♡¡ O18 : incluso así

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— Pero no quiero. — Se quejó con sus ojos llorosos.

— Esto va ayudar.

— Me duele un poco la garganta. — Pucheros y más pucheros se encontraron en el camino de Zayn esa mañana. — Pero no quiero té. — Se cruzó de brazos y pegó sus labios haciendo su carita a un lado.
— Fuchi.

— Te dije que no te durmieras sin antes tomarte la pastilla que dejé para ti. — Acercó de nuevo la taza a su boca, pero Liam volvió a negarse. — ¡Pero si no tiene sabor!

— Si tiene, Zayn. — Defendió, ahora con menos de ganas de tener esa cosa fea en su boca. — ¿No puedes darme café?

— ¿Caliente?

— Helado.

—No. —El puchero en los labios del menor incrementó. Aún así, Beomgyu no se dejó vencer. — Mira, amor, tienes que tomar algo caliente para que el ardor sea menos.

— ¿No hay algo más? ¡El té no me gusta, el café caliente menos y hacer gárgaras hará que quiera llorar. — Aunque ya sus ojos demostraban que quería echarse a llorar por el ardor que incrementaba cada vez que hablaba, no lo estaba haciendo.

— Te daré una pastilla, pero esta no hará efecto tan rápido como quieres que sea, ¿Okay? — El menor asintió. — Después de eso vas a dormir. — Se levantó y salió de ahí.

Liam se sentía derrotado y cansado, pero no se arrepentía porque había sido una noche agradable y llena de besos que le hicieron sentir un nido de mariposas en su panza.

Al menos, le confortaba que Zayn no se hubiera enfermado al igual que él. O sea, él había pasado más tiempo debajo de la lluvia, pero de igual forma sus defensas eran mucho mejores que las suyas. Aunque sí podía ver sus ojos rojos y su nariz con mocos, y eso le molestaba, porque en lugar de estar al pendiente de sí mismo, estaba detrás suyo.

Apretó ambos peluches a su pecho con una mueca en los labios. —¿Tomaste algo, Zaynie?

— Té y una pastilla cuando me levanté. —Respondió desde afuera. — Me siento más tranquilo.

— Pero te ves mal.

— ¿Y eso qué?

Liam quiso gritarle pero no tenía la suficiente fuerza para hacerlo. — Deberías de preocuparte por ti, no por mí. ¡Y estás haciendo las cosas al revés!

Zayn entró con un vaso de agua y una pastilla en la mano, se acercó y lo ayudó a tomarsela. — No tienes que preocuparte por mí, yo me puedo encargar de ambos.

Liam negó con enojo. Dejó el vaso en la mesita de noche y palmeó el lado libre en su cama. — Ven aquí, vamos a dormir.

— Tengo que cuidarte de que la fiebre no regrese.

— ¡Ven aquí! — Volvió a palmear con su rostro serio. — Aquí nos cuidamos ambos o nadie se cuida. Yo veo por ti y tú por mí, ¿Sí? — Zayn recostó su cabeza en la almohada que se encontraba al otro lado.

— Me parece correcto. — Es ahí cuando Liam sonrió, recostó su cabeza en el pecho de Zayn, llevando consigo a ambos peluches, acomodó el koala a un lado del mayor y él abrazó al elefante con cuidado.

El rato pasó, ambos no habían dicho nada por lo cansados que se sentían. Pero eso no cambió nada, porque estaban cómodos con el silencio y los dulces roces que dejaban las manos de Zayn en el brazo de Liam.

Por momentos el menor le besaba el pecho, para después rozar su nariz en su camisa sin poder evitar sentirse feliz con todo eso.

— Te quiero, Zayn. — Susurró con sus ojitos cerrados apretando el peluche a su cuerpo. — Te quiero mucho, mucho, porque eres tan lindo conmigo, porque estás aquí y porque me es inevitable no sentir mariposas cuando se trata de ti. Me gusta lo cursi, pero jamás creí que alguien se fijaría en mí por lo chillón y molesto que soy. Y con todo eso tú terminaste por quererme, terminaste por sentirte atraído hacía mí cuando más tenía miedo... es que, tú eres todo lo que yo quiero.

— ¿Incluso con mocos y tos? — Preguntó con una pequeña sonrisa mientras enredaba sus piernas con las de Liam. El cual no tardó en asentir y hacerle saber que sí.

— Con todo lo lindo y lo poco atractivo que veas en ti, porque a los ojos no hay mejor prospecto de novio que tú.

「 lluvia 」| ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora