🍁 Capitulo 3🍁

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En la noche mientras que Bambam estaría con el príncipe Jackson después de tanto tiempo sin verso y finalmente casados, yo iría al bosque para encontrarme con mi amor. Me adentre al bosque sin llamar la atención de las personas. Llegué a una zona completamente libre, donde solo había césped y alrededor en forma de círculo había árboles de hojas verdosas y troncos fuertes. Un lugar escondido que muchos no lograrían encontrar. Y entonces la vi, bajo la luz de la luna, sentada bajo un cerezo esperándome. En cuanto me vio, se levantó del suelo rápidamente y corrió a mis brazos. Nos unimos en un fuerte y cálido abrazo, de esos que se te va la respiración pero no deseas separarte de esa persona especial. Nos separamos y no tardamos en unir nuestros labios en un tierno y lento beso, donde demostramos lo mucho que nos extrañamos, lo mucho que nos amábamos, lo mucho que necesitábamos de la otra. Nos sentamos bajo el árbol, abrazadas, dejando que el silencio nos consumiera. Jennie acariciaba mi cabello con la yema de sus dedos, la tome de la mano y entrelace nuestros dedos, los cuales encajaban a la perfección, como si se tratase de un rompecabezas.

--¿Podrías quedarte conmigo? No regreses al castillo--

Me suplicó con un bulto en sus rosados ​​labios. Siempre me hizo caprichos cuando no quería algo, pero esta vez, fue la primera vez que me pidió no volver. Sus ojos me miraban con preocupación, fruncí el ceño.

--¿Por qué? Sabes que tengo que hacerlo. Es mi obligación servirle al príncipe, al rey--

Jennie soltó un suspiro y bajo la vista. No le gusta insistir. La tome de la barbilla y la obligue a mirarme a los ojos.

--Pero tengo miedo. No me importa si no regreso de una guerra, si soy castigada hasta que ya no pueda caminar, eso no me importa, lo que me preocupa es que te hagan algo a ti. Estoy tan asustada. Quiero verte cada día, desde el amanecer hasta el anochecer, quiero besarte todos los días, a cada hora--

Mis ojos se inundaron de lágrimas. No podía imaginarme una vida sin Jennie, sin mi hermano Bambam. Son todo lo que me queda. Jennie limpio las lágrimas que caían por mis mejillas con sus pulgares.

--Te amo, Lisa. Mi vida ha sido una recompensa porque te conoci--

Mi voz se rompió al escuchar lo último. El príncipe Jackson era capaz de matar a Jennie, inclusive amenazar de muerte a su propio esposo, si llegase a no cumplir una orden de él. Cada vez pedía más cosas imposibles de realizar. Cuando digo imposible, me refiero a matar a una gente inocente que no ha hecho nada grave, un niño del pueblo por jugar en el jardín real, una abuela por cocer mal un vestido y demás. Estaba loco. Tenía un carácter incomprensible y egoísta.

Las dos nos abrazamos mientras que nuestras lágrimas caían. Al final terminamos durmiendo juntas en aquel tronco, en medio del bosque, con la única luz de la luna y las estrellas.

Goblin | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora