hermano, quiero ser madre.

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  La policía entró, el, mi hermano, estaba al lado del cuerpo de su pareja, la mujer que tanto amo, dejo sus estudios por ella, por su embarazo, por un embarazo que aún no sabíamos si era de el, o de otro, pero el igual con 17 años abandono sus estudios por ella.
  La policía al entrar lo esposaron, se asomaron a la ventana, como lo relato la vecina que había llamado a la policía, un hombre había sido lanzado por la ventana.
  La bebé, lloraba en su cuna.
  Yo, y mi otra hermana esperábamos afuera, y salieron, con mi hermano esposado, tenía heridas en el rostro.
  Otro policía salió con la bebé en brazos y nos llevó a la comisaría para explicarnos todo.
  –El muchacho asesinado era compañero de trabajo de la chica asesinada–explicaba el policía–su hermano no quiso hablar, pero suponemos que lo que pasó es que, las dos personas fallecidas eran amantes, su hermano los descubrió, y en un ataque de rabia mato a ambos.
  Para mí eso no era posible, mi hermano nunca era violento, era, para mí, el chico perfecto, pese a yo ser 2 años mayor que el, era quién me cuidaba y protegía.
  Cuando se mudo con la novia me sentí muy mal, y ahora ver cómo terminó todo, me arrepentía de no detenerlo.
  Fue puesto en prisión hasta el juicio.
  Yo no quería que la bebé vaya a un orfanato.
  Mi hermana no se quería hacer cargo, así que decidí hacerlo yo.
La lleve a mi casa donde vivía con mi pareja, que no se lo tomo nada bien.
  Primero porque no le avisé y segundo porque ya teníamos problemas desde hace meses, según el, por mi hipocresía.
  El llamaba hipocresía al hecho de que yo quería tener hijos en un futuro, pero todavía no me había acostado con el.
  Solo no me sentía lista aún, pues no quería que pase lo mismo que me pasó a los 17, estaba teniendo sexo con un chico de mi escuela, justo esa mañana había visto en ropa interior a mi hermano y no me lo podía quitar de la cabeza, y en vez de gemir el nombre del chico, dije el de mi hermano.
El chico se enojo y me golpeó.
  Desde ahí no tuve más sexo, y trate de no estar mucho con mi hermano, no era posible que esté obsesionada con el.
  Así que aunque dije que me puso triste su partida, por otra parte era aliviante ya que pensaría menos el en el.
  Exepto que un año  después pasaría esto.
  Mi pareja al principio trato de tomárselo bien, pero al parecer los llantos lo cansaron, y un día se fue dejandome sola.
  Dejo de agradarme la idea del bebé, pero de apoco me fui encariñando con ella.
  En verdad lo disfrutaba.
  Mi sueldo, empezó a ser totalmente para la bebé.
  Ropa, un coche, juguetes, etc.
  Todo era paz, tranquilidad, ya me sentía una madre, pero el decidió hablar.
  La policía, llamo fuimos a la comisaría, dónde el abogado nos dijo que era lo que mi hermano había dicho.
  –Su relato dice que, cuando llegó, ese hombre se estaba vistiendo, la mujer estaba muerta en el piso, ese hombre la habría violado y matado....
   –Oh por Diooos.
   –Su hermano al ver eso atacó y lo lanzó por la ventana.
   –¿Y que? ¿Le creen?
   –Faltan pruebas señorita...
   –El juicio será pronto.
   No lo fue.
Pasaron meses el juicio no llegaba, varias noches soñé con mi hermano, todo esto me hacía pensar en el.
  Era sueños... Muy eróticos...
No lo podía creer volvía a fantasear con el.
  Seguí cuidando de la bebé.
Pronto dijo su primera palabra. "Mamá" me lo dijo a mi.
Estaba súper feliz pero la felicidad pronto acabaría.
  Volvieron a llamar de la comisaría, fui rápido.
  Ahí nos dijeron que tenían una persona que respaldaba la declaración de mi hermano.
  Era una mujer, quien contó que su hermano, violo a una prima, la asesino y culpo a su propio tío.
El hermano de esa mujer era el hombre que mato mi hermano.
  Era solo cuestión de tiempo para que lo liberen.
Eso me puso mal, al liberarlo se llevaría a la bebé.
  Y me quedaría sola, y ya la quería como si fuera mi hija.
  Así pasaron los meses, la bebé cumplió su segundo año.
  Dieron la fecha del juicio.
  Para cuándo fue el juicio ya había pasado un año de todo eso.
  Yo no fui, me quedé con la bebé, si liberaban a mi hermano, ya no estaría con la bebé, ella ya casi hablaba correctamente, me reconocía como su madre, y no quería decirle que no lo era...
  Llamo mi hermana, lo habían liberado, venía para mi casa, seguramente a buscar a la bebé.
  Cuando llegó, todas mis fantasías y deseos reaparecieron de repente.
  Estaba cambiado, seguro que en prisión hizo ejercicio, su pelo hermoso, todo en el era fantástico.
  Me saludo con un abrazo y un beso en el cachete, que hizo que mi vagina tiemble, y salga un poco de chorro.
  Me preguntó por la bebé fue y la  abrazo, ella lo reconoció.
  La hizo dormir y se puso hablar conmigo, le conté todo lo que me había pasado, mientras veía sus labios, y no podía dejar de imaginarlos en mi vagina... Dios ¿Que me pasaba?
  Luego le conté mis tristeza, mi deseo de ser madre, al mismo tiempo trataba de reprimir mi deseo de cojerlo.
  El tomo mi mano, sentía que mi vagina me gritaba algo, mis pezones estaban duros.
  –¿Madre?–dijo con esa sonrisa pícara.
   –S~si ¿Te parece tonto?–le respondí, ya decidida a hacerlo.
  –Estate tranquila, te puedo traer a Agatha para que la cuides.
   –No, hermano, quiero ser madre–dije mientras me sentaba sobre sus piernas–quiero un bebé que sea mío... Y tuyo...
  Seguí mis instintos y lo bese, lo bese fuerte, sexualmente, sin miedo a nada, que importa si me rechazaba pesando que era una puta, yo lo seguía besando mientras me movía encima de su bulto y el no me rechazó.
  Me siguió, llevo sus manos hacia mi trasero y empezó a apretar mis nalgas.
Me separé de sus labios y me reí, el no, el puso una cara de seriedad como la de un psicópata.
Me empujó al suelo, que exitante, mis fantasías se cumplían, se acercó a mi, y no me quito la remera, me la rompió y empezo chupar mis tetas con una bestia salvaje.
  Era exitante, sentir su boca en mis tetas era exitante, sentir como su pene rozaba mi vagina por sobre las ropas era exitante, hasta mis propios gemidos me excitaban.
Luego me levanto y me llevo a mi habitación, me puso contra la pared, mientras me sujetaba del cuello me bajo los pantalones y me arranco la tanga, me empezó meter los dedos, otro de mis sueños húmedos hecho realidad.
Me lanzó a la cama, esa brutalidad y que me trate como a una perra me excitaba más.
  Sin previo aviso llegó por atrás y me penetró mientras me jalaba del pelo.
  No sentía dolor solo placer.
  No me importa nada, ni que mi padre haya muerto en la cama donde lo estábamos haciendo, ni las fotos que nos miraban.
  Quería cumplir mis fantasías.
  Lo empuje hacia atrás cayó en el piso con la verga al aire.
Yo fui y lo monte como en todas las fantasías que tuve.
La bebé empezó a llorar pero yo no lo deje irse, quería que acabará dentro mío.
  Empecé a montarlo más rápido y duros, gemia muy fuerte hasta que al final, acabó.
  Caí rendida, con semen en mi vagina, el fue a ver a la bebé mientras yo, sonreía feliz por haber cumplido mi fantasía.

9 meses después tuve una bebé, Felicia, nació sana y salva, mi hija, la que nació de mi oscuro deseo.
 
  

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