Después de que Sana escapara de la prisión, no tenía donde quedarse y en la casa de su amiga Mina no era buena opción. Así que decidió ir a la casa de su amada, Tzuyu.
-Sé lo que piensas, ¡pero prometo no causarte problemas!
-Eso espero o te denunc...
Mina y Sana ya estaban en el aeropuerto para irse a Japón, aunque no se hayan graduado todavía, el director no se opuso a que Mina no terminara ya que sabía lo importante que era la familia de ella. En cambio Sana tuvo que hacerse una identificación falsa para que no la reconocieran.
-¿Lista, Sana? -la de cabellos negros antes de subirse volteó a ver a Sana que estaba mirando adentro del avión.
-Claro que lo estoy. -le sonríe y se sube junto a ella.
Mientras que con Tzuyu acababa de llegar a Estados Unidos, llegó a un hotel y pidió una habitación. Llegó al piso cuatro y a la habitación 132, era algo grande el lugar y la cama era lo más cómoda que existía apenas la vio se acostó y sus maletas las dejó en el piso.
Se durmió por un rato y se levantó por el ruido de la puerta, con pereza lo hizo y abrió la puerta. Había una pequeña caja se extraño por eso, la agarró y cerró la puerta, dejó la caja en su cama y se fue a cambiar para cenar.
Llegó hasta el piso de abajo y escogió su comida, se sentó en una mesa de dos porque igual era solamente ella.
De un momento a otro vio una niña acercándose a ella y le dejó una nota. Ok, ya era raro todo primero la caja ahora la niña, ¿qué estaba pasando? No tenía una respuesta, dejó su comida a medias y regresó a su habitación.
Cerró con fuerza la puerta y buscó una pluma para romper la caja, después de abrirla vio su interior. Era ropa pero era parte de su ropa que estaba en la casa de ella. Busco la carta y la empieza a leer, era Jihyo quien le envío eso pero no estaba en Estados Unidos sino que se lo envió por delivery y la niña era una sobrina de la coreana que le había dado las indicaciones para cuando viera a la taiwanesa.
-Ay Jihyo, casi me das un susto. -dejó todo en un mueble y se dedicó a ver la televisión.
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-Mina.. estoy aburrida, cuando llegamos? -Mina la intentó ignorar pero si lo hacía le empezaría a suplicar.
-Sana solo nos faltan seis horas para llegar. Si quiere duérmete o escucha música yo que se.
-¿Tú no tenias una amiga? Siempre las veía juntas. -Mina casi escupe su jugo. -¡Oye! No dije nada malo.
-¿Acaso eras mi espía? Osolo nos veías a lo lejos.
-La segunda, es mejor que le digas que te fuiste.
-Ella ya sabe eso Sana.. -dejaron de hablar porque Sana se puso los audífonos mientras Mina estaba descansando.
Pasaron dos, cuatro.. y al final seis horas. Sana despierta a Mina y se pone al lado de la ventana para ver el lugar desde lo alto, hace mucho que no iba a Japón y le daba lindos recuerdos. Tenían que hacer otro viaje para ir a Osaka pero lo harían mañana.
