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— Debemos de mantenernos fuertes — le dije al pelinegro que se encontraba en la ventana viendo al infinito— Parece que no me importa nada pero dentro de mi tengo miles de sensaciones y preocupaciones por mi familia, siento que si todos expresamos nuestros disgustos esto será más difícil de sobrellevar
Cheong-san no decía nada después de todo y me sentí mal por la perdida de lo que era su mejor amigo.
— Lo sé, yo aún tengo personas que deben estar muy preocupados por mi y posiblemente mamá se quedó en el restaurante porque es tan testaruda — sonrió levemente mientras seguíamos viendo a los zombies que corrían de un lado a otro
— ¿Tú mamá tiene un restaurante?
— Si, es el mejor pollo frito de Hyosan — parecía tan orgulloso de sus palabras
— Bueno eso sólo lo podré confirmar cuando lo pruebe — con un ligero empujón lo vi sonreír tímidamente mientras asentía con su cabeza
— Te prometo que al salir de esto te invitaré pollo frito
— Más te vale porque me estoy muriendo de hambre — todos estábamos debatiendo quiénes serían los valientes en salir a la oficina para conseguir un celular y presentía que este idiota sería el primero en ir
Los minutos que pasaban parecían una eternidad en la que todos buscábamos tener un poco de valentía para tomar la ventaja y liderar a nuestro grupo (grupo al que debería buscar un nombre).
De cierta manera me sentía como una cobarde, no podíamos ayudarnos en nada y ninguno tenía la suficiente capacidad para lidiar algo como esto, o eso creí hasta que vi a Cheong-san salir por la ventana
— Iré a la oficina de profesores a buscar un celular — fue lo que decía estando en la orilla de la ventana discutiendo con Onjo que parecía muy preocupada al dejarlo ir y que sin duda el no parecía notar eso
— Te acompañó — Y sin poder medir la gravedad de mis palabras y con mis pies apoyados en el marco de la ventada fui consciente de algo ya no tengo marcha atrás
Sin duda soy la persona más estúpida, tonta, caprichosa y cobarde porque no puedo creer que realmente estoy aquí, en la orilla de una ventana tratando de no caer para ser devorada por unas bestias y con dos idiotas que están temblando igual que yo.
— ¡Idiota regresa ya! ¡No quiero estar aquí! — con mis pies un poco inclinados para soportar el equilibrio de estar caminando por la orilla de una ventana y con mis manos enganchadas de la parte superior no podía evitar entrar en una crisis de miedo, tan sólo pensaba que yo era una piñata colgada y si no logró pasar esto los zombies se comerán mis órganos como dulces
— ¿Qué hacen aquí? — Cheong-san fue el único en hablar de los pocos metros que avanzamos
— Me gustaría decir que quería ayudarte pero me arrepentí y ahora no puedo regresar por el idiota que está atrás de mí — la cosa estaba así; Cheong-san salió por la ventana conmigo siguiendo sus pasos y nunca imaginé que Suhyeok también estaría aquí, la cosa era que no lograría regresar con el grupo
