imaginas || ONEUS

SEOHO

¿Como fue que terminaste dentro de un teatro vacío con el? No lo recordabas pero ahí estabas: arriba de un escenario mientras él iba a los interruptores de la luz que estaban ubicadas detrás de las cortinas de tu lado derecho. De un momento a otro, las luces se iluminaron dónde estabas ubicada.

Recordaste, en ese teatro iban a presentarse ellos dentro de dos días pero aún seguías sin entender cómo consiguió la entrada. En fin, no era lo importante ahora (a menos que alguien los descubra)
El se acercó a ti con una mochila en su hombro. Quedó cerca tuyo y se sentí en el suelo haciéndote señal de que hagas lo mismo que el. Abrió la mochila y sacó dos botellas chicas de agua y un tupper.

— Que picnic más particular —dijiste en broma. El rió tímido mientras abría el tupper, sandwiches.
— No dijiste que no cuando lo propuse — te sacó la lengua y ofreciendote uno de jamón y queso. 
Subiste y bajaste los hombros en señal de "me da lo mismo" y diste un mordisco— prometo que cuando esté libre, iremos a uno de verdad.
— Seoho, sabes que voy a esperar —aclaraste seria para que lo entienda. No querías presionarlo— Ademas, es lindo estar en un lugar así contigo.
— ¿Ah si? —allí se asomó la sonrisa tímida.
— ¡Si! Mira —abriste tus brazos y girabas un poco el cuerpo en forma de que admire todo su alrededor— esto es todo tu— dejó de masticar para verte. — el teatro representa la música, lo que haces... tú— te inclinaste hacia el para darle un picada a su pecho, justo en su corazón— el público es to moon, el escenario, tu. Es como una parte de tu, y estoy feliz de que quieras compartirlo conmigo.
— ¡Yah jagiyaaaa! ¿por qué tiene que ser todo tan profundo para ti? —notabas sus mejillas rojas y la sonrisa tímida no podía faltar.
— ¿Acaso molesta? Si quieres...
— No, no es eso —se tapó la boca con el dorso de su mano queriendo esconder la sonrisa imborrable— aishh, de verdad..
— ¿Que pasa? —ahora tu eras la nerviosa.
— ¿Quieres enamorarme más de lo que ya estoy?

— ¡Yah, Lee Seoho! —le tiraste una servilleta hecha bollito haciendo que ambos se rían con ganas.
— ¡Tu me pediste que lo diga! —tomó la servilleta y te la tiró a ti.
— ¡No pensé que ibas a atacarme así! —otra vez voló hacia el.

Estuvieron un rato así hasta que agarró tu mano, tironeó de ella para que te acerques y te dió un beso.

Juntaron las sobras para luego animarle a practicar un poco.
Te sentaste en primera fila y el se colocó en el centro del escenario
— ¡Lee Seoho! ¡Lee Seoho! ¡Lee Seoho! ¡Ese es mi novio! —empezaste con los brazos extendidos hacia arriba. Sabías que eso le daría pena.
— ¡Yah! No seas así. —rió.
— ¡Ese es mi novio, gente invisible! —casi cae de rodillas por la vergüenza.

Luego de ese momento motivacional, empezó a cantar "Talking to the moon". Su voz llegaba a cada rincón del lugar. Cada rincón lleno de el y por sobre todo, llenaba tu corazón. 
Tapaste tu boca con tu mano conmovida.

Todavía tenía ese poder sobre vos dejándote sin palabras, con el corazón blanco y saltando de amor. Su voz te completaba, te enamoraba cada día más y eso... era lo que más feliz te hace.

Podían pasar momentos dándose abrazos, caricias, besos, sintiéndose el uno al otro... pero su voz era lo que llegaba hasta tu alma dándote un abrazo de tranquilidad y amor.
Tenías la cajita musical más valiosa que cualquier ser humano querría tener y eras la afortunada de tenerla en tus manos.