Blu y Sara.

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Guacamaya roja reservada y callada que no gustaba de hablar con casi nadie, sino hasta que conoció a Blu.

Y continuamos con mas y mas guacamayas rojas, no debería de extrañar, ya que si de eso hablamos, esta siempre han sido el tipo de aves mas abundantes en las tiendas de mascotas exóticas en Minnesota, claro que si lo eran.

Blu no veía esto raro en lo absoluto, puesto que en aquellos años, fue todo lo que el conoció, así que no se le hizo nada raro, desde luego que no, Blu siempre vio bien a todo cuanto pasaba en su mundo, que era una ciudad tranquila en los Estados Unidos, y que por esto mismo, seria que a Blu nunca le paso nada fuera de lo común, así que solo pudo conformarse con sus mejores amigas, que eran las únicas que pudieron darle algo de emoción a su vida, aun cuando el no se las había pedido.

Blu siempre había tenido que ser sacado a la fuerza de su casa, por alguna de ellas, ya que todas parecían siempre portarse igual, todas parecían ser igual de enérgicas y arriesgadas, siempre tan aventurareras, con espíritu de riesgo, pero bueno, el no las podía culpar, después de todo, esa era la forma de ser y actuar de cada una de ellas, de todas, menos de una, su nombre, Sara.

Ella era la primera chica, con la que Blu pudo sentirse a gusto al principio, puesto que en resumidas cuentas, se podría decir, que ella era como el, aunque no tanto, pero si bastante, bastante como el, Blu lo sabia, y por eso mismo, fue que ella se convirtió en su refugio temporal durante tantos años, refugio en el que el siempre pudo esconderse, cuando el resto de sus amigas, pretendía ponerse en una situación riesgosa, solo por diversión.

Pero al final, Blu sabia que no podría esconderse detrás de ella para siempre.

No era el único que pensaba así, Sara también prefería un ambiente mucho mas calmado y tranquilo como Blu, pero eso no significaba que no le gustara divertirse, desde luego que no, ella también era amiga de Lucille y las demás, y por eso mismo, fue que de ven en cuando cedía ante las peticiones y a veces hasta suplicas de sus amigas, cuando ellas querían hacer algo emocionantes. Lo mismo que le pasaba a Blu, y era por esto, que ambos encontraron un muy buen amigo el uno en el otro, o así fue durante un buen tiempo, al menos por parte de uno, ya que por parte de la otra, se podría decir, que siempre hubo algo mas, algo que ella siempre se guardo, pues era de echo, incluso mucho mas tímida que Blu para decírselo, pero le hacia feliz el que el fuera mucho mas abierto y estuviera mucho mas dispuesto que ella a divertirse, eso también era algo que siempre le gusto de ella.

No hablaba mucho, tampoco sonreía muy seguido, pero eso quería decir que la viviera así, ella por algo, empezó a formar parte del grupo de Blu y el resto de sus amigas, y no se arrepentía para nada de ser lo, todo lo contrario, ella estaba mas que agradecida, por haber tenido la fortuna de conocer a Blu y a las demás.

Los retos de Blu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora