Blu y Mama.

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Sara siempre fue tambien por su parte la madre tipica, que daba mas que abundante amor y cuidado a su hijo, y al que de verdad le hubiese encantado verlo crecer, pero que por desgracia esto no fue posible por causa del destino que suele ser mas que caprichoso.

Pero al final, y aún por más amor que ella puso en el, por mas sangre, lágrimas y sudor que ella hubiera puesto para engendrarlo, ella al final, tuvo que sufrir la desgracia al final, de perder a su amado hijo, que con tanto amor el había criado al lado de su marido.

Tristemente, no hubo nada por hacer al respecto, por más que ambos lo hubiesen querido, ella acabo por sumirse en una profunda tristeza y decepción de la que no pareciera que fuera a poder salir en el cortó plazo. Ni aún en el largo.

John y Sara, fueron una increíble pareja ejemplar, por la que siempre hubo amor y respeto por parte del uno hacia el otro, Blu fue su primer y único hijo y después de esto, ambos le lloraron por igual, tan pronto comprendieron que no le volverían a ver, aún más que Sara hubiera tratado de negarlo.

Al final, el luto y el duelo por la perdida fue claramente inevitable, John quiso consolar a Sara de la mejor manera que pudo, pero como lo mas desgarrador que el vería en su vida, fue que no habría nunca, una medicina o tratamiento que pudiera curar el malestar de Sara, ella simplemente desde ese día, ya no volvería jamás a ser la misma. Y John lo sabía muy bien, porque al final de cuentas, lo mismo estaba pasando con el.

Blu se había ido, se había ido para siempre y nada lo traería de vuelta, tanto Sara como John tuvieron que encontrar la resignación lo más rápido que pudieron para asumir está gran verdad, hasta que finalmente lo consiguieron al parecer.

Pero no de la forma en que hubiesen querido.

Al final, Sara y John lo pudieron asimilar, pero eso no quería decir en lo absoluto que lo hayan superado ni mucho menos, sino que se mas bien, ambos se acostumbraron a vivir con el dolor.

Sara nunca pudo lidiar con el dolor, como si lo hizo su esposo John, al menos en el sentido de no quebrarse casa vez más por dentro, pero eso era justo lo que estaba pasando con ella, Sara constantemente llegaba a tener pesadillas sobre su hijo y ella intentando salvarlo inútilmente, para luego despertarse agitada, nerviosa y triste creyente que todavía podía escuchar la voz de su pequeño hijo llamándolo. Pesadillas que luego le contagio cual virus a su esposo, y que al final lo llevaría a qué ambos sufrieran las mismas, varias noches por mes.

De pronto en un momento, ninguno de los dos pudo ya tolerar por más tiempo la triste que esto les provocaba, y se sentían casi que iban a morir de tristeza, al ya no poder soportar más la tristeza de estar solos y que por culpa de la crueldad de los humanos, les hayan arrebatado a su hijo. En un punto, los dos rogaron al cielo y a las estrellas porque Blu regresará a ellos, pues está perdida realmente era demasiado grande y ya no estaban dispuestos a seguir luchando con este duelo.

Por fortuna y cuando parecía que Sara al fin sucumbiría a la gran tristeza que le produjo la perdida y que eventualmente moriría por esta, Blu era su más grande amor junto con John y sentía que toda su vida había perdido todo su sentido sin el amor de su hijo.

Esto no era lo que ella quería, no era lo que quería en lo absoluto, y fue justo en ese momento, cuando pareció que la vida se había apiadado de ella y le hizo ver qué Blu aún estaba aquí, que Blu aún estaba vivo...

...y que todavía existía incluso, la probable posibilidad, aunque mínima, de recuperarlo, claro que sí.

Los retos de Blu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora