Ángel de bata blanca - MewGulf

4. Vínculo de confianza sutil

Después de un largo sueño reparador, Gulf despertó cerca del mediodía, se sorprendió puesto que nunca en su vida había dormido tanto, cambió el vendaje de sus manos, las heridas estaban casi cicatrizadas en su totalidad y su pecho ya no dolía como días antes, sus piernas ya no tenían marcas, se dio un baño rápido y se puso algo simple, salió de la habitación mirando todo a su alrededor... era un desastre, no podía culpar a Mew quien a penas tenía tiempo de llegar a casa.

Había sido un día pesado, mucho trabajo como siempre, se apoyó sobre la parede del elevador, suspiró y cerró los ojos, el sonido de las puertas abrirse lo trajo de nuevo a la realidad, salió del elevador y caminó por el pasillo para llegar hasta su departamento, sus ojos se abrieron con sorpresa al ver el lugar, hasta pensó en verificar el número de departamento para cerciorarse que no se había equivocado, el lugar estaba completamente limpio y olía delicioso, entró temiendo ensuciar algo, dejó su bolso en la entrada junto con su bata blanca, se quitó los zapatos, aflojó su corbata y observó todo, en la estufa estaba la cena lista, de ahí provenía el aroma que despertó su apetito, caminó hacia la sala y encontró a su joven paciente recostado en el sillón, profundamente dormido.

Se olvidó del mundo, esa imagen captó su total atención, su piel blanca, aparentemente suave, los mechones negros cubrían los hermosos ojos que le habían atraído desde el primer día, su expresión relajada era demasiado tierna, se removió cubriéndose con sus manos y flexionando sus piernas, entonces Mew recordó que era una noche fría, pero se veía tan lindo que le daba pena interrumpir su descanso, lo tomó suavemente en sus brazos, lo hizo de manera lenta para no despertarlo, le sorprendió lo poco pesado que era su cuerpo, tibio y suave, definitivamente alguien frágil, seguía sin entender como alguien se atrevía a dañarlo... maniobró para abrir la puerta de su habitación y lo dejó con delicadeza sobre su cama, sacó del closet una frazada para cubrirlo, se veía tan adorable que no pudo evitar acercarse un poco y besar su frente, pero justo antes de alejarse, Gulf balbuceó cosas sin sentido, Mew observaba divertido hasta que una frase salió de sus labios y su sonrisa murió dando lugar a la preocupación.

-Mew...- susurró -Sálvame...-

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Eran las 5 am, tenía tiempo suficiente para llegar a su trabajo, se dio un baño y terminó de vestirse, puso un poco de loción y peino su cabello solo para acomodarlo, salió de su habitación abrochando su reloj, caminó hacia la cocina con intención de buscar algo para desayunar, pero grande fue su sorpresa al ver a Gulf.   

-Buenos días Mew...- saludó con una leve sonrisa

-Buenos días Gulf... pero... deberías estar descansando- se acercó para ver que cosa hacía que olía tan bien

-Hot cakes, te gustan?- preguntó

-Hace años que no los como!! -dijo Mew alegre -Huelen delicioso! No debiste molestarte Gulf-

-No es molestia, además dormí bastante bien y no es bueno que vayas a trabajar con el estómago vacío-

-Siempre desayuno!-

-Una fruta? Un vaso de leche o un poco de yogurt?-

-Sí, exactamente eso...-

-Es poco para una larga jornada...-

-Soy doctor, sé exactamente qué necesito-