1.1

14 3 6
                                    

POV NINE

Esta mañana no me levanté tan temprano como de costumbre pero nadie me manda a quedarme viendo series por las noches hasta altas horas de la madrugada. Tarde pero todavía a tiempo, me di una ducha, me vestí y bajé a hacer el desayuno, no tan elaborado. También hice mi almuerzo y el de Patrick para llevar a la escuela. Hasta ese momento me di cuenta de que mi hermano todavía no había bajado.

Se le pegaron las sábanas otra vez, es lo primero que pienso. No puedo evitar soltar una risa al recordar esa tonta excusa, en verdad PaiPai creyó que los duendes lo habían hecho, a veces mi hermano puede ser tan inocente. Mamá siempre nos lo decía, ambos podemos llegar a ser tan inocentes. Obviamente no fueron los duendes aquel día, Patrick solo olvidó que él mismo los había dejado en su caja, en defensa de mi hermanito, mi cerebro tampoco funciona muy bien por las mañanas.

Me apresuró en ir a su habitación para levantarlo, escucho un ruido sordo tras tocar la puerta, al parecer no hay duendes esta vez sino más bien un Patrick que se quedó dormido.

Después de levantar a Patrick sigo preparando el almuerzo escuchando ruidos en el piso de arriba, pues PaiPai no ha dejado de correr de aquí para allá.

- No corras, Patrick - digo al verlo bajar las escaleras apresuradamente - Puedes caerte, ten más cuidado.

Lo veo dar vueltas por toda la casa trastabillando con sus propios pies.

- ¿Qué buscas?

- Mi mochila.

— Antes de que culpes a los pobres duendes.

— ¡P'Nine!

— Está junto a la escalera, la dejé ahí porque el viernes llegaste a botarla en la entrada y la olvidaste todo el fin de semana — veo cómo corre a buscarla — Espero que hayas hecho tus tareas porque no te vi tocar ni un libro estos días. Te la pasaste yendo a la plaza con tu amigo.

— Lin Mo y yo estuvimos practicando para las pruebas del equipo de baloncesto, serán este viernes y debo estar preparado.

— Pero debes enfocarte en tus estudios también, no debes dejarlo de lado solo por el deporte.

— P'Nine, ¿por quién me tomas? Soy igual de responsable que tú.

— Okey, chico responsable date prisa y desayuna algo que ya es tarde.

Subí a mi habitación por mi mochila y al bajar ya no vi a Patrick porque este ya me esperaba en el auto. Lo llevé hasta su facultad y le entregué su almuerzo, nos despedimos y me dirigí hasta mi primera clase.

Fue un día normal para mí, como cualquier otro, la pasé entre clase y clase entregando mis trabajos y tareas completas, escuchando las felicitaciones de mis profesores por mi buen desempeño.

Verán, ser un cerebrito no te da mucha popularidad, creo que la mayoría se enfoca solo en los deportes y las animadoras. Eres popular, si eres atractivo, un chico fuerte y con músculos o una chica hermosa y con curvas. En mi caso, no soy una chica y no tengo músculos.

El deporte no es para mí, definitivamente. Probablemente esos atributos se fueron hasta Patrick, no tengo la mejor condición y además adoro comer. Pertenecer al equipo de animadores tal vez me haría popular pero digamos que, animar no es lo mío. Pues según Liu Yu soy un pesimista, aunque yo lo llamo ser realista, una roca animaría más al equipo que yo. Tal vez yo terminaré lanzando esa roca a los cabezas huecas. Y aunque quisiera ser parte, que obviamente no es el caso, no podría ni siquiera entrar. Sus estándares son demasiado altos, más que nada los de belleza.

La Vida Es Una MierdaWhere stories live. Discover now