La última fiesta •|• Demetri y tú (PAUSA)

Capítulo 16

-Cambiate de una buena vez Demetri- Dije enojada.

Luego de ese largo momento, a Demetri se le pasó el efecto.

-MALDITA SEA DEMETRI, APÚRATE- Grité enojada.

-Ya estoy- Dijo tranquilo saliendo del cuarto.

-¿Y ahora que diablos te pasa?- Dije en tono de cansancio.

-Nada, DiDi- Dijo indirefente.

-Hace 5 mínutos estabas como un loco cantando en la ducha Demetri- Dije.

-Digamos que la ducha funcionó- Contesto en tono bromista.

-Demetri, tenemos que ir al dojo porque mañana es el All Valley- Le dije.

*Narra Demetri*
-Si, estoy nerviosa- Dijo DiDi en un claro tono de nervios.

-Oye, tranquila. Les patearas el trasero a todos esos- Dije. Dios, me estoy pareciendo a Johnny.

-Si, eso espero- Dijo MI DiDi no muy convencida.

Estamos caminando hacia el dojo, allí estaría Johnny y Sam. Esto se va a poner incómodo.

Llegamos al dojo y todos nos miraban raro, ¿Acaso no tienen otra cosa que hacer? -Pero miren quien llegó, la perra de Andy- Dijo Sam en tono burlesco.

-Buena esa LaRusso- Dijo mi "suegro" riendo.

Y todos al rededor comenzaron a reír, hasta que el sensei Daniel habló.

-¿Que está pasando aquí?- Dijo el sensei Daniel con tono enojado.

-Sam, yo no te eduque así- Dijo el sensei Daniel decepcionado.

-Pero papá- Mi sensei la interrumpió.

-Pero nada. Luego vamos a hablar tú y yo. Y discúlpate con Andy.- Nunca lo había visto tan serio.

-Bien.. perdón Andy por llamarte perra, aunque si lo eres- Dijo Sam sin arrepentimiento.

-El señor miyagi estaría decepcionado- Dijo el sensei Daniel.

-Nos importa un bledo ese viejo- Dijo el Lawrence mayor.

-¡Oye! Muestra más respeto hacia el señor Miyagi.- Esto se va a descontrolar...

-¿Respeto? Por favor Daniel, ese viejo no era más que un perdedor- Pagaría millones de dólares por volver a ver la cara de Daniel al escuchar eso.

-Mi sensei era increíble, y fue muchas veces ganador. O acaso quieres hablar de tu sensei Johnny- Dijo este cerrando levemente sus ojos.

*Narrador omnisciente:*

El rubio le pegó una patada en los huevos al vendedor de autos, todos supieron que había empezado una pelea.

-¡DIOS SANTO!- Dijo Amanda, la esposa de Daniel.

-¿Que se supone que hacen?- Dijo Amanda enojada.

-Él empezó insultando al señor Miyagi- Dijo el sensei de Miyagi-do.

-Él empezó hablando estupideces del viejo mal hablado- Dijo el rubio enfadado.

-¡Ya basta! Parecen dos niños pequeños- Dijo la esposa de Daniel.

-¡Él no tiene derecho a insultar al señor Miyagi- Dijo el azabache furioso.

-¿Qué no tengo derecho? Disculpa señor perfección, ¿Tengo derecho a romperle el culo a tu esposa?- Dijo Lawrence bromeando.

-Atrevete una vez más a insultar al señor Miyagi y te juro- Amanda no lo dejo terminar la frase. -¡DIOS! ¡DEJEN DE DECIR ESTUPIDECES!- Dijo Amanda enojada.