𝟏𝟗𝟓𝟎/𝐒𝐨𝐨𝐤𝐚𝐢

-2-

HueningKai salió corriendo de su apartamento, necesitaba cosas que ver, necesitaba aire fresco, necesitaba lo que no había en ese oscuro apartamento.

Le importo poco que estuviera todavía lloviendo, salió corriendo de ahí. Solo llevaba unos pantalones de vestir grises, unos zapatos negros y una camisa blanca.

Las gotas de la lluvia caían en su rostro y en su cabello café largo, su mente se nubló y sus ojos también. No veía a gente en la calle, solo era él y el sonido de la lluvia impactando el suelo.

Hasta que...Pudo ver algo a lo lejos...

Su traje color negro estaba un poco mojado, no le molestaba pero tampoco le gustaba, se sentía raro.

Iba caminando por la calle hasta que sintió la necesidad de ver hacia delante y ya no ver hacia sus pies.

Paro de caminar y de detuvo en seco, quito el paraguas de su cabeza y lo bajo.

Lo que vio era como un dejavú, como si ya hubiera visto a la persona que estaba frente a él también viéndolo.

—Tú.— Susurró para si mismo, hasta qué camino hacia la persona.

—Tú...— Repitió HueningKai hacia sí mismo copiando a la persona del otro lado.

Los dos estaban parados frente al otro, sin querer parpadear, sin querer moverse, solo viéndose.

—HueningKai...— Dijo Soobin sorprendido, haciendo que su corazón se acelerará al tener adelante al chico dueño de sus pensamientos.

—Soobin, Choi Soobin— Dijo con una sonrisa el castaño, sus ojos ahora reflejaban al peli negro que tenía al frente, llenos de alegría inmensa.

—No puedo creer...— No lo dejo terminar porque el castaño lo abrazó como si su vida dependiera de ello.

Mirando a todos lados, devolvió el abrazo, enrollado sus brazos en la cintura ajena. Con la adrenalina de que alguien los viera.

Pero nadie podía romper ese momento, después de años buscando a Kai, después de tanto tiempo, por fin lo encontró, y era verdaderamente feliz.

HueningKai despertó. Se sentía eufórico, pero también sentía que le faltaba algo.

Después de ese raro y lindo sueño se decidió por levantarse de la cama y bañarse. Iba a tiempo al trabajo así que podía tardarse todo lo que él quisiera.

Paso a una cafetería y pidió un chocolate caliente, a sus 23 años todavía parecía un niño y es que, no le gustaba la idea de crecer.

—Okey, en un momento le traigo su pedido, señor Huening— Le dijo la mujer que lo atendía.

—Gracias— Le dedicó una sonrisa amable mientras leía el periódico.

—Hola, buenos días— Escucho una la campana que indicaba cuando alguien entraba al lugar y una voz un poco grave, en ese momento tuvo un dejavú.

—Buenos días. ¿Qué va a pedir?—Respondió la señorita con amabilidad.

—Un café negro, por favor— Dijo el desconocido, mientras se sentaba en una mesa adelante de él, pero no le tomó mucha importancia.

—Señor Huening— Llamo la mujer que le atendió.

Se levantó de su asiento mientras iba por su chocolate. Pago, y así como entro a la cafetería así se fue.

Soobin iba tarde para el trabajo, ayer durmió tarde y hoy estaba pagando las consecuencias.

Se arreglo y perfumo, para llegar lo antes posible a la empresa de su familia, decidió comprar algo rápido y luego irse, así que sin dudarlo agarró las llaves de su auto y arrancó el auto hacia una cafetería.

Se estacionó y bajo del auto con su maletín para arreglar unas cosas.

—Hola, buenos días— Entro a la pequeña cafetería a pasos apresurados.

—Buenos días. ¿Qué va a pedir?—

—Un café negro, por favor— Pidió, para después sentarse en una mesa al frente de un tipo castaño, pero no le importaba en estos momentos el color de cabello del chico, no quería llegar tarde.

—Señor Huening— Dijo una voz de una chica. Al momento de oír eso su mente recordó algo.

—HueningKai—

Al recordar esto, recuperó sus sentidos. Vio la entrada de la cafetería, pero ya era muy tarde.

Ya no había nada, se había ido.

¿Era el?

Se preguntó todo el trayecto hacia su trabajo, era un idiota.

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YAJUUUUUU XD