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De nuevo estaba observando aquella chica de ojos café era un poco torpe y su sonrisa era linda, podía visualizarla una vez que otra al verla pasar yo intentaba esconder mi mirada y hacer como si estuviera escribiendo algo en mi laptop.

No sabía cómo había llegado a tal situación, solo sabe que una vez vino a comprar café y desde ahí no había dejado de ir, quizás aquella chica que la atendió había capturado su corazón desde el primer momento, sus palabras que endulzaron su amargo corazón o su sonrisa tan dulce que daba diabetes si tenía la opción de morir de diabetes por aquella chica lo haría sin dudarlo.

Quería hablar con ella intentar establecer una conversación pero no era muy buena con las palabras, cada vez que intenta hablarle mis palabras no salían o simplemente me llegaba a trabar, solo podía ordenar aquel café e irme a sentar en el mismo asiento de todos los días.

--De nuevo embobada por esa chica, eh.

--Callate Kaeya.

El moreno me miró con enojo para luego sentarse al lado mío, el chico también era un cliente habitual de acá lo sabía porque el me lo había dicho hace unos meses atrás y comenzamos hablar ya que el me había visto varias veces en el caféteria, era un chico bastante extraño.

--Hablale no es nada del otro mundo.

--Oh claro Kaeya, gracias por tus consejos de mierda.

Le di una sonrisa fingida este solo se río para luego palmera mi espalda, voltee a ver hacia donde se encontraba aquella castaña para mí sorpresa esta estaba mirando hacia donde estábamos me dió una sonrisa haciendo que mis mejillas se calentarán, el moreno se río al darse cuenta de lo que había pasado para luego negar con su cabeza

--Con una sonrisita y ya te pone así.

--No te mato porque no quiero que me metan a la cárcel.

Tape mi rostro con mis dos manos, sentía que lo rostro se iba a derretir y mi corazón latía muy rápido, mi "pequeño" crush con ella no era algo normal y eso me iba a volver loca, escuchaba la risa de Kaeya aún no soportaba aquella risa del moreno, era muy burlona algo que iba bien con el.

Día nuevo día donde tampoco había podido hablar con aquella castaña había ido a comprar un café pero está le había sonreído intento devolverle aquella sonrisa pero no había podido, se había puesto nerviosa haciendo que pagará rápidamente para lueg...

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Día nuevo día donde tampoco había podido hablar con aquella castaña había ido a comprar un café pero está le había sonreído intento devolverle aquella sonrisa pero no había podido, se había puesto nerviosa haciendo que pagará rápidamente para luego irse a sentar para esperar aquel café

Golpeó su frente por aquel acto de cobardía que había hecho quizás la castaña pensaba que la odiaba no podía vivir con la idea, paso su mano por su rostro frustrada para luego sacar aquella laptop dónde escribía todas las tardes, trabajos de la universidad entre otras cosas

--Su órden ¿no quiere algún postre?

Aquella voz hizo que mi corazón diera un vuelvo mirando rápidamente a la chica está aún tenía aquella sonrisa pero negué con mi cabeza, solo quería aquel café.

La chica de la cafetería Donde viven las historias. Descúbrelo ahora