01

320 35 1
                                    

Sana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Sana

Me escapé de la prisión hace un momento y me están buscando, me escondí en un callejón que no me trae buenos recuerdos pero no me encontraron.

—Por lo menos no me vieron.. —miro por todos lados y salí de mi escondite.

Caminaba con tranquilidad mientras veía las casas y ninguna me convence. Me encuentro con mi casa pero decía "se vende" estos estúpidos ahora van a vender mi casa, genial. Ya me quedaba sin opciones ya que en la casa de Mina no lo creo por lo que dicen de mí. Solo tengo una opciones y esa es la casa de mi pareja, Tzuyu.

Lo sabia, ella me odia. Demasiado diría yo, miré por afuera las luces y todas estaban apagadas excepto la de su habitación, bingo.

Entré a la casa por la puerta de atrás que estaba media abierta y la cerré con cuidado de no hacer ruido, subí las escaleras y justo vi salir a Tzuyu de la habitación y la sorprendí.

—Sana.. —me miró con cara de sorpresa y ¿desagrado? —¿Qué haces aquí? ¿¡Y cómo escapaste!?

—Tzuyu, tanto tiempo y sigues igual de hermosa. —me quise acercar pero Tzuyu empezó a gritar.

Le tapo la boca y la agarro para llevarla a la habitación y cerrar la puerta con seguro.

—Tzuyu calmate, solo-

—¡No te escucharé! O acaso no te deje claro que te odio y no quiero verte nunca más en mi vida.

—Por favor.. solo esta vez. —le suplico de rodillas y ella me miró para asentir con la cabeza.

—Habla. Ahora.

—Mira, se que me odias y lo tengo muy claro pero por favor, déjame estar en tu casa.

—¿¡Eres loca!? ¡Claro que no! Ni muerta ni viva aceptaré que te quedes en mi casa.

—Sé lo que piensas, ¡pero prometo no causarte problemas!

Tzuyu lo pensó por un momento y al parecer de verdad confiaría en que le causaría problemas así que aceptó.

—Eso espero o te denuncio para que te metan presa otra vez. —amenazó para decirme donde dormiría.

Regresó a su habitación, supongo que pensando que como su peor recuerdo de la vida había vuelto. Quería pensar que sería un día muy largo el de mañana. Quería pensar que Tzuyu nunca fue la que le dijo que no me quería volver a ver.

Estaba metida en las sabanas de color amarillo y pensaba si tenía oportunidad con Tzuyu otra vez, aunque no fuera así por lo menos quería un poco de su cariño.

Se hizo de día y las dos desayunamos calladas, no nos dijemos ninguna palabra y menos manteníamos contacto visual. O eso intentaba, yo escuché a Tzuyu hablar por teléfono pero me prometí a mí misma no meterme en su vida personal por el momento.

—Sana voy a salir, no hagas nada y si quieres comer agarra lo de la refrigeradora. Ah, y no toques mis cosas. —advirtió y salió cerrando la puerta con llave.

—Cómo si fuera a hacer algo malo.

I Can't Stop Me 2 || Satzu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora