Capitulo III

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Entro a casa de mi hermana y saludo a la madre de Brian (mi cuñado), entro al alcoba de mi hermana y me siento en el sofá, ella saluda y dice que Alí se encuentra jugando con Ivan (hermano de Brian . Él es alto, de tes bronceada y tiene unos hermosos ojos con unas pestañas más largas que las mías). Me dirijo hacia la estancia y entro en ella.

-Hola-dice Ivan con una agradable sonrisa
-Hola- respondo a Ivan quien me ha saludado sin siquiera conocerlo, creo que está siendo amable. Después del saludo me dirijo a mi sobrino quien  se encuentra con el control del play.
-Alí vámonos-digo mientras el solo me mira y sigue jugando.  –Alí, anda, vamos a casa que tengo cosas que hacer
-Pues valla que no te estoy deteniendo- Haa! Y este niño quien se ha creído para hablarme así. Creí que los niños de cuatro años debían ser adorables. Que gran error pensar así.
-Mamá me ha mandado por ti-digo endureciendo mis facciones
-Si. Pues no quiero irme aun. Si gustas puedes esperar sentada en el sofá- ¡Ya! Este niño ya llego a su límite. Dime que hablarme así y frente a Ivan. Este por lo visto no debe ser mi día
-No-digo molesta-nos vamos ahora- quito el control de sus manos y lo jalo del brazo
-Sueltame-me dice-no quiero irme, he dicho
-Si, pues no hago lo que un niño arrogante me diga
-Pues entonces evita discutir conmigo-me dice divertido
-Sabes, te quedas ahí, yo me largo,  no pienso discutir contigo y menos enfrente de alguien. Solo me mira y señala la puerta. Ivan quien hasta el momento se encuentra en silencio, me observa y retira la vista cuando volteo a verlo. Miro enfadada a mi sobrino y salgo de la estancia. Llamo a mamá. El teléfono suena pero ella no contesta. ¡Genial! Lo que me faltaba, que mi madre no conteste. Lo peor, tener que esperar a que Alí decida dar por terminado su juego.
Pasan dos horas y Alí se digna a retirarse, no sin antes despedirse de Lidia quien me mira divertida por mi frustración.
-Listo termine- me dice Alí mientras se  me para enfrente-vamos levántate, o piensas quedarte ahí- lo fulmino con la mirada. A veces quisiera acariciar su cabeza con un martillo. Me levanto de la banca en la que me encontraba aguardando y me dirijo a si la puerta. Suerte que mi casa se encuentra  a dos cuadras de esta.
Al entra a casa, Alí cierra la puerta y yo me dirijo hacia mi habitación. Me encuentro molesta.
Subo las escaleras y al llegar a mi alcoba, conecto el reproductor mp3 y empieza a sonar summertime sadness-cover lana del rey. Me encanta el ritmo de esa canción. Mientras bailo, suena mi celular:
Mensaje de Abimael.
-Y bien muñeca, sigo esperando tu dirección.

Demonios lo había olvidado por completo. Empiezo a teclear escribiendo mi dirección. Listo. Enviando. Enviado 9 de abr 04:05 p.m.

-Gracias muñeca te parece si paso por ti en dos  horas
Que. Demonios no, mi sobrino. Bueno que no estaría mal para dejarlo solo, creo que así como me contesto, sabrá cómo cuidarse solo. Bueno, lástima que mi madre llegara exacta mente en dos horas así que decido contestar a Abimael.

-Claro muchacho, nos vemos en dos horas. Presiono enviar y el mensaje se envía.
Tomo mi toalla y tomo una ducha. Si, pensaran que soy exagerada pero suelo en ocasiones tomar un baño y ducha.
Cuando termino entre-busco en mi closet. Tomo una blusa holgada de color crema y unos shorts de mezclilla. Tomo unos tines y coloco mis convers blancos. Ato una coleta y pinto delicadamente mis labios de color carmín. Delineo un  poco mis ojos y aplico mascara en mis pestañas. Ahora solo falta un suéter. Vuelvo abrir mi closet y encuentro un suéter negro, largo como me gustan. Aplico crema en mi cuerpo e introduzco en  mi bolso mi lápiz labial, celular, el CD de los artics y dos chocolates kiss. No tarda en llegar mi madre y Abimael.
Bajo para buscar una manzana en el refri y veo a mi sobrino sobre el sofá durmiendo. Me acerco para llevarlo a su recamara, cuando abren la puerta. Es mi madre. Me observa  y murmura:
-Valla, luces linda
Le dedico una dulce sonrisa y contesto
-Gracia mamá. ¿Qué tal el trabajo?-pregunto
-Excelente-me mira-y a donde iras tu muchachita
-Ha! Pues Abimael me ha pedido salir y bueno eso no se le puede negar a nadie
-A nadie que te guste, ¿cierto?- me dice mamá divertida
-Bueno-digo un poco sonrojada
-lástima que no te dejare salir
-¡Que! Pero por qué. Mamá, no me puedes hacer esto. Me he portado bien –digo tratando de convencerla
-Mi pequeña gran mujer, eso no es razón para que decidas por mi
-Pero no he decidido por ti mamá
-Lo has hecho al darte permiso sola
-Pero… mamá aun  no me he ido. Me dejarías salir con Abimael-digo, esperando a que mi madre me dé una respuesta.
-Déjame pensarlo
-¿Qué? Pero él está por venir
-Ha. Osea que pretendías irte sin mi permiso y dejar a tu sobrino solo.
-No. Justamente iba a esperar a que llegaras para preguntar, ya que no contestas  mis llamadas.
-Ok ok , ve anda pero no llegues más tarde que tu padre. Ya sabes que no le gusta que pases mucho tiempo fuera. Y por favor cuídate hija, no querrás dejar la escuela…
-Mamá –digo interrumpiéndola -solo estaremos un momento solos, no creo que el pretenda llevarme a un hotel-digo divertida mientras mamá me fulmina con la mirada
Alguien toca la puerta. Mamá abre. Es él.
-Buenas noches señora. Soy Abimael, amigo de su hija. Pase a recogerla. Espero que le allá pedido permiso para salir conmigo -dice con una bella sonrisa en su rostro.
Tomo mi bolso y me coloco el suéter
-Buenas noches muchacho, ahorita sale-dice devolviéndole la sonrisa. Yo me asomo a la puerta.
-¡Valla! Luces muy bien muñeca-me dice cuando me acerco a él para depositar un beso en su mejilla.
-Gracias-digo con una sonrisa en mi rostro
Me giro hacia mi madre y doy un pequeño abrazo mientras susurro en su oreja
-Te aseguro que usare condón mamá-mientras detrás cierro la puerta.

Llegamos a un restaurante. Él abre la puerta del coche. Bajo y pasa su brazo por mi espalda. Se siente cálido. Esto no me está pasando a mí. Seguro que es un sueño. No, no lo es, y ahora me he quedado con un dolor en mi brazo a causa del apretón que me he dado.
Entramos, el  hoste nos da la bienvenida y nos escolta a una mesa. Nos ofrecen la carta.
Pedimos la orden y tiempo después nos la traen.
Me enfoco en su peinado. No he mencionado que su cabellera es hermosa, tiene un cabello largo, pero de ambos lados es corto, además de que el color de su cabello es como castaño dorado. Me encanta él.
Cuando terminamos, salimos del restaurant. Subimos a su auto y me pregunta a donde me gustaría ir. Yo lo observo y pienso en un lugar para estar. Después de un minuto, me observa y pregunta:
-Y bien. Te has quedado sin palabras muñeca-lo miro y respondo
-Pues no sé si te gustaría ir a GreenPalace. Me han mencionado que es un lugar bastante tranquilo para poder platicar-me observa y una sonrisa empieza a dibujarse en su rostro.
-Claro muñeca, donde tú gustes.
Conduce hasta GreenPalace. Detiene el auto y bajamos. Encontramos una banca donde nos acomodamos. Extraigo el CD de mi bolso y se lo tiendo, él lo toma y me dedica una de sus muchas sonrisas. Empezamos a conversar, mientras admiro con detalle sus ojos. Él se detiene y me mira
-Pasa algo muñeca-siento nauseas, será que me callo mal la comida
-No, porque lo dices muchacho
-Porque me la he pasado hablando y tú, te quedas mirando como si estuviese viendo algo irreal
-Ha disculpa, es solo que me parece interesante lo que comentas
-Segura-pregunta dudoso
-Claro, más que segura-respondo sin levantar sospechas
-Esta bien muñeca
Y así nos pasamos las horas, hasta que mire la hora. Las 10:30 p.m. por dios es tardísimo mi madre va a matarme. Interrumpo a Abimael quien se encuentra recostado en mis piernas.
-Lamento terminar el momento pero debo regresara a casa
-Claro, por un momento creí que te quedarías conmigo-valla que me hubiese encantado, pero no quiero que mi madre piense que abandonare mis estudios. Asi que tomo mi bolso y ayudo a levantarse. Subimos al auto y conduce hasta mi casa.
Se detiene enfrente y sin esperarlo me besa. Enseguida me aparto y salgo del auto. Entro a casa y me dirijo a mi habitación, pero una voz me detiene.
-Que son estas horas de llegar jovencita-me giro y veo a mi madre enfadada, cuando nota mi rostro y pregunta-te ha hecho algo-la miro y sonrió
-Nada que yo no quisiera
-A que te refieres jovencita
-A nada mamá solo ha pasado un beso entre nosotros- y eso no esperado
-Bueno pues dije que llegaras antes que tu padre, suerte que él se quedará hasta tarde cuando termine su reunión de trabajo así que sube y metete en tu cama que ya es tarde
-Claro mamá-subo no sin antes dedicarle buenas noches.
Me recuesto en mi cama y medito sobre el beso. Pero que he hecho. Ni siquiera dije adiós. Espero no este molesto. Solo que no me esperaba eso y no quería arruinar las cosas. Diablos pero que estúpida soy. Era tarde para lamentarme.

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