Blu y Marie.

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Viejos recuerdos de el pasado, cosas que se supone, que hace mucho tiempo deberian de haber sido, y que significan por tanto, que al haber ya pasado hace mucho, uno no tendria mas opcion, que seguir adelante con su vida, pues al fin de cuentas, ya lo que fue, fue.

Sin embargo, se supone, que ya lo que esta en el pasado, quedo atras, y preferiblemente uno no deberia de aferrarse al mismo, sino que lo contrario, vendria a ser, que uno siga con sus vida, simplemente con su vida, sin mirar mas hacia atras, y mantener la vista siempre adelante, aunque eso no quita que Blu, vea a aquellos recuerdos como momentos realmente agradables. El simplemente no tenia mas opcion, ya solo debia mantener esos dias, como gratos recuerdos. Por muy mal que eso fuera a escucharse o tan siquiera que se fuera a escuchar triste. Sin embargo, no se puede negar que cuando esos bellos recuerdos de alguna manera logran volver a uno, es entonces que en la mayoria de los casos, resulta en una felicidad inanarrable.

Esto era justo lo que Blu aprendio de una forma que no era realmente mala. Tambien es normal, que uno busque una forma de siempre recordar todo lo que alguna vez fue, y vea siempre como atesorar aquellos bonitos recuerdos.

Un viejo album de fotografias.

Blu lo habia tenido guardado y olvidado durante mucho tiempo, siempre procuro cuidarlo lo mas que pudiera, pero tampoco se preocupo demasiado por revisarlo a cada momento, hasta aquel dia, en el que decidio hacer una limpieza en aquel escondite personal, que Blu habia elaborado desde hace ya un tiempo, y que le habia costado demasiado trabajo hacer, pero ya estaba mucho mejor, y se veia mas limpio y ordenado, que hace unos meses.

Se trataba de un arbol, grande, con un monton de huecos y ramas muy largas, llenas de hojas, no lo podia creer en lo absoluto, la gran suerte que tenia, Blu, estaba realmente feliz de saber que aqui, podria tener un lugar personal, donde pudiera atesorar por completo su vida, y cada momento de esta, sin que nadie lo interrumpiera, ese arbol, era tan grande y tan basto, que cualquier ave que entrara en el, se sentiria como en un laberinto, ya fuera queriendo moverse dentro de su tronco, o por sus ramas, y por lo visto en mucho tiempo, nadie nunca lo habia encontrado, por lo que para Blu, este sitio era mas que perfecto. Luego de varias semanas, viniendo hasta este sitio, en un arbol, oculto en lo profundo del Amazonas, Blu hizo de este mismo, su santuario.

Llenandolo por tanto, de cosas personales, tales como juguetes de la infancia, cosas importantes de su niñez, dibujos de sus hijos, un unico recuerdo que a el le quedo de sus padres biologicos, y por supuesto, un album de fotografias, un viejo album de fotografias.

En el que logicamente, Blu registro los momentos y personas importantes que el pudo tener en su vida, y de los que realmente recuerda con mucho cariño y amor, como por ejemplo, una larga lista de amigos que tuvo durante su estancia en Minnesota, que sorprendentemente fueron mas en su mayoria amigas, una por ejemplo, una hermosa guacamaya amarilla, mejor conocida como Marie. Chica con quien el, compartio mucho tiempo, y de los mas gratos para recordar, ella era siempre muy amable, comprensiva, bondadosa, y empatica a la hora de escuchar los problemas de Blu, quien por supuesto siempre le respondia de la mejor manera, devolviendole el gran favor que el a diario recibia de ella, gran empatia, mucho mayor lo que luego suele estar dispuesta a hacer una chica por otro chico, tanto como para que solo lo quisiera de amigo.

Aunque claro, Blu jamas se habria puesto a pensar en ello.

Los retos de Blu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora