𝑁𝑜𝑣𝑖𝑜 𝐹𝑎𝑙𝑠𝑜 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}

🦋Capítulo 14🦋

Me removí entre las sábanas y enterré más mi rostro en la almohada aspirando aquel delicioso aroma.

Entre abrí mis ojos, viendo un poco la luz que se filtraba por la ventana. Los cerré y me dí una vuelta en la cama estirándome, y al parecer mi cama ya no era tan grande como antes, pues terminé cayendo al piso, un piso un poco blando y que además soltó un pequeño gemido de dolor.

— T/n, estás aplastando mi brazo — Dijo con voz ronca ¿Aidan? —

Abrí mis ojos, teniendo la cara de Aidan muy cerca a la mía.

Su cabello castaño estaba despeinado y tenía sus ojos medios abiertos dándole un toque tierno, ahora que estaba más cerca podía apreciar más los pequeños lunares que tenía, como el de su nariz y también sus largas pestañas.

— T/n, ¿Por que estás mirándome tanto? — Salí de mi trance y me senté quedando encima de él. —

— Aidan, ¿Que haces en mi habitación? ¿Millie te dejó pasar? — Estaba confundida que ni cuenta me di de nuestra comprometedora posición. —

— ¿Tu habitación? — Preguntó divertido — Nena, estás en mí habitación.

Mire de nuevo todo a mi alrededor y sí, cortinas grises, paredes azules con blanco y alguna pinturas colgadas en las paredes.

Esta no era mi habitación.

Lo había recordado, ayer me quedé dormida en su hombro.

— Supongo que ya lo recordaste — Habló viendo mi rostro. —

Asentí.

— ¿Tú... Me trajiste hasta aquí? — Él asintió —

— No pesas mucho.

— ¿Y dormiste en el suelo? — Dije apenada. —

— El sillón no es tan cómodo, así que puse uno de estos colchones de campamento que tenía por ahí, es más cómodo que el sillón — Rió. —

— Ay Aidy, yo hubiera podido dormir aquí — Sonreí leve — Y tu hubieras podido dormir en tu cama.

— No, está bien, eso es lo que se supone que hace un "Novio" y cualquier caballero la verdad, aparte de veías tan linda durmiendo que no quise despertarte — Dió un pequeño toque en mi nariz logrando que me sonrojara. —

— Ya! — Reí removiéndome. —

Aidan de pronto se puso serio y vi sus mejillas pintarse de un leve rosa.

— ¿Estás bien? — Pregunté y me agaché un poco tocando su frente — Aidy estás caliente.

— T/n, no te muevas — Cerró los ojos y habló con voz ronca. —

Lo miré confundida por su repentino cambio.

Me incorporé y lo escuché soltar un suspiro.

— ¿Por qu... — Iba de nuevo ha agacharme cuando me interrumpió. —

— T/n! — Abrió los ojos y ahí fue donde caí en cuenta. —