  Y por fin mi primer orgasmo.
  Fue literalmente un mar de placer.
  Terminamos mojadas de sudor y nuestros fluidos.
  Después de ese día lo hicimos dos o tres veces más antes de que se lo contará a mi prima.
   –Entonces estamos iguales–dijo.
   –¿De hablas?
   –Somos bi.
   –¿Bi?
   –Ay bisexual bobita–dijo sentándose a mi lado mientras me daba un golpe pequeño en la nuca–ser puti y bi, es lo mejor, placer con chicos y chicas.
  –Pues hasta hora solo sentí placer con una chica.
  –Pues intenta hacerlo con un chico y déjame darte un consejo, está vez hazlo con alguien mayor, que ya sea más experto, no te arriesgues a otro pito fallido...
  ¿Alguien mayor? ¿Quien?
  Todo esto pensaba mientras hacía rebotar una pelota contra la pared de mi casa, solo estábamos mi padrastro y yo.
  El estaba en la sala viendo tele y bebiendo cerveza, estaba muy ebrio.
  Yo seguía pensando y rebotando la pelota, en uno de esos rebotes intento patear la pelota, la pateó pero se desvía y rompo el espejo.
  Mi padrastro, se levantó enojado, me tomo del brazo y me sube hasta habitación, me tira en la cama, me baja un poco el pantalón, dejando mis nalgas al aire.
  Se sacó el cinturón, y me empezó a azotar con el.
  –¡Pendeja de mierda¡–gritaba mientras me azotaba–¡¿Porque no te quedas quieta?!
  Me dolía mucho, me ardía, incluso empecé a lagrimear un poco, pero de la nada, los golpes del cinturón en mi nalga me empezaron a excitar.
  No sabía porque, ni el cómo pero me excitaba ser azotada.
  De la nada me transforme, sentía como mi vagina rozaba con las sábanas, y el ardor se sentía placentero.
   –¡DAME MAS FUERTE HIJO DE PUTA!–Grite casi sin darme cuenta.
  Claramente, que le grite que me dé más fuerte, lo desconcertó, pero estaba ebrio, fuera de sus cabales, así que me siguió azotando.
  Yo lanzaba pequeños gemidos de placer, y le seguía gritando, que me lo haga mas rápido, más fuerte.
  –¡DAME MAS PAPIII!
  No sé porque pero ese gritó lo asustó, se puso el cinturón y salió de la habitación, ni bien salió, yo me corrí.
  Era el, con el debía intentar tener sexo, era más grande y seguro más experimentado.
   Al día siguiente me di cuenta que no recordaba nada de lo que pasó la noche anterior, el creía que el lo había roto.
  Puse en marcha mi plan, mi mamá trabajaba entre las 7 pm y la 11pm.
  Durante esas horas el y yo estábamos solos.
  Mi plan básicamente era provocarlo y que me coja, pero que parezca que me esté violando, así si llegaba mi mamá veía eso y me deshacía de el.
  Si lo sé, estás pensando que soy una mierda, pues si lo era tenía unos 12 o 13 años, no pensaba muy maduramente pero que le puedo hacer, si piensas que soy una mierda, es verdad, pero solo a esa edad, después cambie.
  Bueno total, cada vez que mi mamá se iba y quedaba solo con el esperaba que se tomará una o dos cervezas (así el alcohol le de valor), y salía de mi habitación solo con una tanga y una camiseta, iba hacia la cocina mientras el estaba en la sala y desde el sillón el veía a la heladera, dónde yo me agachaba "a buscar agua", suponía que desde ahí podía ver cómo se me marcaba todo al agacharme.
  Luego de eso, me pasaba por toda la casa así.
  Luego me iba a dormir, no sin antes darle un beso de buenas noches.
  Así lo dice durante un mes.
  –Esto jamás funcionará–le decía por llamada a mi prima que ya sabía todo mi plan.
  –Pues ya vas más de un mes y nada–me decía–te recomendaría buscarte a otro, talvez como a un profesor, de paso sacas buenas notas.
  –Si, lo pensaré, pero ahora te dejo, nesecito ir al baño–le corte rápido porque me orinaba.
  Fui ,orine, pensaba en masturbarme, mi prima me enseñó que el mejor reemplazo para un dildo a mi edad era un cepillo de dientes eléctrico, apenas convencí a mi mamá de que me lo comprará, pero ahora estaba indecisa, decidí pasar por hoy, iría con los tradicionales dedos, al salir del baño el me llamo.
  Me hizo pasar a la habitación, me tapo la boca y cerro la puerta, me tiró al cama.
  –AAL FIIIN–pensaba yo, quería disfrutarlo pero el creía que me estaba por violar así que le seguí la corriente para no arruinarle la ilusión.
  Suplicaba que no, mientras el me tapaba la boca, el me saco la tanga violentamente, y me agarró del pelo.
  Se bajó los pantalones mientras decía putita y que me iba a dar una lección.
  Su pene era gigante, al penetrarme me hizo doler tanto que mis ojos lloraban, más fácil, así podría fingir que lloraba.
Pero no, al contrario, era difícil, ya que fingir que lloraba cuando en realidad sentía placer.
  Metió su mano bajo mi remera y manoseo brutamente mis tetas, dolía un poco como lo hacía, eso ayudo mucho a fingir.
  Creí que me iba acabar adentro, pero no, luego de una hora de estar cojiendome separó su pene de mi y me tiro al piso.
  Se sentó en la cama con su pene erecto y duro, me levanto de los pelos, Dios, era muy excitante todo, ya me costaba fingir.
  Al levantarme me ordeno que se la chupe, accedí sin decir nada, ya casi ni fingia.
  Era la primera vez que chupaba uno pero sabía bien como hacerlo por videos y porque practique con bananas durante meses.
  Se la chupe, al principio se sentía raro pero luego me acostumbré.
  Sentir como su pene deslizaba por mi boca y llegaba hasta mi garganta hizo que me mojara un poco.
  Esperaba que en algún momento vuelva cojerme la vagina pero no, hizo que se la siga chupando hasta que estalló en mi boca, sentí el rico sabor del semen en mi boca, el levantó mi cabeza y me ordeno que me lo tragué, a lo que yo obedecí y abrí la boca para enseñárselo.
  Me lanzó hacia atrás y me dijo que no le contará nada a mi mamá porque o si no...
   –... Te mataré.
  Me fui a mi habitación, con mi piernas temblantes, mi boca con sabor a semen y sin tanga, con la vagina al aire.
  Lo había hecho, coji con mi padrastro.
  Me había demostrado a mi misma que podía estar con chicos y chicas.
  Así inicie mi carrera de puti, acostandome con chicos y chicas, si contará todas mis anécdotas sexuales en un libro tendría más páginas que la biblia.
   Y mi padrastro el aveces parecía recordar esa noche, y al parecer creía que me había violado, pues dejo de beber y cada vez que me miraba tenía cara de arrepentido.
  Pero bueno, yo no quería que se sienta mal.
  Así que un día cuando tenía 15 volví a cojermelo, pero esa es otra historia.