¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Yo se los dije, estaba infectado. Ahora felicítenme por tener la razón
— Yo te vi, fuiste tú — Nam-Ra se acerco a ella y... Esperen ¿La presidenta también estaba aquí?
Siempre es tan introvertida que nunca la vi hablar hasta ahora que dirigió su atención a Nayeon.
— Gyeong-su estaba infectado y ustedes lo vieron — realmente nadie estaba prestando atención a las palabras sin sentido de la castaña hasta que la presidenta decidió ir a enfrentarla
— ¿Y cómo sabes que estoy hablando de él? — los movimientos nerviosos de Nayeon se dejaron ver mientras no dejaba de tartamudear y dar explicaciones, ¿qué tiene está ahora?
— Mentira, mientras todos miraban la pelea de Jisung y Gyeong-su te acercaste a la orilla del escritorio — señaló el lugar indicado y todos decidimos ver a qué se refería
El cuchillo con el que llegué y que posteriormente limpie aún reposaba en el escritorio después de dejarlo en el mismo lugar por culpa del nerd que no paraba de preguntarme cosas sin sentido.
— No — fue lo único que la de sudadera rosa logró decir
— Tomaste el cuchillo con el pañuelo y lo frotaste en su herida
Está declaración nos está dejando a todos con la boca abierta y aunque Nayeon trataba de negar que en su bolsillo estaba el pañuelo terminó por mostrarlo frente a todos que si lo tenía junto a ella.
— ¿Estás diciendo que por su culpa Gyeong-su fue infectado? — pregunté para romper el silencio que todos formaron
— ¿Quién diablos te piensas que eres? — una cachetada hizo girar su rostro y parece que fueron los minutos en los que Nayeon no volvió a vocalizar ni una palabra
— Soy tu presidenta
— Apuesto mil wons a que NamRa gana — la profesora Park que era la excepción y quería parar la pelea se acerco a las fieras salvajes
— Nayeon será la responsable de su muerte si Nam-Ra tiene la razón
— Ella mató a Gyeong-su y yo la vi — si las miradas a Nayeon ya eran fulminantes ahora parecía que todos la masacrábamos con la mirada
Trataba de mantenerme lo más calmada posible pero no puedo lograrlo al imaginar que si yo no salía de la cabina pude salvar a Gyeong-su o podía terminar como él si confiaba que Nayeon me ayudaría como el confió.
Desde que vimos que Nayeon dudaba en limpiar su pequeña herida de la rodilla nuestras sospechas terminaron para resolver el misterio que se creaba.
— Si lo hago yo también moriré. ¿Es lo qué quieren? — dijo despues de forcejear con la profesora
