12. Littles things will make big impacts

50 3 0
                                    

-Horas antes-

Hojou llegó corriendo a la base aún con la adrenalina en sus venas, donde su primer instinto fue soltar un grito fuerte.

-¡Lo han capturado! ¡Kou-chan fue capturado!

-¿Qué?-Preguntaron los demas policías que acababan de regresar de patrullar sin éxito.

Todos se reunieron a su alrededor incluido el jefe quien vio eso como su oportunidad.

Si su mejor elemento habia sido capturado y Hojou había regresado, significaría que la ubicación de la base estaba en sus manos.

-Tsunehito, calmese y digame que paso-Ordenó el mayor con superioridad y firmeza.

-Seguí a Kou-chan tal y como lo ordenó... Pero yo... Él...Unos bandidos...

-¿Bandidos? ¿Cuántos?

-Solo eran 2, pero pronto escuché que eran más... Apenas y escape pero se llevaron a Kou.

-Significa que la base es por ahi, encontraste su ubicación.

-Si, sé donde están.

-No hay tiempo que perder, es hora de atacar y rescatar a nuestro querido Oshiba-san de las garras de los sucios bandidos.

Todos gritaron emocionados en señal de apoyo y se empezaron a alistar mientras el jefe corria con emoción a su oficina.

Estaba feliz, al fin acabaria con los rebeldes que le quitaban sus riquezas día tras día.

Pero al fin habia llegado su momento de vengarse.

Tomó su arma favorita guardada en su compartimento secreto y salio con ella en mano.

Inmediatamente, todos se subieron a las unidades móviles y gritó con júbilo.

-¡En marcha!

''''

''''

Tensiones, guerras por diferencias y odio abundante.

Todo eso es ponderante en un conflicto, y más en uno de este estilo.

En esos momentos, los policias bajaban de las unidades y entraban al territorio enemigo caminando sigilosamente en posición de ataque mientras que todos los demas bandidos estaban por ejecutar al contrario por órdenes de la mayor.

Megumi estaba seria e intranquila enfrente de aquella prisión.

Por su mente pasaban muchas cosas, pero el tema principal era Masahiro.

Su hijo se había quedado dormido sin dirigirle la palabra, cosa que le rompió el corazón.

Además, su querido hijo parecía tener problemas con su prometido, y todo por ese policía que, según los testigos, sujetaba al rubio en una forma algo comprometedora.

Sintiendo una ira fuerte, grito con fuerzas.

-¡Traigan al policia y vendenle los ojos!

Kousuke fue traído de la celda sin oponer resistencia cosa que desconcertó bastante a todos.

Enseguida, le colocaron la venda y fue puesto atado frente a los demás.

Megumi tomo su pistola, se posiciono enfrente del pelinegro y justo cuando iba a disparar, el cuerpo de policías llegó al lugar.

La sorpresa y la reacción de ataque los invadió, pero inmediatamente esto se sustituyo por el escepticismo y confusión debido al grito de una presencia rubia.

Don't Judge meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora