Después de que Sana escapara de la prisión, no tenía donde quedarse y en la casa de su amiga Mina no era buena opción. Así que decidió ir a la casa de su amada, Tzuyu.
-Sé lo que piensas, ¡pero prometo no causarte problemas!
-Eso espero o te denunc...
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Tzuyu y Sana hablaron un poco antes de que se fuera la taiwanesa, llegó la hora de la despedida. La más alta estaba con una maleta o más bien dos, mientras Sana estaba en la casa mirándola por última vez antes de ir donde Mina. ¿Por qué no se despidió? Sería muy sospechoso, eran las seis y media, ya no estaba en Corea.
—Que te vaya bien en el camino Tzuyu.. —dijo por último antes de irse.
Jihyo vio a alguien irse con capucha de la casa de la taiwanesa, supo que era Sana y después no la vio. Entró en la casa y vio el lugar, vio las habitaciones, baño, cocina y sala. Tenía planeado ir al cuarto de Tzuyu pero tuvo una idea.
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Llegó a la casa de Mina, esperó que la Japonesa la aceptara y la ayudara o algo así. Tocó la puerta dos veces y se abrió, Mina se sorprendió y la abrazó.
—¡Entra, entra! ¿☆Cómo llegaste? ¿Y que haces acá? —cerró la puerta y le preguntó.
—Es una larga historia y si lo sé soy una fugitiva —Mina la interrumpió.
—Tzuyu antes de irse me dijo —Sana se sorprendió porque Mina ya sabía —. Lo sé todo, solo fingía para ver si no me mentirias. —termino de decir.
—¿Me ayudarás? Sabes que ahora mi reputación no es buena.
—Sí, para esto tendremos que ir a Japón donde están las empresas de mi padre. Allá tú me ayudarás en el trabajo y esas cosas.
—Tipo.. ¿☆seré tu secretaria? —pensaba que sería una socia o algo pero igual no era tan malo, Mina la miró mal. —Ok, tranquila. Acepto el trato de volver a Japón y ayudarte.
Sana le da una sonrisa penosa y Mina solo le sonríe para decirle otras cosas que debe saber sobre su nueva vida. Le da una habitación y después la invita a ver unas películas como lo hacían antes.
—Mina.. no sé cómo sigues siendo mi amiga después de todo lo que hice. —Mina la voltea a ver y sonríe antes de hablar
—Fácil, Nos conocemos desde pequeñas. Íbamos a la casa de la otra para jugar, hacer tareas o pasar tiempo juntas y después entramos al mismo colegio, lo que hiciste no tiene perdón pero aún así te quiero mucho. —Sana la abrazó y lloró por las palabras que dijo su amiga.
Se durmieron y al día siguiente Mina regresó al colegio, Sana ya sabía las reglas pero con la otra Japonesa era diferente. Se preguntó que estaría haciendo Tzuyu en esos momentos.
Mirándolo de otra manera.. hace mucho no veo a mi familia así que sería bueno, también para ser otra persona. —pensó en que tenía que ir a terapia desde antes pero ahora no.
—Cuando vuelvas Tzuyu, te prometo que seré diferente y te conquistare.
Empezó a reír recordando los pocos momentos que pasó con la taiwanesa y después en la manera que llamó a Mina cuando estaba celosa en una escena que veía de Tzuyu. No pensó en las consecuencias de sus actos y ahora quiere ser una persona mejor, no solo para su amada sino para ella misma.
Estuvo muy aburrida, no tenía celular, ni sabe que se hizo ese aparato cuando la metieron presa. Por mientras empezó a actuar para ella misma y se inventó una historia en su mente. Pero después se aburrió así que se cocinó algo.
Se hizo un pan tostado con jugo de naranja, se lo terminó e intento descansar pero no tenía sueño solo estaba aburrida hasta que llamó Mina
—Mina? No estás en el receso?
—Sí, pero es para decirte que traeré a una amiga a la casa.
—Ay Mina, tranquila me encerraré en mi habitación. No saldré.
—Está bien, nos vemos en unas horas.
Terminó Mina y colgó la llamada, Sana tendría un buen día esa tarde.
